Música

Burial / ANTIDAWN

«‘ANTIDAWN’ reduce la música de Burial a los vapores». Así describe Hyperdub el nuevo EP de William Bevan, que lleva por título ‘ANTIDAWN’ justo cuando The Weeknd acaba de sacar un disco llamado ‘DAWN fm’. Ambos son seguidores de las atmósferas nocturnas, solitarias y urbanas, Abel de hecho ha demostrado ser seguidor del sonido de Burial en alguna ocasión y ‘ANTIDAWN’ lleva esta estética a un nuevo nivel de depuración, sin que esto reste emoción a su propuesta. Solo le resta beats, que en este caso suman un total de cero.

Cualquiera que escuchase la recopilación ‘Tunes 2011-2019‘ sabe que Burial es un experto en crear ambientaciones en las que sumergirse. ‘ANTIDAWN’ es un trabajo eminentemente ambiental que devanea entre la «composición de canciones por retazos» y las «ambientaciones de los videojuegos de mundo abierto», según nota de prensa, pero que tiene más de lo segundo que de lo primero.

Las composiciones de ‘ANTIDAWN’ son largas, lo cual supone que el nuevo EP de Burial alcanza los 45 minutos de duración con apenas 5 pistas, pero no son lineales o estáticas sino que van revelando sorpresas a cada segundo. Así, la pieza titular vuelve a estar tan cargada de tristeza como otras de Burial, pero incorpora sonidos de tormenta, lluvia, de carillones siendo movidos por el viento o de gente tosiendo o tarareando, que aparecen o desaparecen de manera aparentemente espontánea.

Si ‘ANTIDAWN’ no realiza ningún comentario sobre la crisis del coronavirus, desde luego lo parece. Y no solo porque en ‘ANTIDAWN’ se escuche gente toser: el sonido del órgano, como salido de una misa, es uno de los más recurrentes, y pone especialmente los pelos de punta en la inicial ‘Strange Neighborhood’, y los samples vocales utilizados expresan cosas como «no tengo adonde ir», «estoy en un mal momento» o «déjame abrazarte», llevándonos a la época del confinamiento y, a la vez, logrando sonar tan reconfortantes como misteriosas. En ‘Shadow Paradise’ la primera parte está dominada por el órgano pero en la segunda entran unos sintetizadores tipo rave que suenan completamente desubicados, quizá como metáfora de esas fiestas que no han podido tener lugar.

Quizá como resultado del confinamiento, también, las composiciones de ‘ANTIDAWN’ buscan todo el rato sacar la cabeza al exterior, y el EP está lleno de grabaciones de campo. En la pieza titular se escucha a una persona encendiéndose un cigarro, como si observara desde una ventana el solitario mundo que quedó en 2020. Y lo que escucha es una sinfonía de sonidos urbanos, como sirenas, grillos o el sonido de la lluvia, los cuales rellenan el silencio de la noche londinense. Cuando en ‘Upstairs Flat’ aparece el extraño sonido de un acordeón parece que el EP empieza a alegrarse, pero la melancolía sigue pesando demasiado, lo cual, en el caso de Burial, nunca es mala noticia.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: burial