Así, aunque su melodía ostenta la misma pegada (no inmediata, sino que medio plazo se incrusta en nuestra memoria) que muchas de las canciones más memorables del grupo en el que se inició, su enfoque estético tiene más que ver con un perfil electrónico que le emparenta –como él mismo reconoce en nota de prensa– con proyectos como The Drums, Wild Nothing o incluso Clairo, a la que Javier escuchaba con profusión en los días en los que escribió la canción. Una canción melancólica que, como otras canciones suyas, apela a la “añoranza de un tiempo no vivido”. Porque, explica Egea, ‘Fontana’ “surge paseando al atardecer, de vuelta del trabajo, en un día en el que tenía los sentimientos a flor de piel. Cuando estás así sientes muchos pelos de punta, te escondes del frío y a veces algo de viento te hace sobrecoger. Otras veces la misma brisa es como una caricia. La ciudad es enorme y tú eres uno más. Las luces y la gente hacen que te sientas más pequeño. Poco a poco vas construyendo el camino hacia delante con el ritmo de tus pasos y ves una pequeña luz adelante sumido en la melancolía”.
Esa idea, precisamente, recordó al director K. Von Richardsson al concepto de wanderlust –que ha inspirado desde series de TV hasta un álbum de Sophie Ellis-Bextor pasando por canciones de Björk y Wild Beasts–, «que viene del romanticismo alemán, de cómo la gente vagaba (viajaba) en soledad por los bosques y naturaleza, intentando encontrarse a sí mismos en lo desconocido». «Esa idea», prosigue el director, «pronto me llevó al estereotipo de las parejas durante el romanticismo, a las tragedias asociadas a ellas y sobre cómo idealizamos el propio duelo. Lo que más me interesaba era expresar que los recuerdos en realidad no son buenos o malos, simplemente son parte de nosotros, un mapa de cómo llegamos a convertirnos en la persona que somos». Así se enfoca exactamente el clip de ‘Fontana’ que estrenamos hoy en JENESAISPOP.
Creado por el equipo de La Lvz –al que conocemos por su trabajo con Carolina Durante en ‘La noche de los muertos vivientes‘–, desarrolla la historia de un triángulo sentimental protagonizado por Paula Susavila, María Espada y el propio Javi Cosmen, que desempeña un personaje de “ángel de la guarda” inspirado en ‘El cielo sobre Berlín’ de Wim Wenders. Una poética y preciosa traslación a imágenes de este prometedor debut de Cosmen que deja resonando en nuestra mente ese gancho –»No voy a salir más hasta que vengan a buscarme / No pienso volver a hablar si no tienen qué preguntar»– que parece aludir a la época de aislamiento social que vivimos estos días.