Música

Austra: «Es muy difícil para mí mantener una relación monógama larga y feliz con una sola persona»

HiRUDiN’ es el álbum más personal de Austra. El synthpop de Katie Stelmanis se despoja de barroquismo y se torna diáfano para hablar desde lo más profundo de su yo. Este es un disco que pivota alrededor de las relaciones tóxicas: vivirlas, sufrirlas, liberarse… y caer de nuevo en ellas. ‘HiRUDiN’ es una obra que habla de intimidades vitales, pero que aparece en una época en que lo personal se ha diluido; una época época terrible, en que el mundo se halla viviendo de manera colectiva las idénticas condiciones de aislamiento y profunda preocupación. Esta entrevista se realiza el 26 de marzo y España lleva en estado de alarma desde el 14 por la Covid-19. Es inevitable que, para romper el hielo, charlemos un poco acerca de nuestras experiencias de confinamiento. “Estoy en Canadá, en Toronto. Estaba viviendo en Reino Unido, de hecho, y volé a Toronto el día antes de que impusieran la prohibición de viajar. Fui a casa por si acaso. Y justo a tiempo. No he salido desde hace una semana”. Foto: Virginie Khateeb.

Mi primera pregunta es sobre el título, ‘HiRUDiN’. Lo busqué en el diccionario, pero no he encontrado el significado ¿Qué significa? ¿Es un juego de palabras con “Cómo te va” (How are you doing)? ¡Me está siendo complicado entenderlo!
Creo que está siendo complicado para todo el mundo. Imagino que no está en el diccionario, se tiene que buscar mejor en la wikipedia (risas). Es “hirudin”. No sé cómo se dirá en español. Básicamente, es un péptido que las sanguijuelas segregan dentro de tu cuerpo cuando te chupan la sangre [ndr: el término en español es hirudina]. Mi disco es sobre las relaciones tóxicas, y estaba pensando en cómo representarlo tanto visual como metafóricamente. Y vi que las sanguijuelas eran geniales para hacerlo. Las sanguijuelas son muy interesantes porque, por un lado, son unas criaturas repugnantes: literalmente, te chupan la sangre. Pero, por otro lado, se usan en prácticas médicas y como método de curación desde hace miles de años, con lo que tienen un significado dual. Parte es esa criatura diabólica que te chupa la sangre. Pero también segrega ese péptido, hirudina, que se usa en prácticas médicas y que puede ser muy útil. Se trata realmente de mirar lo oscuro y lo luminoso en cada mala relación.

‘Future Politics’ era profundamente político, este disco es profundamente personal. Aunque va a lanzarse en una época muy extraña para lo personal, ¿no?
Sí. El disco va a aparecer en tiempos muy raros. Pero, para ser sincera, ‘Future Politics’ también se lanzó en tiempos incongruentes, porque era un disco realmente muy optimista y que escribí antes de que Donald Trump apareciera. Y salió literalmente el día que Donald Trump entró en el despacho oval y se convirtió en presidente. El significado cambió de manera drástica, de cuando lo estaba preparando a cuando apareció. Creo que algo parecido está sucediendo con este nuevo; escribí un disco sobre las relaciones tóxicas en mi vida y sobre cómo estas acababan. Y creí que no me estaba sirviendo de nada. Pero, una vez lo he acabado y la gente ha empezado a escucharlo, me han ocurrido otras experiencias. No sólo el coronavirus, sino otras cosas, como una nueva ruptura. Así pues, todo el significado de este álbum también ha cambiado muchísimo. Hasta para mí. Es una locura.

