Si el disco usa imágenes geológicas como la lava y las placas tectónicas, esta canción es más bien «biológica». Alexandra Drewchin comienza diciendo que ha saboreado «el metal de su propia sangre y aprendido a disfrutarlo», que ha sentido «el cuchillo del amor diseccionando cada vena y vaso sanguíneo». Pero detrás de esta «disección» hay un espíritu de supervivencia retratado en el mismo título de la canción.
Presume el estribillo de ‘How to Fight’ de «saber pelear, joder, morir y resucitar el orgullo», si bien hay que apuntar que con dicho orgullo, renace la propia Eartheater. Y es que entre arreglos acústicos, rasgueos y maneras alternativas de retorcer una guitarra, lo mejor de la canción es ese sonido de ultratumba que se repite cíclicamente. ¿Es la puerta del infierno abriéndose o cerrándose? ¿Son las puertas de madera en una película de miedo? ¿Acaso el ataúd del que resurge nuestro orgullo?
El vídeo es un WTF a la altura, con cuerpos semidesnudos emergiendo entre las piernas, y otras imágenes de contorsionismo medio sexual que encantarán a los seguidores de Arca, Xiu Xiu, Marilyn Manson y el Marqués de Sade.