Música

Rodrigo Cuevas: «La colaboración con Refree fue todo el rato un descojone porque tenemos un sentido del humor muy parecido»

Rodrigo Cuevas es uno de los artistas nominados a los Premios MIN en la categoría de Álbum del año, y de hecho es uno de los artistas más nominados de esta edición, que se celebra el miércoles 11 de marzo. El artista asturiano aspira al mencionado premio gracias a su primer disco ‘Manual de cortejo‘, hecho mano a mano con Raül Fernández «Refree» y con el que ha alcanzado el top 53 de la lista de ventas española. Tras varios años triunfando de manera más local gracias a su espectáculo de cabaret y a canciones tan divertidas como ‘Verdiciu‘, Rodrigo Cuevas ha consolidado su promesa con un primer largo que cruza música y textos tradicionales asturianos con electrónica, y sobre el que nos hablaba recientemente vía telefónica, bastante antes de que se dieran a conocer las nominaciones de los MIN. El artista está a punto de mudarse cuando hablo con él y nos habla de la composición del disco por los pueblos asturianos, la importancia de reconocer la historia o de las ventajas y desventajas de que los jóvenes vivan, como él, en el campo. Foto: M2 Visualstudio.

Te iba a preguntar por el pueblo donde vives, Vegarrionda, pero me dices que te estás mudando…
Sí pero me mudo a la aldea de al lado, está a 2 kilómetros. Es el mismo valle.
Te vi en Leitmotiv hablando sobre tu vida en el pueblo. ¿Cómo es tu día a día en Vegarrionda? ¿Viajas mucho a la ciudad?
Viajo bastante al estar de gira, los fines de semana suelo tener más trabajo y durante la semana intento estar en casa lo máximo posible porque me encanta, vivo con mi pareja y nos gusta trabajar en la finca, la huerta, tenemos una burrina, un perrino, gatos… Nos gusta mucho hacer vida de casa, de pueblo.
Has hecho el disco con Refree. Los dos os embarcasteis en un viaje por los pueblos de Asturias y Galicia. ¿Por qué pueblos fuisteis? ¿Recuerdas algún percance o anécdota que vivierais durante el viaje?
La idea inicial era irnos por los pueblos de Asturias y Galicia pero al final por Galicia pasamos muy de lao. Estuvimos en el Aller, en Cabanón; estuvimos en Cangas del Narcea; en Vidal, grabando; en Trabau, que está en Degaña… y fue muy bien. Raül necesitaba un viaje iniciático por los pueblos de Asturias para conocer de primera mano la música asturiana, sin filtros, y al final le flipó un montón.

Una anécdota es que estábamos en Vidal, en un pueblo arriba del monte; yo tenía que irme a por unas cosas y Raül y otros se fueron a Trábau, y yo le dije de coña que tuvieran cuidado por allí porque es zona de osos. Y yo, que soy asturiano, no he visto un oso en mi vida. Al rato le llamo y me dice que ha visto dos osos, que los han grabado y todo. Y al día siguiente nos despertamos allí y por la mañana fueron los osos al mismo prado, los veíamos desde el hotel. Muy guapo.

Recuérdame cómo llegas a colaborar con Refree. Parece que siempre está a mil cosas…
Yo le invité a un concierto en Barcelona, él vino y al salir no me dijo nada y yo pensé que no le había gustado. Sin embargo, a los tres o cuatro días es él quien me contacta por mail y me dice que le gustó un montón el concierto y me ofrece colaborar. Me dice «si quieres ahondar más en esa parte folclórica, te acompaño en eso, que me encantó (el concierto)». Y a partir de ahi yo volví a Barcelona, tocamos juntos… y poco después nos pusimos a trabajar en serio.

En el viaje buscabais empaparos de tradición, en concreto hablas de voces, percusiones, de músicas…¿Teníais algo concreto en mente?
No íbamos con un objetivo muy concreto, la intención sobre todo era que Raül viera de primera mano cómo es la cosmovisión asturiana, el folclore tradicional, y escuchar los puntos de partida para el disco, que, gracias al viaje, nos dimos cuenta que tenían que ser la voz y la percusión. A partir de ahí el objetivo fue adornar y que Raül viese la profundidad del trabajo que podíamos hacer, la emotividad del folclore asturiano, del paisaje, la forma de hablar, la lengua… que al final todo esto está unido.

«El objetivo del viaje fue que Raül viese la profundidad del folclore asturiano, del paisaje, la forma de hablar, la lengua… que al final todo esto está unido»

¿Qué descubristeis durante el viaje que os fascinara o sorprendiera especialmente?
A mí me sorprendió muchísimo Angelita d’El Cabanón, que al final no salió en el disco. Me parece impresionante cómo canta, a sus 82 años. Es muy fuerte. Ahora no paro de ir a su casa.

¿Cómo la describirías?
Ella canta tonadas y tiene una forma muy antigua de cantar. Las tonadas a veces se cantan muy fuerte, como gritado, y ella las canta de una forma muy suave y delicada y las adorna muy bien. Es una virtuosa.

¿Y a Raül?
A Raül le sorprendió muchísimo Angelita Caneiro, que es una panderetera de Degaña, de las que mejor tocan este instrumento. Sale en ‘Pena’. Es increíble cómo toca la pandereta.

¿Cómo fue el proceso de adaptar textos tradicionales al lenguaje pop?
La mayoría de textos del disco es tradicional. Es el lenguaje poético que más he estudiado y trabajado y además encaja perfectamente con formas más pop porque son rimas fáciles, son versos octosílabos de ABAB, que son muy fáciles de utilizar en muchos temas.

¿Hubo algún tema que fuera especialmente enriquecedor para ti adaptar?
‘Tengo de subir al puertu’. Mi planteamiento con esta canción era otro al principio, fue muy guay cómo creció con Refree, que la hizo tan experimental. Para mí quedó un temazo revelación.