Es todo autobiográfico. Y no es sólo sobre relaciones románticas, porque también hablo de otras relaciones dañinas a lo largo de mi vida. Las relaciones tóxicas pueden ser de amistad, con colegas de trabajo, amantes, etc. El disco sigue esta neurosis: cuando estás en una relación tóxica, tienes sentimientos caóticos, la rompes y, entonces, acabas en el otro lado, más esperanzada y optimista sobre el futuro. Me vi a mí misma viviendo esa transformación. Y, entonces, cuando lo compuse, sufrí otra ruptura (risas). Y me dije, “¡esto es estresante, esto es psicótico!”. Es algo que sucede una y otra y otra vez a lo largo de nuestras vidas. Es el ciclo de la vida, supongo (risas).

«Es muy difícil para mí mantener una relación monógama larga y feliz con una sola persona»

En los últimos tiempos se nos advierte del peligro del “amor romántico”, especialmente desde el feminismo. Pero no podemos evitar caer una y otra vez. Entonces, ¿es este disco una advertencia contra esa idea? ¿Tan difícil es sacar este concepto de “amor romántico” de nuestras cabezas? Ya sabes: el amor duele, has de luchar por él, etc.
Si te soy sincera, creo que el amor es duro. Requiere mucho esfuerzo. He tenido como cuatro relaciones largas durante los últimos trece años. En una relación hay sentimientos y la idea es que la otra persona no siempre siente lo mismo que tú, que ha de tener su propio lugar. Eso al final es lo correcto, ha de ser lo normal y… Oh, Dios, siento que estoy poniéndome demasiado profunda (risas). Digamos que ahora siento que es muy difícil para mí mantener una relación monógama larga y feliz con una sola persona. Quizás sea posible, no sé. Pero ahora mismo, me parece que todas las relaciones cambian y se transforman. Y no me parece natural, al menos para mí, estar con la misma persona para siempre. Quizás cambie, pero es cómo me siento ahora mismo.

Creo que es el álbum más pop y diáfano de tu carrera. ¿Estás de acuerdo?
Sí. Es el más claro. Mi primer disco era un poco galimatías, no iba sobre nada en concreto. Luego emprendí un viaje hacia las letras en mi segundo disco y colaboré con las hermanas Lightman [ndr: Romy y Sari, del grupo canadiense Tasseomancy], en el tercero hablé de política… Este es mi primer disco realmente personal, que significa realmente algo para mí, que escribí de verdad con una intención real. Así que este es relativamente un nuevo territorio para mí.

«Este es mi primer disco realmente personal»

No sólo la música, también las letras. ¿Querías que el mensaje llegara claro?
Sí. Quería ser clara. Viniendo de ‘Future Politics’, en que hablaba del mundo exterior, sentí que era realmente importante para mí escribir algo que fuera más personal. Descubrí que mostrarse vulnerable es una buena manera de alentar a otra gente a mostrarse vulnerable. Pienso que, en tiempos críticos, buscamos esta conexión con otras personas, buscamos esperanza y afinidad. Mostrarse vulnerable ahora mismo es muy buena manera de conectar a la gente con su propia humanidad y vulnerabilidad. Y el resto de gente que no [conecta con esta vulnerabilidad], se queda sola en el mundo; el resultado es que se sienten más solos y desarrollan esa idea tan individualista de que el mundo es malvado. Quiero tener conexiones con la gente, de una manera profunda.

Y la portada es un primer plano de tu cara, sin artificio. En los anteriores, salías en plano entero y caracterizada de alguna manera. ¿Era una manera de esconderte y ahora te quieres mostrar tal cual?
Sí, eso creo. Supongo que debe ser algo subconsciente, la portada. Estaba muy metida en esa idea de regeneración, de salir de relaciones tóxicas. Pienso en las portadas como si estas fueran yo misma y en esta muestro esta especie de renacimiento.

Y suena extrañamente feliz. A veces es sano sacar a gente de tu vida, aunque de entrada duela, porque luego descubres que estás mejor, ¿no?
Sí. Es una locura, porque antes de empezar con este disco, tenía conciencia de haber estado metida en una buena cantidad de relaciones tóxicas que hubiera deseado haber finiquitado antes (risas). Pero es duro y da realmente miedo finalizar relaciones estables, aunque te quieras ver fuera de ellas, porque son un sitio confortable en el que estar. Tienes miedo de que luego te quede un vacío.

