El apoyo de la familia es imprescindible para que la música de Michael Jackson pueda aparecer en la película, pues es quien tiene los derechos de la misma. Sin embargo, si existe la aprobación de la familia para que dicha música sea utilizada en la cinta es que su guión no va a dañar su imagen como lo ha hecho el documental de 4 horas realizado recientemente sobre sus supuestos -recordemos que el artista no fue condenado en los juzgados- abusos sexuales. Nos referimos lógicamente a ‘Leaving Neverland‘, que se ha estrenado este mismo año.
Por un momento pareció que el estreno de ‘Leaving Neverland’ iba a provocar la verdadera «cancelación» de Michael Jackson 10 años después de muerto: su eliminación de las radios y de playlists de Spotify, etcétera. Sin embargo, ese fenómeno no ha sucedido. De hecho, algún disco suyo reentró en las listas musicales con motivo de la promoción del documental (?), y Michael Jackson está prácticamente en la misma posición del global de Spotify que ocupaba antes de esta polémica: en torno a las posiciones 72 y 74. Ningún editor de playlists masivas en la plataforma sueca ha considerado inadecuado que su música fuera incluida en las playlists más populares de los 80, los 90 o Halloween. La única afrenta que he percibido personalmente es que Michael Jackson se ha convertido en una persona que no se puede mencionar en algunos pequeños ámbitos, como es el caso de Popjustice, uno de los foros más concurridos en cuanto a música pop. «La mayoría de la gente no quiere escuchar la música de un pedófilo, si a ti te importa una mierda, es tu elección, pero no será muy difícil comprender que a otros les importe» indicaba en mayo un usuario en su última página
. Nadie ha vuelto a comentar nada en meses pese al enorme tráfico de estos foros.Pero el público generalista parece haber olvidado el documental, continúa escuchando la música del artista de manera masiva, y suponemos por tanto que la película puede ser un éxito. De un lado, parece que la gente no ha dado credibilidad al documental, o simplemente ha mirado hacia otro lado, o no ha querido juzgar lo que no han juzgado los tribunales, o no se ha enterado de la existencia del mismo, o ha separado música y persona. Por otro, se desconoce qué interés puede tener un biopic en el que ciertas cuestiones van a ser obviadas o censuradas o manipuladas, como de hecho ya pasó en ‘Bohemian Rhapsody’, en cierta medida una cinta blanqueada y dramatizada. Y por el contrario, es cierto que ‘Leaving Neverland’ solo mostraba una faz de Michael Jackson y nadie hablaba en su favor, contando solo una visión de los hechos. Parece que en cualquier caso este documental será su contrapunto.