Raúl Bernarte parecía que tenía aparcados a Nuevos Hobbies. Ya habían pasado dos años tras su participación en ‘Largos agotadores‘ de El Palacio de Linares, donde ha sido voz principal, y más de tres de ‘Palmeras‘, cuando, al fin, se anunció este ‘Monstruoso’, editado en vinilo entre los sellos Discos de Kirlian y Hurrah! Música. Esta vez, Raúl está acompañado por Borja Alcate, autor también de la música, Alberto de Ema, Xabi Jareño y Javi Induráin.
El título y su enigmática portada, una foto de una escultura de José Castiella, pueden confundir sobre el contenido. Pero Bernarte se mantiene fiel a su línea y nos regala otra colección de canciones bañadas en el jangle, las guitarras y el pop clásico de los 60 y los 80. ‘Monstruoso’ se grabó «entre el verano de 2019 y el inicio de 2020, justo al borde del confinamiento», relatan en su bandcamp. Por esos sus temas aún tienen el brillo de la ingenuidad, de los que esperan que todo mañana vaya mejor.
A primera escucha, parecería que el cómputo de canciones gloriosas se lo lleva ‘Palmeras’. Pero ‘Monstruoso’ contiene pequeños clásicos, de puro brillo pop, construidos con cariño y una claridad y sencillez desarmantes. Es fácil ver a los Beatles o a los Brincos entre sus surcos o ese amor absoluto por los Go Betweens y a los cultivadores del pop de guitarras cristalino. La voz de Raúl es de las que te arropan, aunque sus canciones tengan algún punto ácido; pero siempre gana la bondad y cierta inocencia. El arranque delicioso de ‘No puedo esperar’ es de un precioso clasicismo, pero con esa magia que tan bien sabe sacar a relucir Bernarte. Ahora, esa letra tan ingenua, en que habla sobre nuevos propósitos, se convierte en canto de esperanza post-pandémica. Desarma la melodía tan clara y pegadiza de ‘Monstruoso’, la canción, aunque trae ciertos ecos de desesperanza, a pesar de su alegría sonora y su romanticismo: «me voy a perder en ti aún más, aunque el mundo se vaya a la mierda». Bernarte hace relucir su habilidad para las letras domésticas y que tocan la fibra en ‘Cuando quieras’, junto la voz de Sandra Roncal, nos ofrece invitación al amor reposado, con su deje psicodélico, sus juegos de voces y su emoción trepando: «Los años que pasamos juntos, los tengo grabados a fuego».
Toda esa fe en una manera de entender el pop, nostálgica pero también saltarina, brilla en ‘Cara limpia’, una declaración de amor tan límpida como su título. El tema dedicado a Bob Dylan, ‘Vive Bob’, en que Raúl pide al cantautor que, por favor, nunca se muera, entre guiños a sus letras y a su armónica. También hay reflejos de los Smiths, incluso Prefab Sprout, en ‘Sentado en la esquina de tu cama’. O las estupendas querencias por los Kinks en ‘De mayor’, compuesta por Alberto de Ema; sus inflexiones de voz, cómo fuerza Raúl la letra para encajarla en el estribillo, son una pequeña maravilla. O el ruidoso final de feliz psicodelia con que cierra el disco en la broma-proclama ‘La canción ha muerto’.
‘Monstruoso’ es un disco refugio, de apenas 29 minutos, anclado en un pop clásico y precioso, sin más intención que ofrecernos un ramillete de canciones hermosas. Y como pide Raúl a Dylan, yo también pido que estos grupos y estos discos, por favor que no se acaben nunca.