Eso es lo que nos encontramos a lo largo de estas 240 páginas: un recorrido por mujeres más invisibles y menos citadas pero que también han cambiado la historia de la música. Las hay muy conocidas como Debbie Harry o Patti Smith, algunas bastante conocidas al menos en el mundo relativamente underground, como Sleater-Kinney o Bikini Kill; y las hay completamente desconocidas y surgidas tanto en países anglosajones como en Colombia, Alemania, Rusia, Indonesia, República Checa o España, pues Las Vulpes y Diego A. Manrique protagonizan un pequeño cameo en el libro (curiosa la visión de Goldman sobre la Transición Española).
Vivien fue también música, estuvo allí a finales de los 70 y principios de los 80, y eso le permite ahondar en las cualidades musicales de estas protagonistas de una manera más técnica. Todo el libro se orquesta en torno a cuatro pilares, que son la identidad femenina, el dinero, el amor/desamor y la protesta, y para ello presenta aproximadamente una docena de canciones desde las que analiza cada uno de esos bloques. Así, Goldman incluye declaraciones de entrevistas, datos y curiosidades sobre las mujeres que cambiaron el curso de la historia de la música, pero de vez en cuando ejerce también de crítica musical, explicando qué tenían las canciones analizadas de revolucionarias tanto desde el plano lírico -el principal- como desde el plano estructural o sonoro.
En ocasiones la línea que diferencia lo que es punk de lo que no es punk es muy fina y extraña, por ejemplo, que haya varias menciones en el libro a Annie Lennox y ninguna a Tracey Thorn, pero si desde luego este libro está aquí no es para provocar una nueva pelea de gatas, pues obviamente son todas las que están, aunque no estén todas las que son. En verdad, si un defecto fácil se le puede poner a ‘La venganza de las punks’ es que su interminable name-dropping puede expulsarte de la historia si no viviste aquellos años, en lugar de meterte en aquel mundo de desigualdad y rabia que llega hasta nuestros días. Nada que una buena playlist como esta no pueda solucionar. El libro está orquestado en torno a 4 listas de canciones por una razón, y es entonces, cuando escuchas mientras lees, cuando este libro se convierte en una verdadera gozada.
Porque además de recordarnos la valía de bandas pioneras como ESG, y hacernos recuperar a The Raincoats o The Slits, Vivien Goldman rescata canciones desconocidas y absolutamente inauditas como ‘The Boiler’ de Rhoda & The Specials, que retrataba una violación tal cual ante el estupor del público que pudo asistir a sus presentaciones en directo. Turbador aunque no tanto como que hayamos sido capaces de evolucionar tan poco en 40 años en esta materia. La «catedrática del punk» pasa también de soslayo por el capitalismo feroz, el machismo en Jamaica, los derechos LGTB+, la conciliación y otras interesantes cuestiones en un libro que muestra una visión de la mujer (punk) totalmente poliédrica. 7,5. Disponible en Amazon y en tu librería de barrio favorita.