El cierre por decreto de las salas de conciertos anunciado por el ministro de Sanidad el pasado 14 de agosto ha terminado de dejar al sector en peligro de muerte y de hecho muchas salas ya han cerrado sus puertas definitivamente debido a la ausencia de medidas concretas con las que rescatar al sector de esta trágica situación. Mientras en la calle circula el mito de que las salas de conciertos son focos de rebrotes cuando está demostrado que esto no está siendo así en absoluto, mientras los restaurantes, lugares también muy afectados por la pandemia, siguen abiertos como si salir a comer fuera más necesario que salir a ver un concierto, el sector de espectáculos y eventos se movilizará el próximo 17 de septiembre para exigir acciones concretas al gobierno que lo ayuden a recuperarse. Esta movilización tendrá lugar a partir de la unión del sector en una «mesa sectorial compuesta, por ahora, por 37 organizaciones participativas y diferentes organizaciones colaborativas» y que «se unen bajo un eje neutral, abierto y apolítico basado en el Movimiento Internacional de la Industria Cultural del Espectáculo y los Eventos». 7 países se han sumado al movimiento. El lema de la movilización es «alerta roja», el cual da nombre a un portal web abierto para recoger noticias y comunicados emitidos por integrantes de la unión.
Entre las medidas descritas en el manifiesto, reproducido íntegramente bajo estas líneas, se encuentran «que se reconozca al Sector del Espectáculo y los Eventos entre los sectores principalmente afectados por la pandemia» y la «reactivación inmediata de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas, bajo el estricto cumplimiento de todos los protocolos de seguridad sanitaria». También se enumeran en el texto medidas dirigidas tanto a trabajadores autónomos como por cuenta ajena y a empresas.
El movimiento afirma que es «vital dar visibilidad a la preocupante situación que vive el sector del Espectáculo y los Eventos, bajo un mismo lema y dirección que inste al Gobierno de España y a los Ministerios responsables (Trabajo, Hacienda, Asuntos Económicos, Cultura y Deporte, e Industria) a tomar a tomar medidas urgentes en las próximas semanas para garantizar la supervivencia del sector, además de crear de forma inmediata una mesa sectorial que defina las necesidades del mismo, afectado por la estacionalidad e intermitencia de la actividad, dando prioridad a la regulación a través de la negociación de un convenio colectivo sectorial de ámbito nacional».
Previamente al anuncio de esta movilización, pocos días después del cierre por decreto de las salas anunciado hace unas semanas, la Unión de Músicos Profesionales compartía un diagnóstico de la situación en su página web que ponía el foco en la lamentable gestión del gobierno. «El cierre forzoso, masivo e indiscriminado del ocio nocturno acaba con toda la programación musical y artística que se llevaba a cabo en salas y locales bajo el estricto cumplimiento de la normativa vigente en materia de protección ante el Covid19», expresaba el comunicado. «Además, denunciamos que pese a la existencia de una normativa clara sobre la organización de eventos culturales, los ayuntamientos están denegando masivamente permisos y anulando actividades que cumplen con todos los requisitos legales establecidos.
«Pese a que en todo el territorio español vemos como el sector hace enormes esfuerzos por adaptarse, se hacen respetar las normas de seguridad y a día de hoy aún no se ha registrado ni un solo rebrote en conciertos y actos culturales, la actividad musical se marginaliza y es estigmatizada por las autoridades mediante la aprobación de normativas que no tienen en cuenta la realidad de nuestro sector, así como declaraciones públicas hechas desde la más absoluta ignorancia. Decenas de miles de músicos y profesionales dependientes de la música vemos como se nos empuja irresponsablemente hacia la desaparición profesional».
El texto exigía al Gobierno, CCAA y ayuntamientos «responsabilidad, que protejan a la cultura y a los miles de trabajadores que viven de ella, que no priven a nuestra sociedad de la música mediante la cancelación, denegación y la estigmatización de un sector que cumple con las normativas de sanidad y es básico para el bienestar y desarrollo cultural y social de nuestro país».
Poco después, las salas de conciertos españolas firmaban un comunicado nuevamente de condena al gobierno: «6 meses pagando alquileres, hipotecas, suministros, tasas, impuestos, sacando personal de los ERTES ante las confusas y contradictorias medidas, que acaban más tarde en restricciones, prohibiciones y más pérdidas económicas y podríamos seguir con la lista de medidas injustificadas y onerosas (…) El 14 de agosto, el Consejo Interterritorial del sistema de salud pública, decide arbitrariamente, sin consultar con el sector, y de la noche a la mañana, que se cierran las salas de conciertos. Una falta de respeto absoluta hacia todos los músicos, técnicos y profesionales del sector».
