Pharoah Sanders es uno de los músicos de jazz de vanguardia más queridos de la historia al margen de su trabajo con John Coltrane, gracias a una vasta discografía en la que ha desplegado un estilo de soplar el saxofón intenso y multifónico y una aproximación experimental y meditativa al jazz que ha influido a músicos contemporáneos como Kamasi Washington. Es considerado uno de los pioneros del cosmic jazz -también conocido como jazz astral- junto a John, Alice Coltrane y Sun Ra, con los que colaboró en diversas ocasiones. Hoy, a sus 80 años, firma junto a Floating Points y a la Orquesta Sinfónica de Londres uno de los mejores discos del año, ‘Promises‘, el Disco de la Semana.
En los comentarios que nos habéis dejado en redes sobre el disco, algunos lectores no habéis dudado en calificar ‘Promises’ como el «discazo del año» e incluso como «uno de los mejores discos de la historia». Otros lo habéis puntuado con un «10 sobre 10» o lo habéis descrito como «un viaje absolutamente inolvidable». Pero también hay quien ha salido en contra de la admiración suscitada por ‘Promises’ para defender la obra clásica de Sanders, a la altura de los más grandes: «Creo que se le ningunea mucho, todo lo que hizo desde finales de los 60 y a lo largo de los 70 es maravilloso. En esas grabaciones se encuentran algunas de las mejores sinfonías americanas del siglo XX. Aunque llegó más tarde, para mí está sin duda en el club de los nombres gordos con Charles Mingus, John Coltrane o Miles Davis».
La obra de Pharoah Sanders se caracteriza por su intensidad al saxofón, que Coltrane admiraba pues él era más bien un músico técnico, pero también por su componente de improvisación y caos en el estilo del free-jazz de Ornette Coleman, y por explorar un tipo de composición de jazz más meditativo y espiritual influido por religiones como el budismo o el hinduismo. La música de Sanders ha solido también incorporar percusiones y patrones rítmicos tradicionales latinos, africanos o aborígenes. Su discografía es todo un océano por el que bucear, pero de manera extraña algunos de sus trabajos mejor considerados, como ‘Tauhid’, ‘Izipho Zam’ o ‘Live at The East’ (grabado en un centro de Brooklyn llamado The East, no en el este del globo) no se encuentran en Spotify, aunque sí es posible escucharlos en Youtube. Estos son cinco de los mejores:
La etapa de Sanders en el sello de jazz Impulse!, uno de los primeros que fichó a John Coltrane, se considera la mejor, y ‘Karma’ es uno de sus trabajos más impresionantes. La década de los 60 es políticamente turbulenta y algunos músicos de free jazz buscan escapar de la realidad por medio de la espiritualidad, como Sanders, que en ‘Karma’ entrega una pieza de 33 minutos llamada ‘The Creator Has a Master Plan’ que logra sonar en la radio. El músico se vale de mantras e instrumentos como la trompa o la flauta para dibujar imágenes tropicales que se mueven entre la calma y la euforia salvaje.
Dejando bien clara su espiritualidad, el primer corte de ‘Jewels of Thought’ se titula ‘Hum-Allah-Hum-Allah-Hum-Allah’. ‘Jewels of Thought’ es conocido por alternar momentos de calma y meditación con otros de suprema visceralidad, y también por incorporar instrumentos como la flauta de caña. ‘Sun in Aquarius’, el segundo corte, parte de un free-jazz más o menos controlado para llevarlo a un límite no apto para oídos no acostumbrados: bordea la categoría de «noise».
Sanders publicará años más tarde un álbum llamado ‘Africa’ que incluirá su éxito ‘You’ve Got to Have Freedom’, pero los sonidos de este continente le influirán desde el principio de su carrera. ‘Summun Bukmun Umyun’ recibe su título de un verso del Corán que alude a los «sordos, los tontos y los ciegos», es decir, a los «no creyentes», y Sanders compone esta pieza con el objetivo de «iluminarnos». Casi lo consigue porque ‘Summun Bukmun Umyun’ se vale de mil percusiones y polirritmos africanos y latinos, además de drones, para armar una obra riquísima y enriquecedora que nos empuja directamente hacia la «casa del Señor».
De 1971 a hoy han pasado 50 años, un pestañeo en el tiempo se si se tiene en cuenta lo relevante que suena hoy en día un título como ‘Black Unity’. En esta única composición de 37 minutos, que en vinilo ha de ser dividida en dos partes, como manda el formato de la época, Sanders explora sonidos latinos, africanos, aborígenes y natovamericanos para ofrecer su propia visión del free-jazz. ‘Black Unity’ es una fiesta febril con momentos de éxtasis, donde los instrumentos suenan tan frenéticos y tan bien engrasados que al escucharlos por un momento te parece estar sudando, asfixiado, como si estuvieras dentro de esa misma celebración.
Publicado en el mismo año que ‘Black Unity’, ‘Thembi’ es diferente en varios sentidos: la secuencia ya no incluye piezas larguísimas que ocupan toda la cara de un vinilo, sino varias composiciones más cortas de lo habitual, y ‘Thembi’ es conocido también por la variedad de instrumentos tocados en la grabación, incluido el balofón que titula uno de los cortes. ‘Astral Traveling’, una de las composiciones más queridas de Sanders, está en este disco, y el músico la compuso improvisando con un piano eléctrico que se encontró en un estudio, y que dejó a sus compañeros boquiabiertos. La razón de su título: «Había estado estudiando las proyecciones astrales y la música sonaba como si estuviéramos flotando en el espacio».