Música

Britney Spears y Courtney Love, dos vidas entrelazadas por el azar

El movimiento #FreeBritney ha alcanzado tal repercusión que hasta Elon Musk ha tuiteado dicho hashtag, aunque tiene pinta de que se lo ha pedido Grimes; por no hablar de que hasta políticos como Elizabeth Warren se han involucrado en el caso con la intención de ayudar a personas anónimas que estén pasando por situaciones similares. Ronan Farrow, la persona que ayudó a destapar a a Harvey Weinstein, hijo de Mia Farrow y Woody Allen, y Jia Tolentino han realizado un interesantísimo reportaje de investigación sobre el caso que deja en muy al lugar al padre de Britney y a todos aquellos quienes facilitaron la aprobación de la tutela allá por 2008.

Uno de los personajes que más se están pronunciando sobre la tutela de Britney es Courtney Love. En principio, Britney Spears y Courtney Love no tienen demasiado en común; es difícil incluso que compartan fans, los cuales, a principios de siglo, con los mundos del pop y el rock tan absurdamente diferenciados, serían enemigos; pero cualquiera que haya seguido el caso sabe que esto no es así en absoluto. Las vidas de ambas han estado más entrelazadas de lo que parece. Britney y Courtney han llegado a compartir mánager, un tipo bastante siniestro llamado Sam Lufti que se ha enfrentado a sendas órdenes de alejamiento por parte de las dos artistas, y que a día de hoy prácticamente vive en el anonimato; y han tenido en sus vidas a Lou M. Taylor, una gerente de negocios cristiana que es considerada el «cerebro» de la custodia bajo la que vive Britney actualmente.

Denostada por los fans de Britney por la influencia que ejercido sobre la cantante y su padre en los últimos 13 años de la vida de Britney, Lou M. Taylor supuestamente intentó someter a Courtney (y a Lindsay Lohan) a una tutela similar a la de Spears para hacerse con el control de la herencia dejada por Kurt Cobain, en concreto, el «96% de las canciones de Nirvana», para después «vender los derechos de publicación». Con estas palabras lo contó Courtney hace unos meses en un extenso comentario de Instagram (ese nuevo medio de comunicación) y más vagamente se lo ha corroborado ahora a The New Yorker, el periódico donde Farrow y Tolentino han volcado su investigación del caso. Un representante de Taylor ha negado la acusación.

En medio de este laberinto sin salida de documentos legales, abogados y acusaciones que todavía se han de probar, como la vinculación de Lou M. Taylor a un sospechoso campamento que habría financiado en parte a través de la Britney Spears Foundation, y que ya fue investigado por Slate, Courtney Love destaca como un personaje particularmente comprometido con el caso por raro que parezca. Ya el año 2009, un año después de que se aprobara la tutela de Britney, Courtney dejó una gravísima acusación en Facebook hacia el padre de Britney que nunca ha sido probada, pero que fue documentada por el tabloide US Weekly; y a día de hoy sigue defendiendo a la intérprete de ‘Toxic’ en sus redes sociales.

Courtney ha dicho que, de tanto estudiar el caso, se está convirtiendo en «fan de Britney»; ha asegurado que, en su momento, Britney fue «mejor que Michael Jackson en lo suyo» y se ha referido a su familia y equipo en términos de una «manada de lobos» que hará cualquier cosa por tapar lo que está sucediendo detrás de los focos. Courtney, que actualmente reside en Londres, se encuentra probablemente en el mejor momento de su vida, como ha dejado entrever en una entrevista reciente, y prefiere no irse de la lengua más de lo debido, pero sigue reflexionando con bastante atrevimiento sobre Britney en sus redes sociales. Su última idea ha sido versionar ‘Lucky’ en Instagram, ese éxito de Britney protagonizado por una estrella de cine que lo tiene todo pero aún así «se siente sola» y «llora por las noches». Durante su interpretación no puede evitar emocionarse. Si alguien pensó que Britney y Courtney no podrían tener nada en común, estaba equivocado…

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Publicado por
Jordi Bardají