Líricamente también es interesante, pues este tema de Meg Remy es el dardo envenenado que cabía esperar por parte de esta artista que tan crítica ha sido siempre con el capitalismo y la política estadounidense. La letra de ‘Santa Stay Home’, un título más pertinente imposible, sugiere a Santa Claus que se quede en casa y empiece a «conocerse a sí mismo» en lugar de salir a repartir regalos y promover la idea de que el consumismo es necesario para encontrar la felicidad. Sobre todo porque, como expone Remy en la canción, el mundo continúa abocado al abismo debido al desastre ecológico. «Los vertederos se desbordan en todo el mundo”, “ambos polos se derriten», «las estaciones se mezclan» y la deforestación provoca graves crisis medioambientales («dejad los árboles en la tierra») en el mundo pero Santa Claus actúa «como si en el Polo Norte no llegaran las noticias». El mensaje último de Remy es que «los regalos no significan una mierda» y que «la vida es el regalo». En palabras de la artista: «cuando uno se pone a pensar en ello, Santa Claus es un tío muy raro y la Navidad no tiene puto sentido».
Lo que sí tiene sentido es que, como decimos, ‘Santa Stay Home’ es un estupendo tema pop que, con los arreglos típicos de la canción navideña popular -el tema tiene ecos a las girl groups de los 60 que tanto inspiran a U.S. Girls, como las Ronettes- engancha y mucho. Especialmente contagiosas son las armonías vocales de ‘Santa Stay Home’, así como su ritmo y melodía de piano. No es tan frecuente escuchar canciones políticas que consigan dejar claro y cristalino su mensaje sin abandonar el sentido del humor y una sensibilidad pop comprensible por todo el mundo, y ‘Santa Stay Home’ es una de esas canciones. Y ni siquiera toca el tema de la covid: quizá porque era demasiado obvio, y ya había otros problemas antes.
U.S. Girls ha publicado este año ‘Heavy Light‘, un nuevo disco con influencias del funk, el R&B y la música disco de los años 60 y 70, en el que Remy volvía a tocar temas que le preocupan como el feminismo, el cambio climático o el capitalismo. Sebas E. Alonso, Jordi Bardají.