El artista canta a viejos «marinos», «pescaderas», «putas en los burdeles» y «macarras» en contraposición a los «turistas» que hacen fotos en la ciudad hoy. Pablo ironiza sobre lo que ahora se entiende por progreso («Que se muera el civismo y viva Cimadevilla»), concluyendo que hoy en día: «solo importa el dinero, ¿dónde quedó el orgullo? / era lo que querían, malditos europeos / volvernos puritanos, blandos, gordos y muermos». Pero ‘Gijón’, a quien da un verdadero protagonismo es a Rambal, transformista asesinado en la ciudad en 1976.
Pablo cuenta en la letra del tema que «en el puerto de Gijón ahí andaba Rambal / por las noches de hembra, por el día chaval / Bromas, sexo y delito, verdadera bondad / Mucho más que un marica, un héroe nacional». De verdadero nombre Alberto Alonso Blanco, Rambal ha sido objeto de un libro recientemente. Su autor, Miguel Barrero, le considera el «primer asistente social» y «en cierto modo precursor de drag queens y travestis». Sobre su asesinato, Pablo se atreve a cantar: «mejor 10 puñaladas, que 1 minuto de miedo».
Pero lo mejor de todo esto es que aunque no comulgues con algunas de sus sentencias, Pablo und Destruktion sabe manipularnos a través de lo musical para llevarnos donde quiere. A través de una de sus conocidas interpretaciones vehementes, histriónicas, el artista nos conduce junto a una serie de medidos arreglos y coros, hasta una emocionada catarsis. Hay caída final, pero la canción acaba a los 3 minutos, pidiendo ser escuchada en bucle. El vídeo, marca de la casa, ha sido rodado donde estáis pensando. Eso sí, curiosamente ‘Gijón’ será esta noche presentada en otro lugar, en concreto en el Café La Palma como parte del ciclo Escenarios Mahou de Madrid. Las entradas están a punto de agotarse.