«Mostrarse vulnerable es una buena manera de alentar a otra gente a mostrarse vulnerable»

‘Messiah’ la última canción, me gusta mucho. Su letra es esperanzada; llamas a la amante a no ser dependiente de ti, a hallar su propio camino. Es justo el reverso de los tópicos amorosos.
‘Messiah’ es mi idea de cómo ha de ser la relación ideal, que es cuando las personas fluyen y no hay una más dominante. Cuando compartes de manera igual, no cuando una aporta mucho más. Cuando dos personas con su propia individualidad caminan juntas en vez de haber una marcando el camino. ‘Messiah’ es algo así como la resolución de cómo es una buena relación.

‘Risk It’ es un poco chocante como primer single, ¿por qué lo escogiste como adelanto?
Si te soy sincera, no esperaba que fuera a polarizar tanto. Me sorprendió que hubiera tanta gente a que le dejara atónita y pusiera todo el foco en el “pitch” de la voz. Es que yo escucho mi voz tantísimo que para mí era emocionante escucharla de manera tan diferente por una vez. Pero aun así, sigue siendo una de mis canciones favoritas del disco. Todavía me vuelve loca, ese reverb; me parece una muy buena canción para presentar el nuevo disco, así la gente ya entiende que este va a ser muy diferente a los anteriores.

Comentabas en la hoja de prensa de ‘Risk It’ que subías el pitch de tu voz para crear tensión. Es curioso porque estamos más acostumbrados a crear tensión con sonidos más bajos o graves…
Creo que sí muestra tensión. Pero no tensión en un sentido de “miedo”, sino en el de sentirse profundamente incómodo con algo. Sí que es algo difícil de escuchar; sientes que hay algo ahí que no está del todo bien. Eso es lo que estaba buscando.

«El estudio estaba en las afueras de una pequeña ciudad llamada Segorbe, en un suburbio llamado Peñalba. Está muy aislado. No es un enclave turístico. Había muy poca gente que hablara inglés en el pueblo y los conocíamos a todos»

El disco fue en parte grabado en España, en un estudio llamado Casa Díscola. ¿Dónde está? ¿Qué tal fue la experiencia?
Mi pareja en aquel momento trabajaba en la industria musical, en Londres. Ella quería crear una residencia artística en España. Preguntó a sus padres que, de hecho, estaban viviendo en una zona rural de España. Pasamos ahí mucho tiempo preparando el disco. Era un edificio muy raro ahí en la montaña, una especie de búnker. Creo que se usaba para cazar, había muchas aves almacenadas. Mi pareja de aquel momento lo alquiló y lo preparó como estudio en directo para artistas. Estaba en las afueras de una pequeña ciudad llamada Segorbe (ndr: provincia de Castellón), en un suburbio llamado Peñalba. Está muy aislado. No es un enclave turístico. Había muy poca gente que hablara inglés en el pueblo y los conocíamos a todos. Es un sitio muy pequeño, pero era muy chulo, porque hoy en día es muy difícil encontrar en las ciudades esa sensación de estar realmente sola y aislada. Es un sitio maravilloso para que los músicos trabajen. Puedes hacer todo el ruido que desees (risas).

‘‘HiRUDiN’ es un disco que de hecho suena muy limpio, sencillo, como si lo hubieras hecho con pocos elementos, mientras los anteriores eran más… barrocos. No sé si este paisaje ha ayudado a esa claridad.
¡Pues no lo sé! Imagino que sí. No pienso en las canciones como “sencillas”. Haciendo las canciones, sé que suenan “sencillas”, lo cual es un gran triunfo por mi parte (risas), porque tengo tendencia a pasarme. Pero, realmente, están hechas con múltiples capas; no quería que sonaran escuálidas, sino que se sintiera que había una gran cantidad de textura en ellas. Y porque el ingeniero de sonido con quien trabajé en la mezcla es David Wrench, que es alguien que quiere que la voz esté realmente muy en primer plano, con lo que mi voz está lo más hacia adelante que ha estado en ningún disco. Creo que esta es una de las razones, también.

