Los textos se inspiran en la desidia post-adolescente y por ejemplo ‘Sweet’ fue escrita abiertamente influida por ‘Melodrama’ de Lorde, solo que aquí tratan de hacer de la repetición ad nauseam una especie de metáfora de su propio aburrimiento frente al mundo. «Estoy muerta de aburrimiento, discutamos» es el estribillo repetido hasta la saciedad del single ‘Born Confused’. «No sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé» es el estribillo de ‘Don’t Ask Me Twice’. «Estoy desperdiciando mi vida, estoy desperdiciando mi vida, estoy desperdiciando mi vida» se dice en ‘Long’. Y así hasta que el álbum se cierra con el mantra «no hay nada en el interior, no hay nada en el interior, no hay nada en el interior» de ‘Homecoming Song’.
Porridge Radio terminan siendo víctimas de su propia desgana: su música suena demasiado trágica para los objetivos tan bajitos que se han puesto líricamente, pues la conclusión que queda cuando acaba ‘Every Bad’ es que a nadie en esta banda le ha pasado absolutamente nada digno de mención. Ha de ser la gracia del asunto, que la banda suene sufrida y alienada, ahogada en un vaso de agua, por la absoluta nada. La ironía les lleva también a titular ‘Pop Song’ la canción menos pop y más aburrida del disco, mientras más complicado se hace intentar adivinar qué les ha llevado a llamar un tema «Sobrinos». Un disco disfrutable en las melodías cuando no se atiende a su afectado fondo, muy perjudicado por el hype que lo rodea: ha sido puntuado con un 10 sobre 10 por el NME y Porridge Radio se reconocen en la afirmación -del prestigioso Everett True- de que son «la mejor banda del mundo». ¿Será otra ironía?
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Give/Take’, ‘Born Confused’, ‘Sweet’
Te gustará si te gusta: Torres, Sonic Youth, Savages, The Vaselines
Youtube: Vídeo de ‘Give/Take’