Jon Batiste es el artista más nominado en los premios GRAMMY al aspirar a 11 candidaturas. El músico de Luisiana compite en dos de las categorías más importantes, Álbum del año y Grabación del año, así como en otras categorías «de género» tan variadas como Mejor álbum de R&B, Mejor álbum de jazz instrumental, Mejor composición de clásica contemporánea, Mejor banda sonora para medio visual y, atención, Mejor solo de jazz improvisado. El resto de artistas más nominados son H.E.R., Doja Cat, Lil Nas X, Olivia Rodrigo, Justin Bieber y Billie Eilish, y entre todos ellos hay uno que nos suena más bien poco.
¿Quién diantres es Justin Bieber? No, ahora en serio, Jon Batiste -con el que comparte siglas- puede no ser tan conocido en España pero en Estados Unidos es una eminencia en el mundo académico y gracias a sus nominaciones a los GRAMMYs ahora es conocido hasta por todas esas personas que, en las últimas horas, han buscado en Twitter «quién es Jon Batiste» y «quién coño es Jon Batiste». De hecho, probablemente ya hayas escuchado su música aunque no lo sepas, pues este año Batiste, junto a Trent Reznor y Atticus Ross, ha ganado un Oscar, un Globo de Oro y un BAFTA por la banda sonora de ‘Soul‘, una de las últimas películas de Pixar. Y nadie consigue tal cosa sin una carrera de fondo.
Batiste proviene de una familia de músicos de jazz de Nueva Orleans. Empezó a componer a los 8 años, transcribiendo a partituras música de videojuegos, y a los 20 ya estaba tocando en una prestigiosa sala de conciertos de Amsterdam y organizando talleres musicales en barrios desfavorecidos. Ha sacado 8 discos, tocado con Stevie Wonder, Prince, Ed Sheeran, Lenny Kravitz, Willie Nelson, Roy Hargrove y Mavis Staples y, desde 2015, forma parte de la banda residente del late night estadounidense The Late Show with Stephen Colbert. En 2017 colaboró en un single de Leon Bridges, en 2020 tocó el piano en el disco de Hamilton Leithauser
y este año, tanto ‘Soul’ como su álbum ‘WE ARE’ le han dado las mayores alegrías de su carrera.‘WE ARE’ es uno de esos discos que no verás reseñados en Pitchfork, Stereogum o NME (tampoco nosotros lo hemos reseñado) pero sí en NPR o medios especializados como Jazz Times o American Songwriter porque hay un mundo más allá de las revistas de tendencias y «hypes» que duran una semana. Es un disco de protesta influido por el movimiento Black Lives Matter que, en lo musical, explora y fusiona estilos como el soul, el R&B, el jazz, el funk o el hip-hop desde un punto de vista que antepone el virtuosismo a la innovación. En otras palabras, Jon Batiste no ha hecho precisamente un disco rompedor que le vincule con Kendrick Lamar en lo artístico sino más bien clásico y enormemente deudor de sus influencias en el que destacan especialmente dos singles, el emocionante ‘WE ARE’ y el jovial ‘FREEDOM’, nominado a los gramófonos dorados.
El «elefante en la habitación» aquí está muy claro: Jon Batiste es un gran músico pero no ha hecho un disco ni especialmente actual (solo por temática) ni especialmente interesante que haya podido conquistar a un público transversal. Más bien parece liderar las nominaciones a los GRAMMYs para que no se note tanto que en realidad los más nominados son las Doja Cats, los Justin Biebers y las Olivia Rodrigos como si fueran los MTV Video Music Awards. Cumple la cuota «seria» de los premios pero no se puede decir que represente lo mejor que ha dado 2021 cuando a duras penas ha recibido atención crítica de los medios de jazz o Americana… géneros para los que ya hay categorías especializadas en las que no habría desentonado tanto. ¿No habría tenido más sentido reconocer su trabajo en ‘Soul’ y ya está?