Entre los daños colaterales que nos ha dejado la pandemia, el cierre de clubs nocturnos, Boite incluida. El público se ha quedado sin bailar ‘911’, ‘Levitating’ ni ‘What’s Your Pleasure’. Bueno, esta última no la habrían puesto. En cualquier caso, echábamos de menos las performances de La Prohibida, quien sí ha podido desplazarse a la sala para grabar un concierto acústico acorde a los tiempos de «nueva normalidad»: la sala sí abre en formato «whiskería» con mesas reservadas.
Allí ha presentado, pues eso, un disco ‘En acústico’ que sorprende por su riqueza de arreglos de corte rock, a destacar la fiera guitarra eléctrica de Diego Perinetti, que impide que el álbum sea muermo alguno dando una nueva vida a composiciones muy queridas por el público. No voy a decir que las nuevas versiones de ‘Baloncesto’ o ‘No busques compañía’ sean mejores que las originales pero sí que son muy interesantes en su diferencia. Nunca habíamos imaginado a La Prohibida tan cómoda como vocalista entre referencias tan desérticas y fronterizas: este parece su disco americano, ideal para el formato con que se relaciona.
Entre las sorpresas del álbum, hay una versión de Françoise Hardy; ‘La conexión’ es ahora un dueto con Algora, autor de algunos de sus mayores hits; y también hay que alabar la recuperación de un tesoro perdido de Parade. En concreto hablamos de ‘Determinista’, una maravilla que se perdió en ‘Todas las estrellas’ (2005) en una producción trip-hop, de guitarras británicas y cajas de ritmo.
Su texto era excelente y ahora La Prohibida ha logrado convertirla en una canción más atemporal, a la que Antonio Galvañ ya ha dado su visto bueno en las redes sociales. «Tremenda versión», ha dicho, elogiando el trabajo de La Prohibida y de la producción de Guille Mostaza (ex Ellos).
Y es que esa letra que justifica su título («Nada pasa sin querer / nada se hace sin pensar / mire usted, que el azar no existe») merecía una revisión urgente, en su dolor alternado con ese carácter contemplativo y poético: «El destino nos modela, como las piedras el río / desde el llanto yo me río del libre albedrío». La nueva grabación está disponible, como el resto del disco, en las plataformas de streaming, si bien la mejor manera de disfrutarla es en el minuto 4.12 del siguiente concierto.