‘KIWANUKA’ no es un disco político exactamente, pues sus textos son más bien autobiográficos, pero el mejor disco de la historia para Rolling Stone sí ha podido ser un precedente para él en su preocupación por temas como el racismo (‘You Ain’t the Problem’) o la necesidad de recurrir a la espiritualidad para enfrentarse a los problemas de la vida (el góspel de ‘I’ve Been Dazed’). Pero sobre todo musicalmente es posible encontrar paralelismos: ‘What’s Going On’ ya era un álbum ligeramente psicodélico, pero sobre todo son sus conmovedoras melodías, arreglos de cuerda y coros los que parecen haber influido al británico.
La psicodelia es un elemento central en la música de ‘KIWANUKA’, sobre todo en el sonido de guitarras y sintetizadores analógicos, pero también en la distorsión de algunas tomas vocales, y él menciona entre sus principales influencias a Jimi Hendrix (‘Are You Experienced’ es uno de sus discos de cabecera) y también a Sly & the Family Stone. No, ‘KIWANUKA’ no es un disco bailable en absoluto, pero ‘Dance to the Music’, el álbum de Sly & the Family Stone de 1968, es considerado fundamental en el surgimiento del soul psicodélico y más tarde en la formación de la música funk. El tema titular recuerda mucho a ‘You Ain’t the Problem’, mientras todo el sonido del disco suena a lo que Danger Mouse lleva toda su carrera replicando.
Se usa mucho la palabra «precioso» para describir música, pero se queda corta para explicar lo que sucede en ‘Les Fleurs’ de Minnie Riperton. Kiwanuka ha intentado explicarlo a su manera: «No sé de qué habla la letra, pero la canción es increíble. Suena como el cielo. Y creo que eso puede cambiar el mundo. Cada vez que escucho esa canción me suena como un planeta perfecto e impoluto en el que el cambio climático nunca ha ocurrido, no hay agujero en la capa de ozono y los coches no existen y vamos volando a todas partes». ‘Come to My Garden’, el disco que incluye ‘Les Fleurs’, es como una versión luminosa, limpia y celestial de lo que puede escucharse en ‘KIWANUKA’: sobre todo coros y cuerdas buscan una belleza inexplicable (‘Piano Joint’), como la de este disco, y por mucho que Michael diga que canta sus canciones porque nadie lo quiere hacer, a él escucharle también encoge el corazón.
Como ‘KIWANUKA’, ‘Extension of a Man’ es un álbum personal ante todo, también espiritual como confirman pistas como ‘Lord Help Me’, si bien más conservador en lo musical, algo no tan obvio al principio, pues la primera pista, ‘I Love My Lord, He Heard My Cry (Pt. I & II)’, es una fantasía absoluta. La canción más importante es ‘Someday We’ll All Be Free’, que el compositor escribió con la intención de plasmar la realidad psicológica de Donny Hathaway, que padecía esquizofrenia paranoide; sin embargo, la ambigüedad de la letra, que habla sobre mantener el orgullo y no renunciar a los sueños, hizo que más adelante, sobre todo a partir de que la versión de Aretha Franklin apareciera en la película ‘Malcolm X’, se convirtiera en un himno contra el racismo.
La aceptación de uno mismo es el tema central de ‘KIWANUKA’: el álbum se titula con el apellido del músico y en su portada aparece él transformado en monarca. Kiwanuka, que es de ascendencia ugandesa, ha sufrido las consecuencias psicológicas de ser un «hombre negro en un mundo de blancos», y ‘KIWANUKA’ narra su viaje hacia la «luz». Por tanto, la música africana es un componente de ‘KIWANUKA’, si bien apenas perceptible en las percusiones de un par de temas; pero que Kiwanuka mencione a Fela Kuti, el rey del afrobeat, entre sus principales influencias no es de extrañar, dado su gusto por los clásicos. ‘Expensive Shit’, el disco que Kuti compuso para reírse de la policía nigeriana (la historia incluye drogas y un excremento), es uno de los mejores para entrar en su fascinante -e inabarcable- universo.