Música

Pale Waves / Who Am I?

La influencia de Avril Lavigne es alargada y llega hasta la mismísima Billie Eilish, pero quizá nunca ha sido tan obvia y descarada como en ‘Who Am I?’, el segundo álbum de Pale Waves. Si la portada es a todas luces un homenaje a la de ‘Let Go‘, las canciones suenan exactamente como lo hacían en los primeros discos de la canadiense. De haber salido en 2002 o poco tiempo después, a Pale Waves le habrían llovido acusaciones de plagio por doquier y su carrera estaría acabada, pero como ahora la nostalgia alimenta la música pop más que nunca, el disco es hasta bienvenido. El grupo de Manchester, que sufrió un accidente de autobús en 2019 que pudo haber sido fatal, vuelve con un disco entregado a las pasiones adolescentes, las cuales siempre encontrarán un público, tomen la forma que tomen.

Dado que las canciones siempre estarán por encima de cualquier cosa, incluso de la imitación, puede decirse que ‘Who Am I?’ es un buen disco, esclavo de sus influencias, pero un buen disco al fin y al cabo. Heather Baron-Gracie, la cantante del grupo, que ha salido del armario como lesbiana inspirada en su compañere de banda, Ciara Doran, que se identifica como no-binarie; vuelca en melodías y letras de ‘Who Am I?’ toda su frustración para con el mundo, y si en ‘She’s My Religion’ decide usar pronombres femeninos por primera vez para referirse a su pareja, a la que dedica una balada preciosa que podría haber sonado en las radios de pop-rock alternativo de los años 90; en ‘You Don’t Own Me’ se planta contra el patriarcado y le sale un pedazo de himno que habría sido un hit en la época de MTV.

En ocasiones, la nostalgia de ‘Who Am I?’ alcanza lo inverosímil, como cuando en la pop-punk ‘Tomorrow’ Grace menciona que las «revistas» venden un ideal físico imposible… ¿pero los adolescentes siguen leyendo revistas? ¿De papel? ¿Tipo ‘Loka’? Sin embargo, la honestidad de Grace parece verdadera tanto cuando suena visceral, como en la guitarrera ‘Change’, una oda a los amores tóxicos; como cuando suena vulnerable, como en la tierna ‘Odds One Out’, otra balada tipo «nosotras contra el mundo»; y aunque el disco flojea en su segunda mitad, tampoco se hunde del todo. La réplica del sonido emo-pop-rock de los 2000 es tan concienzuda en ‘Who Am I?’ que si te despistas puedes creer estar escuchando una reliquia del pasado, pero pocos peros se le pueden poner a singles como ‘Fall to Pieces’ o ‘Easy’, la única concesión synth-pop del álbum y por tanto al disco anterior. La pregunta es si Pale Waves encontrarán algún tipo de sonido propio en el futuro, o se quedarán en el sucedáneo.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: pale waves