La artista revelación dani debuta con un disco de 8 temas y 28 minutos que es poca broma. Decidido en estilo e intenciones, ‘veinte’ reúne unas influencias variadas y muy bien asimiladas que van desde Lio a Vanessa Paradis, pasando por nombres más recientes como Billie Eilish y Frank Ocean.
Y digo bien asimiladas porque en lugar de caer en la mímesis de sus referentes más actuales y comerciales, sus composiciones vuelan por territorios donde algunos de los mencionados nunca lo harían. Los sonidos psicodélicos, el tipo de composición sesentera, algunos giros melódicos y el modo en que asoman los tímidos arreglos orquestales nos hacen pensar más bien en nombres clásicos como Augusto Algueró, y en seguidores suyos de los últimos -o penúltimos- tiempos como Linda Mirada y Francisco Nixon. Así sucede en la estupenda ‘Fui yo’, que al menos de momento no ha sido uno de los singles promocionados del álbum.
La suave voz de dani ha marcado su destino, primero, llevándola al fracaso en un entorno televisivo como fue el de ‘Factor X’, pero finalmente agrupándola con un tipo de artista que permanece felizmente al margen de sus criterios estéticos. Sarah Cracknell, Nina Persson, Karolina Komstedt, Ruth Radelet… tampoco es que hubieran llegado demasiado lejos valoradas por Risto Mejide. Por una cuestión de potencia y volumen, Daniela Dicostas puede tener problemas para comerse el escenario de un gran estadio, pero a cambio tiene la capacidad de convertir la escucha de ‘veinte’ en una experiencia dulce, intimista, reconfortante…
Los textos, como casi todos los que escribe cualquier persona que acaba de sobrepasar la «veintena» (el título del álbum remite a ’19’ y ’21’ de Adele
, parece que inconscientemente), hablan del amor con sencillez. «A mí no me importa si hace frío o calor / siempre y cuando estés tú para sentirme mejor» es una de las frases de ‘Si te vas‘, uno de los singles que más se ha promocionado; mientras ‘Lágrimas’ plantea: «Dicen que el tiempo lo cura todo / Pero yo tengo que ver cómo». En otras ocasiones dani cuestiona el ostracismo («Mira cuántas energías / Desperdiciadas en vano / Por culpa del sofá», en ‘Mira’) o analiza el paso del tiempo y la madurez, como en la final ‘Como solía creer’, que concluye que «hay un paso entre la felicidad y la agonía». A veces, logra arrancarnos una sonrisa, como cuando en la mencionada ‘Fui yo’ espeta: «te importa más beber, que verme llorar».Hija de miembros de Aerolíneas Federales, familiar también de algún Siniestro Total y asociada por tanto, sobre todo en la prensa local, con la Movida de Vigo, dani ha tomado definitivamente otro camino fichando por El Volcán Música y trabajando en la producción con Aaron Rux, conocido sobre todo por sus colaboraciones con Joe Crepúsculo (es el autor de su exitosa balada ‘Rosas en el mar’). Aunque la personalidad de dani está inequívocamente en su voz y en el tipo de composición directa y naíf -sin que esto tenga que ser algo malo-, los teclados synth-pop de ‘Ojalá’ y sus guitarras post-disco, la producción melancólica a lo Hot Chip de la balada ‘Dónde estás’ y sus efectos vocales o el modo en que se levanta ‘Como solía creer’ contribuyen a armar esta cautivadora opera prima.