«Las salas de conciertos son espacios culturales seguros, que cumpliendo con las medidas, no lo son menos que cualquier establecimiento de hostelería. Además, en las salas de conciertos la trazabilidad está garantizada ya que cualquier persona que compre una entrada está identificada con sus datos de contacto.
Las salas de conciertos son el eslabón imprescindible para el desarrollo de los artistas y todas las grandes figuras que llenan los grandes recintos y festivales iniciaron su carrera en las salas de conciertos.
Si las salas de conciertos desaparecen, se castra al joven talento emergente y desaparece la diversidad cultural».
MANIFIESTO MEDIDAS
1º.- Que se reconozca al Sector del Espectáculo y los Eventos entre los sectores principalmente afectados por la pandemia de la Covid-19. Consideración por instituciones y administraciones públicas como un sector especialmente perjudicado y prioritario.
2º.- Reactivación inmediata de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas, bajo el estricto cumplimiento de todos los protocolos de seguridad sanitaria.
Para los trabajadores autónomos:
3º.- Prórroga de la prestación especial por cese de actividad, hasta su reactivación con una recuperación del 100% de aforos, a los que continúan con su actividad paralizada, con exención al 100% de la cuota del RETA, y posibilidad de acceso reduciendo el requisito de la disminución de ingresos al 30% en relación con los mismos trimestres del año anterior. Cotización escalonada según días trabajados.
4º.- Adopción de medidas legislativas específicas para los que, debido al carácter estacional e intermitente de la actividad, no se encontraban de alta en el sistema de la seguridad social o se encontraban de baja por enfermedad en el momento de inicio de la pandemia. Acceso a las prestaciones por cese de actividad.
5º.- Reconocimiento de cese de actividad Extraordinaria por fuerza mayor a los trabajadores autónomos con menos de 2 años de alta en el RETA. Acceso a las prestaciones por cese de actividad hasta su reactivación con una recuperación del 100% de aforos.
6º.- Reducción del tipo impositivo y/o establecimiento de deducciones en la cuota del IRPF para trabajadores autónomos y profesionales del sector desde su incorporación a la actividad, teniendo en cuenta la estacionalidad e intermitencia de su actividad.
Para los trabajadores por cuenta ajena:
7º.- Durante el periodo de inactividad, y hasta que se reactive con una recuperación del 100% de los aforos, los trabajadores no verán consumido su derecho a prestaciones y/o subsidios, teniéndose en cuenta el carácter retroactivo de esta medida desde el 14 de marzo del 2020.
8º.- Reconocimiento de la actividad como intermitente y adopción de medidas legislativas referentes al régimen de cotización y protección social, permitiéndose la obtención automática de prestaciones de desempleo en cada periodo de inactividad que sucede entre contrato y contrato de trabajo una vez alcanzadas un número de horas mínimas.
Para las empresas:
9º.- Recuperación de los ERTE por fuerza mayor total con exención del 100% de las cotizaciones en seguridad social, hasta que sea posible trabajar con el 100% de los aforos y mantener la prestación de todo el personal afectado por un ERTE en el 70% de la Base Reguladora.
10º.- Adaptación específica de los instrumentos de regulación de empleo a la estacionalidad e intermitencia de la actividad según se vaya recuperando la actividad. La nueva regulación de la fuerza mayor parcial resulta totalmente incompatible con las dinámicas de trabajo de este sector que únicamente precisan de la reincorporación de trabajadores para escasos días, incluso para estos supuestos, se debe cotizar tanto por los trabajadores reactivados como por los trabajadores que continúan en el ERTE, lo que implica que las empresas del sector tengan que trabajar a pérdidas.
11º.- Reducción del tipo impositivo del Impuesto de Sociedades para los ejercicios 2020 y 2021, y aplazamientos excepcionales sin garantías en deudas tributarias de cualquier cuantía, a 18 meses sin intereses. Exención para los mismos periodos del Impuesto sobre actividades económicas, Impuesto sobre Bienes Inmuebles afectos al desarrollo de la actividad, así como tributos locales, tasas e impuestos especiales vinculados al desarrollo de la actividad empresarial.
Para el sector:
12º.- Establecimiento de ayudas directas a autónomos y empresas del sector que acrediten una disminución del volumen de ingresos superior al 50% en relación con el ejercicio anterior, vinculadas o no a la inversión realizada en ejercicios anteriores y al nivel de endeudamiento.
13º.- Aplicación del IVA reducido en los sectores vinculados a la Industria Cultural, del Espectáculo y Turismo de Congresos, Reuniones, Incentivos y Eventos (MICE), como medida dinamizadora de la actividad.
14º.- Moratoria en créditos ICO hasta la reactivación de la actividad entendida como la recuperación del 100% de los aforos.