Por mucho que suene a boutade, lo cierto es que no sorprende en absoluto que tantos artistas se hayan rendido a ‘Increíble amor’. Porque basta una escucha para darse cuenta de que es una de esas canciones más grandes que la vida. Pues, de hecho, habla de la supremacía del amor como un ente inconmensurable que todo lo puede («derriba mitos, declara patrias») y para el que el tiempo puede incluso ser un aliado («este amor, este increíble amor, / se hace viejo, / y sus arrugas son victorias»). Una composición que bien podría haber firmado un Lee Hazlewood o un Burt Bacharach con las miras puestas en una película de tintes épicos –quizá un western–, que parte de un suave pero decidido rasgueo de guitarra, enfatizado por las percusiones de Fany, y que se dispara en todas direcciones con el giro melódico y de intensidad del estribillo, con esos coros crepusculares y esas castañuelas tan apropiadas. Así, les bastan dos minutos para evocar una emoción inconmensurable, para contar una vida.
‘Increíble amor’ es, decíamos, el primer single del cuarto disco de Elle Belga, que sucede a ‘Euforia’, disco que en 2016 sucedía a ‘Refugio‘ (2013) y ‘1971‘ (2009). Este ‘Simetría’, producido por Paco Loco en su estudio de El Puerto de Santa María, ve la luz el próximo 25 de junio y, a tenor del recién presentado segundo avance ‘Carmencita Roiz‘, parece que la brevedad y las melodías inmediatas –apuntando casi al folclore– podrían ser la tónica de un álbum que ya se ha ganado toda nuestra atención.