En cuanto al trabajo de Refree, ¿cómo decidís qué tipo de texturas electrónicas meter en las canciones? ¿Ha sido un trabajo de exploración conjunto?


La grabación y producción del disco la hicimos juntos, todo al mismo tiempo. Estábamos en su estudio todo el rato los dos opinando, aportando; hay cosas que toco yo, cosas que toca él… Fue todo muy compartido, por eso al final se decidió que Raül tenía que salir en el álbum no solo como productor, sino también en la misma portada como artista, porque el disco es de los dos.

¿En general cómo describirías a Raül como colaborador?
Nos entendimos muy bien desde el principio prácticamente. Y fue muy fácil porque como los dos tenemos un sentido del humor muy parecido, estábamos riendo todo el día, experimentando y divirtiéndonos mucho. Estuvimos encerraos en el estudio más de mes y medio y todo el rato fue un descojone.

Por otro lado lo que has buscado en este disco es potenciar la parte seria de tu discurso.
Más que seria diría que es una parte más profunda, porque en el disco también hay cosas divertidas, como el ‘Xirinigüelu’. Quería que fuera profundo, que no se quedara en una parte superficial.

«La colaboración con Raül fue desde la amistad y todo el rato fue un descojone porque tenemos un sentido del humor muy parecido»

De hecho uno de los temas que tratas en el disco es la importancia de la historia, que no se olvide el pasado. La primera pista se llama ‘Namás s’acaba lo que nun se cunta’, ‘Cesteiros’ o ‘Rambalín‘ cuentan historias dentro de que las propias canciones y músicas tradicionales ya son historia… ¿Por qué es tan importante para ti el concepto de que la historia no sea olvidada?
En el mundo tradicional eso es importantísimo. Yo buscaba transmitir la importancia de reconocer no solo el pasado, sino también el legado, lo que la gente antigua deja detrás. Antiguamente se hacían las cosas como si la gente durase cientos de años, se hacían las cosas para durar generaciones. Ahora es al revés, compramos cosas que nos valen una pasta y que nos duran dos o tres años, nos gastamos 300 euros en un pantalón y ni siquiera nos planteamos que ese pantalón nos vaya a durar 4 o 5 años. Ya ni te digo dejárselo a nuestros hijos… Antiguamente lo que se tenía se intentaba que durase para los siguientes.

De ahí nace también el título del disco. Hablar de «cortejo» hoy en día suena totalmente anacrónico.
Exacto. Yo en el concierto hago un reflejo de lo que es la decadencia humana, y lo hago comparando la forma de ligar que es la de cantar ‘Ronda de Robledo de Sanabria’ debajo de una ventana con lo que puede ser mandar un mensaje a alguien que ponga «ola d dnd», así sin vocales, mal escrito. Es la mayor decadencia humana que existe (ríe).

Decadencia humana en cuanto a relaciones personales, te refieres…
¡En cuanto a todo, en cuanto a elegancia existencial! ¡No se puede ser más cutre que preguntar «ola d dnd»!

«No se puede ser más cutre que preguntar «ola d dnd». Es la mayor decadencia humana»

En ElDiario dijiste que los jóvenes deberían vivir en el campo y los mayores en la ciudad. Es una declaración radical.
Bueno, eso una simplificación de lo que dije pero sí. Yo creo que los jóvenes deberían vivir en el campo y opino que para la gente mayor es mas cómodo vivir en la ciudad. Hay mucha gente que dice «yo en el campo ya viviré cuando sea mayor» y yo respondo: «¿pero cuando seas mayor cómo te vas a ir a vivir el campo, si no tienes ni puta idea? ¡Y te vas a estar quejando de todo!» Al campo tienes que irte de joven y luego ya de mayor irte a la ciudad, que es donde tienes un ascensor, el médico y el súper al lado de casa, y donde no tienes que coger el coche para nada.

¿Por qué los jóvenes deberían vivir en el campo?
En el campo hay más libertad en todos los sentidos, si necesitas un espacio grande para algo es más barato, en el campo puedes conocer a gente de forma más profunda, si te gusta hacer fiestas en casa es más fácil hacerlas, puedes desarrollarte más personalmente…

Lógicamente para vivir en el campo se necesita coche…
Hombre, ahora sí porque hay muy poca gente pero seguro que si hubiera más gente habría más transporte público.

¿Cómo es en tu cabeza un campo habitado sobre todo por gente joven?
Tiene la desventaja de que los jóvenes gentrificamos todo mucho, y por esta razón el campo perdería autenticidad. La gente es tan pesada gentrificando, haciendo todo igual… Por otro lado, el campo es un lugar más intergeneracional, la gente mayor te enseña mucho, todo el mundo está más en contacto los unos con los otros, y esto contrarrestaría lo otro.

«La gente es muy pesada gentrificando, haciendo todo igual»

Dices que Mercedes Peón es tu mayor referencia. Yo no la conocía, la escuché el otro día y me fascinó, me pareció una especie de Meredith Monk gallega. ¿Qué es lo que más valoras de su trabajo?
Valoro su autenticidad, su conciencia de que lo que está haciendo es un legado para los demás, y luego el directo tan potente que tiene y el conocimiento que tiene de la música tradicional. Para mí ella es como una señora antigua tocando instrumentos electrónicos y eso me fascina.

Sigues presentando ‘Trópico de Covadonga’. ¿Habrá gira de presentación clásica de ‘Manual de cortejo’ o seguirás con el mismo espectáculo?
De momento seguimos con ‘Trópico de Covadonga’, que en cualquier caso es el espectáculo donde toco las canciones de ‘Manual de cortejo’.

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Publicado por
Jordi Bardají