Tres quejas son comunes en lo que a festivales o ciclos se refiere: que siempre tocan los mismos en todas partes, que la gente solo va a beber y no a escuchar música, y que no hay espacio para los artistas noveles entre tanta guerra para vender entradas. A finales de diciembre se ha celebrado en Madrid, mascarilla FPP2 mediante, un nuevo ciclo que viene a romper con todo eso. Foto de Valdivia: Sharon López. Foto de Marta Movidas: Manuel Romero.
Se llama RELEVO, un nombre que hace referencia al testigo que ha de tomar una nueva generación de artistas para los que siempre es difícil irrumpir, pero más ahora que las salas pequeñas han estado cerradas durante la parte más agresiva de la pandemia. JENESAISPOP ha sido medio oficial de esta cita celebrada un sábado entre 12.00 y 19.00 horas, por tanto llamada al consumo moderado. La experiencia no ha podido ser más gratificante y esperanzadora para la música nacional.
Uno de los puntos fuertes de RELEVO es que se celebra en 5 salas a la vez, es decir, cual Primavera Club, ofrece una experiencia festivalera diferente a cada usuario: era normal encontrarte con gente que había vivido un festival paralelo en el que la gran revelación del ciclo era una banda que ni te habías planteado ver. En mi caso la jornada comenzaba en Wurlitzer con el concierto de Marta Movidas, que se despegó de su faceta más electrónica para ofrecer un concierto de pop-rock al uso con 5 miembros a la guitarra, bajo, teclados y batería, aderezado por las dedicatorias de la cantante contra un ex, alguien que le hizo magia negra y, en modo positivo, también su pareja actual.
Su inspiración en Japón se materializó en una versión de un tema favorito castellanizado («soy una friqui pero no tanto»), y también sonó un tema nuevo llamado ‘Cinco’, aunque la cumbre del show fue ‘Mira lo que me has hecho hacer‘, sin necesidad de que se reservara para el final. Marta Movidas cantó, bailó y lo dio todo, asegurando que no sabía qué se iba a encontrar porque han podido tocar muy poquito todavía, pero afirmando ella misma que este era su mejor concierto. La banda se abrazó al final, exultante, sabedora de que les aguarda un futuro. Que no es poco.
En Café La Palma actuaba, a la hora de comer, la andaluza LVL1, con la que quedó probado que una cosa es un viral de TikTok y Spotify y otra muy distinta quién acude a tus shows. Que no se malinterprete: su show estaba lleno y de hecho parecía un after venido arriba durante una sesión como DJ en la que pinchó ritmos noventeros, sonidos PC Music y colegas como Rakky Ripper. Pero es que hay que frotarse los ojos comprobando entre sus estadísticas que ‘FVN!’ tiene 22 millones de reproducciones, con oyentes de Santiago de Chile a Moscú, pasando por Los Ángeles y Varsovia, mientras otros artistas de RELEVO cuentan más bien con 1000. LVL1 arrasó cuando cogió el micro e interpretó sus dos temas. Prometió más «en el horno» y a juzgar por su excelente «flow», acelerado y divertido, y su contundente estética, ofrecerá sets de lo más entretenidos entre la sesión y el live.
Más tranquilo fue el concierto de Paco Moreno en Wurlitzer. LVL1 se había quejado de que tenía «hambre» por el hecho de actuar hacia las dos de la tarde, pero a Paco Moreno le perjudicó mucho más hacerlo a la hora de la siesta. Hay momentos muy bailongos en su haber, que lo acercan al Kiko Veneno más rumbero, pero para este set escogió un repertorio más acústico y tranquilo con el que hacer la digestión, sentado en un taburete.
Hacia las seis de la tarde, de nuevo en Café La Palma, fue el turno de Valdivia, a todas luces una de las revelaciones de la temporada gracias a canciones como ‘Lo malo conocido‘ y a sus muchas colaboraciones con gente como Algora o interrogación amor. Recientemente ganaba de hecho una de las últimas ediciones del JNSP Song Contest de nuestros foros.
Su idea era en este caso ofrecer un concierto de banda como el de su amiga Marta Movidas -ambas se deshicieron mutuamente en elogios-, pero debido a la covid-19 no habían podido ensayar juntos, por lo que optó por hacer un concierto en solitario con la guitarra. Y fue mejor el remedio que la enfermedad porque así, al desnudo, fue cuando realmente se vio a una artistaza que tiene la voz, la técnica, la actitud y las canciones, mejores de lo que apuntan sus producciones. Talentos tan variados como Russian Red, Sinéad O’Connor, Dolores O’Riordan y PJ Harvey vinieron a la mente en varios momentos de su show, a la espera de que sus aventureras composiciones terminen de tomar formas y conceptos en un EP o disco largo.