Lo mejor y peor de ‘Dark Lane Demo Tapes’ se halla en esta misma dicotomía que nos convence, por un lado, de que Drake es un genio y, por otro, de que es un tipo con demasiada chiripa que va mereciendo toparse con un fracaso de los buenos. Existen muchas cosas a las que Drake respeta más que a las mujeres sobre las que escribe, mujeres cuya sexualidad e independencia celebra de manera oportunista o avergüenza dependiendo del día, y la mayor de todas es su propia música. Y las canciones que componen ‘Dark Lane Demo Tapes’ no solo suenan cuidadas aunque como producciones no sean especialmente ambiciosas (ni tienen por qué serlo), es que como conjunto forman una unidad muy coherente que da todo el sentido del mundo al título de la «mixtape», el cual alude a un «carril oscuro» a través del cual Drake va paseando sus pensamientos. Las canciones de ‘Dark Lane Demo Tapes’ son lentas, oscuras y nocturnas, y por tanto otorgan sentido conceptual a lo que no es más que un recopilatorio de descartes… a pesar de que uno de esos descartes, ‘Toosie Slide’, esté arrasando.
Prueba de la suerte de Aubrey Graham es que el artista sea capaz de triunfar como lo está haciendo (sobre todo en los países anglosajones) con una canción hecha para TikTok tan cínica como ‘Toosie Slide’, pero quizá sea absurdo negar que tiene cierta gracia: es agradable de escuchar y su estribillo se termina pegando. Similares son el resto de pistas de «Dark Lane», que vuelven a alternar los dos lados de Drake, el rap y la melodía, sin que las letras comuniquen nada nuevo sobre él porque Drake se niega a crecer, como parece insinuar en la inicial ‘Deep Pockets’, en la que recuerda con nostalgia su infancia como si hubiera sido la mejor etapa de su vida.
Sus preocupaciones (sus «problemas de confianza» que le ha conllevado la fama, su riqueza material, sus «beefs» o reconciliaciones con otros hombres y sus relaciones sentimentales con mujeres) siguen siendo las mismas, pero el problema es que continúan sonando igual de superfluas, cuando no sospechosas o muy cuestionables. Solo Drizzy puede envenenar un instrumental tan bonito y atmosférico como el de ‘Time Flies’ con una letra tan condescendiente hacia esa persona amada que «cree más en los ángulos que en los ángeles», como si el artista fuera el summum de la profundidad emocional o como si no se pudieran ser mil cosas al mismo tiempo, como su mismo repertorio demuestra.
Como es obvio, el mayor problema de Drake sigue siendo la misoginia y, a través de una delicada base de trap, ‘Desires’ con Future vuelve a poner sobre la mesa su afición por el «slut-shaming» al incluir su letra perlas como «debería haberte puesto donde nadie pudiera encontrarte» o «el auto-control nunca te ha interesado». El hecho de que un artista que ha conquistado diversos públicos gracias a su sentimentalismo y que es capaz de presentar instrumentales tan evocadores como los de ‘Demons’ (esos coros fantasmales) o ‘Chicago Freestyle’ (esos pianos) rapee después según qué cosas, escriba por privado a adolescentes de 17 años o colabore en una de las canciones de este disco con Chris Brown, la persona que dio una paliza a su amiga Rihanna, nos acerca al caos máximo que debe de haber dentro de su cabeza. Pero quizá no se pueda ser niño de mamá («I only love my bed, and my momma, I’m sorry») y salvador de las nenas a la vez, no sin que la gente se vea obligada a resaltar esa contradicción, sobre todo si esta resulta en una humillación hacia las mujeres, como sucedía por ejemplo en ‘Hotline Bling’, cuyo mensaje «tienes éxito desde que ya no estoy contigo» ya apestaba tras su estreno. Está claro que, cuando se pone, Drake mola como el que más, pero ya que él es un ser humano y no puede evitar estar formado por contradicciones, se agradecería en su discurso un poquito de autocrítica y de evolución. ¿Habrá alguna de las dos cosas en su próximo disco?
Calificación: 5,9/10
Lo mejor: ‘Toosie Slide’, ‘Time Flies’
Te gustará si te gusta: Drake, Jhené Aiko, Future
Youtube: vídeo de ‘Toosie Slide’