Cine

‘Tres’: voces nuevas, presentes, futuras, pasadas

Está pasando de puntillas por la cartelera una película española de la que quizá se hablará durante mucho tiempo. El director Juanjo Giménez ha estrenado en la gran pantalla la que considera medio en serio, medio en broma, su «tercera ópera prima», un par de décadas después de ‘Nos hacemos falta (Tilt)’ y una década después del documental ‘Esquivar y pegar’. Su mayor hito de momento ha sido llevarse la Palma de Oro en Cannes por su corto ‘Timecode’ (2016), que también fue nominado al Oscar.

‘Tres’ -mejor en su título en inglés, ‘Out of Sync’, que al menos se puede buscar en Google-, es desde la primera escena una apuesta de lo más estimulante para los estudiantes de Comunicación Audiovisual y los licenciados en dicha materia. En ella vemos a una técnica de sonido trabajando en una película de ficción, en concreto en una escena violenta, de manera analógica y digital. Se azota a sí misma para simular el sonido de una bofetada en la película que está montando; después trabaja con el software de su portátil.

En otras palabras, ‘Tres’ corre el peligro de ser una película hecha para la Academia, y seguramente no vaya a librar a Juanjo Giménez de continuar con sus múltiples trabajos paralelos, a saber, productor, director de fotografía, guionista, ayudante de cámara y, de manera dramática, «empleado de una multinacional». Sin embargo, su apuesta formal es impecable, influida por clásicos de diferentes épocas como ‘Blow Out’, ‘Berberian Sound Studio‘ o ‘Inland Empire‘; y además la cinta lucha por que su estudio del espacio y el tiempo cinematográficos vengan acompañados de una historia más humana.

Esto último es responsabilidad de la protagonista interpretada por Marta Nieto, ya nominada a Mejor Actriz en los Premios Forqué. Desconocemos cómo se llama su personaje, y quizá como metáfora de sus flagrantes problemas de comunicación con sus compañeros de trabajo, con sus compañeros de cama y con su madre, un día, de repente, empieza a estar «fuera de sincro». Algo en ella parece estar averiado, como ya lo estaba su vida. Ahora escucha los sonidos con segundos o minutos de retardo, con todo lo que ello va a implicar para una persona de su profesión… mientras todos aquellos que hayáis bajado una película de mala manera de la red, quizá esbocéis una sonrisa.

Juanjo Giménez saca partido dramático de tan extraña afección, que oscila entre lo psicológico y lo neurológico (inspirada en el caso de un piloto coreano que vive unos segundos desincronizado), pues además el personaje de C. es workaholic hasta la médula. Pero más interesante que el trabajo que ella pueda perder, es cómo el director va más allá para exprimir a Marta Nieto con numerosos recursos. Los hay más manidos (el atropellamiento, el fuego de la cocina), pero los hay ocurrentes: ¿cómo es el sexo para una persona que oye con «delay»? ¿cómo es su vida cuando escucha conversaciones que nunca debió oír?

En un universo particular, ‘Tres’ nos habla de la locura que acecha a los cineastas que pasan 10 y 12 horas diarias en la sala de montaje de sonido, cuando después salen a la calle y el sonido ambiente les abruma. En un plano más general, el film nos habla del uso que hacemos de la tecnología en el año 2021, cómo vivimos con «delay» respecto a la realidad a través de nuestros gadgets, y por eso la película es un pequeño festival vintage de cintas de cassette, bloc de notas de papel y boli, móviles muy antiguos y gente sin WhatsApp. En última instancia, la película se crece cuando logra mirar el lado positivo de la circunstancia, a través de la bonita secuencia del paseo y el cine mudo -mágica, casi navideña-, y de la búsqueda de respuestas en nuestros ancestros. Un mundo de posibilidades se abre en esa resolución final.

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Publicado por
Sebas E. Alonso