Es un cliché asociar «folk» a «campo» y «sintetizadores» a «ciudad», pero ‘Meadow Lane Park’ contiene una curiosa lucha entre lo bucólico y su opuesto. A lo primero tiende la primera pista del disco, llamada por algo ‘In the Park’, y que suena misteriosa entre cuerdas, coros y arreglos. Más a lo segundo la machacona base que ya encontramos en el siguiente tema, el single ‘Springtime’
. Pero lo curioso sucede cuando ambos caminos confluyen. ‘Door After Door’ es un tema que habla de alguien «perdido entre la multitud», que sabe que su «tiempo en la ciudad se ha acabado», pero cuyo destino está «en ningún lado». Por muy bucólico que parezca el álbum, el también single ‘SDVB’ equilibra la balanza al poner sobre la mesa la importancia de los arpegios electrónicos. Su letra, de manera significativa, parece hablar del amor en la era digital.Los retratos de un extraño hombre en traje a punto de cantar en un karaoke (‘Karaoking’) y los de un hombre con un «ingenio» y encanto fuera de lugar en medio de una fiesta con champagne (‘Elephant in the Room’) nos hacen pensar en Nina Persson. Sobre un fondo algo plano y cinético en el que los instrumentales están situados estratégicamente al principio, en medio y al final, destacan por su carácter inmediato -además de los sencillos mencionados- la urgente ‘Paper Girl’ y también el corte titular, que parece un medio tiempo orquestado pero -de nuevo- vira hacia los territorios de Stereolab. Le SuperHomard actúan este viernes 24 de enero en L’Hospitalet y el sábado 25 de enero en Madrid junto a Nos Miran y Linda Guilala.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Springtime’, ‘Paper Girl’, ‘Meadow Lane Park’, ‘SDVB’
Te gustará si te gusta: los primeros Cardigans, Cat’s Eyes, The Bird and The Bee
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