‘Las canciones del agua’ es el nuevo disco que Los Planetas publicaban el pasado viernes, reuniendo la media decena de singles que han venido publicando durante el último par de temporadas, junto a unas pocas canciones nuevas. La primera en la frente, ‘El manantial’, un tema 12 minutos que además han escogido como «focus track» aprovechando que ya no están en Sony ni en ningún otro sello grande ni pequeño sino que editan simple y llanamente desde su casa, El Ejército Rojo.
Como ‘Islamabad‘ -una adaptación de Yung Beef- abriendo ‘Zona temporalmente autónoma‘, ‘El manantial’ es la canción más importante de ‘Las canciones del agua’, como su propio nombre indica, y es también una adaptación, solo que en este caso de su también paisano Federico García Lorca. Es hoy nuestra «Canción del Día». El poema original de Lorca podéis encontrarlo en la red bajo el nombre de «Manantial» o como fragmento de ‘1919‘ y habla de nuestra relación con la naturaleza a través de unas imágenes tan potentes y bellísimas como vanguardistas.
El narrador se acerca a la naturaleza porque quiere «entender los manantiales, el secreto del agua», azotado por el sentimiento de culpa («¡Mi corazón es malo, Señor! / Siento en mi carne la implacable brasa del pecado»), en busca de un «sexo sin mancha», y siendo finalmente aliviado por el sentimiento de comunión tras la voz imperativa que sugiere «sé árbol»:
«Sentí sobre mis brazos dulces nidos,
acariciar de alas,
y sentí mil abejas campesinas
que en mis dedos zumbaban.
¡Tenía una colmena de oro vivo
en las viejas entrañas!
El paisaje y la tierra se perdieron,
sólo el cielo quedaba,
y escuché el débil ruido de los astros
y el respirar de las montañas».
Los Planetas acompañan este relato tan apto para las actuales reivindicaciones «verdes», únicamente de piano y guitarras, recordando al formato trío que han paseado en vivo por algunos lugares como el Festival Brillante durante la pandemia: escuchar esta producción es recordar hasta la brisa que te golpeaba en la cara durante estos recitales tan inusuales en su historia.
Muy recomendable para comprender el sentido último de la incorporación de este poema de Lorca al repertorio de Los Planetas es la charla mantenida por J y Floren con Rockdelux, en la que, sin descolgarse del presente (también han adaptado a Khaled en la pista 2 del disco), hablan de la necesidad de comprender el pasado. J revela en Rockdelux que conoció este poema hace unos 7 u 8 años y que le ha dado vueltas desde entonces: «Además del poder del texto, la idea de manantial, de que la creación, la música, la lírica brota de manera natural en nuestra tierra, encierra una visión tan profética que asusta. El poeta, aún muy joven, decide dedicarse a la poesía, aunque muera, aunque lo maten por ello. Entender a Dios, a la naturaleza y explicárselo a los demás, que los demás lo escuchen. Señala el lugar donde va a morir, donde va a convertirse en árbol, la fuente de las lágrimas, en Aynadamar. Esa acequia, la de Aynadamar, pasa por el Fargue, por debajo de la casa de mis abuelos, entonces sin agua corriente. De ella cogían, con cubos, el agua. Ese manantial es muy importante en mi vida. Como Lorca», indica antes de concretar cómo The Jesus & Mary Chain les llevó a la Velvet Underground; estos, a su vez, a Bo Diddley y estos al blues, en esa búsqueda del pasado para comprender el presente y el futuro.
Preguntado sobre si el capitalismo es la aberración suprema, J responde afirmativamente, considerándolo “una regresión respecto a las sociedades religiosas” y se pregunta: “Cómo no iban a matar a Lennon o a Lorca si podían acabar con 2000 años de historia». Eso sí, curiosa la proclama contra el capitalismo, cuando los seguidores de Los Planetas se enteraron de la existencia de este álbum más por la web de El Corte Inglés en noviembre que por el propio grupo, que apenas lo confirmó en sus redes hace 6 días.