‘Héroes: silencio y rock & roll’ es el nuevo documental musical que Netflix promociona entre sus suscriptores a bombo y platillo, en el fondo otra excusa más para que Warner vuelva a hacer pasar por caja a los fans de Héroes del Silencio con un nuevo recopilatorio con directos, rarezas y hits. ¿Cuántos irán ya para una carrera de 4 discos de estudio? ¿Alguien llevará la cuenta?
Alexis Morante ha recopilado imágenes de archivo bastante impagables y ha entrevistado al grupo, periodistas, amigos y personalidades para este trabajo, después de haber colaborado con Bunbury en el pasado. Si en su currículum aparecen Niños Mutantes, Alejandro Sanz y el Gobierno de España, también lo hacen otras películas sobre Enrique como ‘El camino más largo’ y ‘Licenciado Cantinas: The Movie’. Lo cual nos revela que, a falta de que Bunbury se pase por ‘Lo de Évole’, estas no son entrevistas afiladas de las que ningún músico pueda salir perjudicado.
‘Héroes: silencio y rock & roll’ repasa la carrera de Héroes del Silencio desde su principio hasta su final, sin atención alguna a la carrera en solitario de Bunbury: si alguien topa con esta cinta en 2152, no adivinará que tal cosa existió. Se tratan temas como la dura escalada hacia la fama cuando en ninguna discográfica quisieron ficharlos; su éxito en Alemania, extraño como el avistamiento de un ovni; su pésima relación con la prensa musical que los despreciaba o las razones que llevaron a su separación.
El acercamiento a todos y cada uno de los temas es superficial: no se evitan los coqueteos con las drogas ni el sindiós que fue la grabación de ‘El espíritu del vino’, pero queda la sensación de que no se profundiza en ningún tema y sobre todo de que no llegamos a conocer a los protagonistas del grupo, que desfilan con el alma de una entrada en la Wikipedia. Es lo que pasa cuando algunos de ellos responden con monosílabos a cuestiones importantes, como el baterista Pedro Andreu, o cuando viven a una sonrisa de fucker pegado 24/7, como el guitarrista invitado Alan Boguslavsky. Y cuando se evitan ciertas cuestiones: la banda aparece marcada por la muerte de su road mánager en un accidente de coche en 1993, pero no por el asesinato del hermano de Enrique Bunbury
en la misma época, y pese a que le ha dedicado a este un par de canciones.No se profundiza tampoco mucho en por qué a la prensa musical no le gustan Héroes del Silencio, dejando el sabor de que su desprecio es un capricho de los tiempos en que parecían una banda prefabricada que venía presentada por un miembro de la banda prefabricada Olé Olé, cuando el asunto es mucho más interesante y complejo: el exceso de épica y lo rococó de las letras no son cuestiones que aquí se fueran a analizar.
Con todo, el ritmo de la película es ágil, casi dejando ganas de más, ahora que tanto se llevan las docuseries y el grupo se ha beneficiado de su protagonismo en un peliculón como es ‘Las Niñas’. No cabe la menor duda de que Bunbury siempre ha sido una estrella. Son varios los momentos históricos del pop español que aparecen aquí retratados: aquellos días en que obligaban al grupo a actuar con bailarinas detrás, aquellos días en que unas trompetas horribles aparecieron misteriosamente en una de sus primeras grabaciones, aquellos días en que trabajaron con Phil Manzanera de Roxy Music, que parece un absoluto encanto… Y luego está lo de Pito, ex mánager de Alaska y Loquillo y un documental en sí mismo, retratándose como un desastre, y asegurando que a Bunbury no se le había subido ningún éxito a la cabeza… porque siempre había sido igual de insoportable.