Un día después de que El Drogas actuara en el Teatro Circo Price como parte de la programación de Inverfest, con la consiguiente e inmerecida polémica, se celebraba en el mismo recinto el concierto de _juno. El concierto era a una hora tan temprana como las 20.00 horas y por allí no se vio a una sola persona sin mascarilla ni desmadrada: tanto la entrada como la salida se realizaron de manera escalonada y organizada, y no tengo la sensación de que nadie temiera por su seguridad o por un contagio. Desde luego no más que en el metro o en el supermercado. Ciñéndonos a lo artístico, Zahara se dejó en casa las emociones que está conllevando la promoción de su alegato feminista ‘Merichane’ -hace unos días se echaba a llorar en la Cadena Ser, abrumada por los mensajes de otras mujeres que también han padecido abusos-, para concentrarse en su otro proyecto junto a Martí Perarnau IV, más conocido como Mucho. Fotos: Sharon López.
Es imperativo que los conciertos ahora mismo se realicen en un teatro, pero este espacio es el ideal para la música que hacen _juno, más influida por la electrónica ligeramente experimental y menos esclava del estribillo pop, aunque a veces lo tenga. Con una escenografía como ideada para el SonarHall, Zahara se sienta en el lado izquierdo del escenario junto a sus instrumentos, y en el lado derecho vemos a Martí con los suyos. En medio de ambos, una serie de sintetizadores y teclados que les han llevado a autodenominarse en Instagram con su humor habitual «operadoras de los años 20».
El dúo explica al principio del set que todo lo que el público va a ver va a ser interpretado en directo -se samplean voces e instrumentos visiblemente también en vivo-, y, en medio de la experimentación, las canciones logran conectar al público e incluso hipnotizarle gracias a una excelente sonorización que permite seguir los textos de las letras en vivo pese a que no los conocieras de antemano. También gracias al buen gusto con el que fueron producidas estas canciones y al mimo con el que ahora son reproducidas en vivo, sin duda fruto de muchas horas de trabajo previo.
Las canciones del disco ‘_BCN626’, publicado el verano pasado y uno de los mejores de 2020 en definitiva, hablan de sexo y sentimientos con cierta sensación de magia, y, de nuevo, el Circo Price es el escenario perfecto para sumergirse en composiciones que parecen proceder de un bosque encantado, como ‘_El infinito’. Que el setlist comenzara por el single ‘_BCN626’, la canción más popular del dúo, sugería que aquello iba de provocar sensaciones en el respetable, más que de orquestar un repertorio in crescendo, pero eso tampoco significó que el concierto no tuviera sus momentos cumbre.
Al término de ‘_Los otros’ Zahara no puede evitar convertirse en gogó en el momento más rave, el show acaba con esa preciosidad llamada ‘_Casamurada’, y un par de versiones conquistan por completo al público. Primero, una adaptación muy fiel de ‘Exile’, el improbable dúo de Taylor Swift con Bon Iver que seguramente jamás veamos recreado en vivo por sus autores. Algo esperable, pues Zahara ha manifestado en varias ocasiones en sus redes su fanatismo por la autora de ‘1989’. Más inesperado fue el «mash-up» en el que Zahara se arrancó a versionar ‘So payaso’ de Extremoduro y Martí incorporó por allí algunas frases de ‘Falling’ de Alicia Keys. No era la intención de _juno presentar sus composiciones en vivo cuando grabaron el disco antes de la pandemia, pero qué bien les ha sentado dejarse caer por escenarios como este en lugar de en eventos multitudinarios en los que nadie atiende más que al colega de turno, cuando no a la barra más cercana. 8,5.