‘Party in the U.S.A.’, ‘Malibu’, ‘The Climb’, ‘We Can’t Stop’, ‘Slide Away’, ‘Wrecking Ball’… Miley cuenta con singles estelares dentro de su propio repertorio, pero especialmente interesantes han sido siempre las versiones que ha realizado de temas ajenos. Aún no me he recuperado del golpe que sufrió mi mandíbula cuando cayó al suelo después de escuchar por primera vez su versión de ‘Jolene’ de Dolly Parton, y aún a día de hoy considero esta interpretación la única que puede competir con la original. Desde esas ‘Backyard Sessions’ que cualquier fan de Miley considerará una de las cumbres de su carrera, la artista se ha consolidado como una cantante de versiones de lujo gracias a su voz personal, expresiva y andrógina y a su gusto por los clásicos, hasta el punto que un «cover» cantado por Miley es prácticamente sinónimo de noticia, sobre todo si es tan bueno como el de ‘Don’t Dream It’s Over’ perpetrado junto a Ariana Grande, el de ‘Wildflowers’ de Tom Petty realizado en el programa de Jimmy Fallon, o el de ’50 Ways to Leave Your Lover’ de Paul Simon presentado en Saturday Night Live, capaz de poner los pelos de punta. El hecho de que todas estas versiones se hayan producido en directo suma a su valor, al capturar una magia por lo tanto imposible de replicar.
Hoy en día no es tan habitual que canciones ajenas formen parte del repertorio grabado de un artista como lo era hace décadas, y de hecho Miley rara vez ha registrado en estudio las versiones que ha cantado (son excepciones ‘Girls Just Wanna Have Fun’ de Cyndi Lauper o ‘Every Rose Has Its Thorn’ de Poison). En los años 30, 40, 50 y 60 era de lo más normal que una misma canción fuera interpretada por diversos artistas o alcanzara las listas de éxitos a través de varias versiones con pocos meses o años de diferencia, sin que sus autores reales fueran realmente conocidos para el gran público. Un ejemplo es ‘Please Mr. Postman’, composición que fue un hit en manos de los Beatles y después de los Carpenters, pero que también lo fue previamente en las de sus sus intérpretes originales, las Marvelettes, pero cuya autoría se atribuye a unos tales Georgia Dobbins, William Garrett, Freddie Gorman, Brian Holland y Robert Bateman. Eran tiempos en que la separación entre intérpretes y autores estaba a la orden del día, eran de hecho dos labores valoradas equitativamente; artistas como Aretha Franklin o Frank Sinatra sacaban discos cada año gracias a que no solían escribir sus propias canciones y las canciones populares
o éxitos del momento pasaban de estudio en estudio en busca de nuevas revisiones sin que fueran consideradas necesariamente secundarias en la carrera de un artista.Como acaban de hacer Whitney con su nuevo álbum de versiones, a menudo este formato puede hacernos ver una canción desde un prisma diferente o incluso mejorar la composición original. Miley no es tan buena autora como intérprete, lo cual quedó demostrado en su pobre disco ‘Younger Now‘, pero como intérprete de hecho no hay quien le tosa: su voz puede convertir en maravilla casi cualquier cosa y de hecho ‘Jolene’ es una canción tan habitual en su repertorio como sus mayores éxitos comerciales. Si nadie apenas recuerda que ‘I Will Always Love You’ de Whitney Houston era en realidad un single original de Dolly Parton, ‘Tainted Love’ de Soft Cell un single original de Gloria Jones o ‘Hurt’ de Johnny Cash en realidad un tema original de Nine Inch Nails, pocos artistas existen hoy en día que puedan lograr el mismo hito. Miley es una de esas grandes intérpretes capaces de dignificar como pocas el arte de la versión, ¿no está escrito en el destino que termine triunfando con alguna?