En el vídeo de ‘Anywayz’, te vemos dando vueltas en una casa donde los recuerdos te persiguen. Supongo que esa era la idea original. Pero en estos tiempos de confinamiento le podemos dar otra lectura, ¿no? La casa ya no es el sitio donde te persiguen los recuerdos, sino en el que estás encerrada y del que no puedes salir. Cuando lo vi no pude evitar pensar en eso…
(Risas) Sí, es inevitable. Es bastante divertido, porque fue algo bastante psíquico. Cuando escribí esta canción, ‘Annywayz’, no entendía del todo sobre qué estaba escribiendo. La letra es bastante amarga, pero en ese momento yo estaba en una relación feliz. Y, sin embargo, cantaba sobre una ruptura, así que no acababa de entenderlo, era muy raro… Pero seis meses después mi relación acabó, así que la canción adquirió todo su significado y pensé: “Oh, Dios mío. ¡Estaba escribiendo sobre el futuro!”. Y luego vino esta pandemia. Porque la canción también trata sobre estar en cuarentena, de esta manera un tanto extraña. Y hay tanta gente que ha escuchado la canción estando en cuarentena… ¿¿Cómo iba a escribir una canción sobre estar en cuarentena hace un año?? ¿¿Cómo ha podido ocurrir?? Es muy interesante ver cómo las canciones adquieren significados nuevos a lo largo del tiempo, cómo cambian. Ahora para mí es una canción completamente diferente de la que era cuando la grabé.

«Todos deberíamos ser capaces de sustentarnos por nosotros mismos durante unos pocos meses aunque no tengas ingresos. Y muy poca gente puede hacerlo. Es un momento que da miedo»

¿Cómo está afectando esta pandemia a tu carrera? Al lanzamiento del disco, a la gira, etc.
Tenía un montón de conciertos en otoño que aún no habíamos anunciado, espero que los podamos realizar más tarde o más temprano… Pero, sí, son tiempos que dan mucho miedo. También creo que es una época muy interesante, porque el coronavirus de alguna manera ha expuesto toda esta mierda en nuestras sociedades, en la manera en que nos organizamos… Porque la economía se para en seco y, de repente, nadie tiene dinero o los medios para sobrevivir. Esta no es manera de organizarse, porque todos deberíamos ser capaces de sustentarnos por nosotros mismos durante unos pocos meses aunque no tengas ingresos. Y muy poca gente puede hacerlo. Es un momento que da miedo, pero tiene el potencial de ser un catalizador real para un cambio muy significativo; un cambio mucho mayor del que hemos podido llegar a imaginar siquiera. Es una locura, todo, piensa en el cambio climático. El mundo iba a acabar a causa del cambio climático. Y, de repente, nos hemos olvidado de esa posibilidad.

¿Y qué consecuencias crees que tendrá esta crisis en la industria musical?
Es muy difícil de saber ahora mismo, se pasarán por diferentes fases dentro de la industria… Pero, ahora mismo, somos muy dependientes de nuestros gobiernos para que hagan cosas por nosotros. Soy una firme defensora de la renta básica universal, y no paro de pensar que si esta renta básica se aplicara estaríamos todos bien, todos podríamos enfrentarnos a esto. Sería genial que este tipo de cosas empezaran a aplicarse en todas partes. Esa idea de la renta universal básica en la industria musical sería algo completamente revolucionario, para que los artistas no se tuvieran que preocupar tantísimo sobre cómo van a pagar el alquiler, las facturas… El cambio en el mundo de la música sería monumental.

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Publicado por
Mireia Pería
Tags: austra