Sega Bodega es uno de los artistas que se encuentran al frente del colectivo y sello discográfico NUXXE junto con Oklou, Coucou Chloe y Shygirl. Todos ellos practican un pop futurista que absorbe influencias de la música de club o del hip-hop y que no teme desviarse por caminos incómodos o sonar totalmente deshumanizado, y su sonido puede marcar el curso de la próxima década. Por lo pronto, Rihanna ya ha echado el ojo a algunos de ellos, incluido el autor del disco que nos ocupa.
‘Romeo’ es el segundo disco de Sega Bodega y narra la relación sentimental entre este y el ente de luz que aparece en portada e imágenes promocionales, Luci, que titula el corte final. El single ‘Angel on My Shoulder’ es uno de los temas clave porque está inspirado en «todas esas personas que nos podrían haber cambiado la vida pero a las que jamás conoceremos» porque o bien han muerto, o bien no han nacido.
También es un tema clave en lo musical: su mezcla de voces autotuneadas, beats de trap, sintetizadores de trance, ritmos de breakbeat y ruiditos a lo Arca definen el sonido de Sega Bodega y de todo el disco. La fórmula equilibra melodía pop y producciones oscuras y vanguardistas de club y, si el corte titular esconde detrás de distorsiones vocales extremas y bases duras una melodía cargada de desamor, ‘Effeminacy’ directamente lo apuesta todo a una producción tan estimulante que te hará creer que tienes sinestesia.
La influencia de Arca en Sega Bodega llega al punto que la productora venezolana aparece en uno de los cortes, ‘Cicada’, que además presenta un beat que recuerda al reggaetón aunque otras de sus ideas lleven al disco de Oklou o a la música de PC Music en general. También es parecida a la de Arca la evolución de Sega Bodega de productor a compositor pop y, en ‘Romeo’, ambas facetas las explota con resultados estupendos: el emotivo garage-pop de ‘Only Seeing God When I Come‘ puede ser tan adictivo como la locura de producción de ‘All of Your Friends Think I’m Too Young for You’, que parece fabricada por un alienígena.
Hay que decir que un alienígena no invitaría a Charlotte Gainsbourg a su disco para colarla en una producción de bedroom-house que ni siquiera suena actual ni dedicaría a SOPHIE una canción tan inane como ‘Um Um’, pero el británico Salvador Navarrete (de padre chileno) sí muestra mucha promesa cuando es capaz de hacer un góspel como el de ‘I Need Nothing from You’, que suena a futuro.