Comenzó, como tantos artistas, subiendo versiones a su canal de Youtube –en su caso, de Juancho Marqués o Maka–, para después lanzarse a mostrar sus propias composiciones, inspiradas tanto por mujeres como Bebe –un referente que heredó de su madre– o Gabrielle Aplin como por raperos como Canserbero o Calero LDN, según ha confesado. Esa amalgama ayuda a situar un poco su música, en realidad a medio camino de todo eso, con gran poso soul y R&B pero sobre todo gobernada por la melancolía y el dolor, que emergen en letras repletas de desengaños, desencantos y traiciones.
Sus números y su potencial no han pasado inadvertidos a la industria musical: el pasado viernes Sony Music lanzaba su nuevo single, ‘NASA’, apostando por ella y su «sad lo-fi» con decisión. Y lo cierto es que da toda la impresión de que no se equivocan: en esta producción de Raspo Beats ya se aprecia una calidad y calidez sonora que saca todo el partido al contraste entre un hip hop profundo y oscuro, la tristeza de su piano y la dulzura de su voz, que fluye con cadencia hipnótica a través de versos que, con ingenio y belleza, retratan unos infaustos celos. Y deja la impresión de que hay una posible estrella –¿algo así como nuestra propia Billie Eilish?– en ciernes. ¿Revelación o timo?