Música

Zahara: «La relación conmigo misma es la más tóxica que he tenido»

PUTA‘ fue el disco del año 2021 para nuestra redacción, pero también fue el año en que se cumplían 10 años de ‘La Pareja Tóxica’, publicándose una edición especial con casi todas sus canciones regrabadas (‘Pregúntale al polvo’ entra, ‘Adiós’ sale), pero acercándolas a su estilo actual.

También el mismo 2021 se cumplían 20 años del estreno de ‘A dos metros bajo tierra (Six Feet Under)’, la serie favorita de Zahara, así que fuimos a ella con una curiosa propuesta, que la autora de ‘Santa’ aceptó encantada: una entrevista doble en la que repasaríamos el impacto que han tenido en su carrera, y en su vida en sí, tanto ‘La Pareja Tóxica’ como ‘A dos metros bajo tierra’. La primera parte, sobre la serie, podéis leerla aquí, y en esta segunda parte, nos centramos en el aniversario de ‘La Pareja Tóxica’.

He estado leyendo las entrevistas que te hicieron en su día sobre ‘La Pareja Tóxica’, para no repetirme, y no he encontrado lo que te voy a decir ahora, espero acertar. El disco es conceptual, pero ¿habla todo el tiempo sobre la misma relación? ¿O son distintas experiencias que agrupaste?
La toxicidad unía todo el disco, junto a la autodestrucción, a través de distintas parejas… pero la clave estaba en que esas parejas tóxicas no eran solo románticas. Desde la relación tóxica incluso a nivel químico, que está en ‘Leñador y la Mujer América’, a ‘Camino en L.A.’ donde hablo de mi relación con Universal, o en ‘Camino’ donde hablo de la relación tóxica de mi abuela Isabel con una enfermedad, el Alzheimer, que la estaba destruyendo, y que finalmente acabó con su vida. Solo se libra de ello ‘La Mujer Mayúscula y el Mar’, que es la historia de mi amiga Celia, que para mí siempre ha sido una persona súper inspiradora. La historia habla de cuando dejó toda su vida en Cádiz y se fue en un barco a trabajar de lo suyo, y viajó por todos los mares de Europa. Celia siempre ha sido tremendamente valiente, un referente para mí, y casi que todo lo contrario de lo que yo me sentía en ese momento.

Hay canciones sobre relaciones de pareja que no sé si hablan tanto de toxicidad como de tristeza. Pienso concretamente en dos canciones, ‘Del Invierno’ y ‘El lugar donde viene a morir el amor’. La primera es de mis favoritas de toda tu discografía, y siempre la he visto con un sentido bonito; triste, pero bonito. Pero claro, después de escuchar ‘PUTA’, no sé si la relación de la que hablas ahí era tan bonita…
(ríe) Esa sí. Esa sí lo fue… ‘Del Invierno’ es de las mejores canciones que he compuesto, y de las más emotivas, para mí también. Se me sigue poniendo un nudo en la garganta cuando la canto, de hecho acabo el concierto de ‘La Pareja Tóxica’ con ‘Del Invierno’ porque no es una canción para nada hit, pero sí que conecta de manera bestial conmigo y con el público, y me apetecía acabar ahí. Habla de cuando una relación se ha roto, y empiezas a asumir que esa persona va a tener relaciones con otras personas, y que eso está bien. Te marchas, y ahora tú ocuparás un lugar distinto en la vida de esa persona, un lugar muy importante, pero no romántico. Y está todo en paz, aunque estés triste, ¿no?, pero no guardas rencor ni cosas negativas hacia esa persona.

Hay una frase que para mí es la clave, y que es confusa si no la explico: “si me encuentras conduciendo allí, recuérdame que deje flores en su puerta”. Yo no conduzco, eso es ficción (ríe) pero es como que, si alguna vez camino por su barrio, le dejaré flores a ella, y “a ella” es a su nueva relación. Es como un gesto bonito de paz y de enhorabuena, pero también como metáfora de un funeral. Por entonces componía mucho más con metáforas que ahora, ‘PUTA’ es como mucho más literal, mucho más explícita. Por entonces era mucho más metafórica, y cada frase tiene un significado, no están ahí porque queden bien. Y luego, ‘El lugar donde viene a morir el amor’ está conectada con ‘Del Invierno’, ambas van va sobre una relación que acaba porque realmente nos acabamos convirtiendo en amigos. Y escribo ‘El lugar donde viene a morir el amor’ porque es lo que siento que soy yo en ese momento, ¿sabes?, yo soy ese lugar, como que siempre que venía a mí el amor, yo estaba tan sumamente llena de veneno, tan tóxica y tan destrozada que lo acababa aniquilando.

«La toxicidad unía todo el disco de ‘La Pareja Tóxica’… pero la clave estaba en que esas parejas tóxicas no eran solo románticas»

Cuando hablas de esa forma de escribir más poética, pienso en el que quizás sea mi momento preferido de ‘Del Invierno’: “no hay manta, café / no hay nada ardiendo / no hay casa / no hay hijos ni perros / no hay nadie que peine mi cabello / no hay nadie que seque mi cabello”.


Ahí hay además un guiño a ‘Olor en Mandarinas’, del disco anterior, cuando decía: “huele a casa / como al volver de vacaciones en septiembre / como a café con leche hirviendo / como a manta y tele”. Todas esas cosas pequeñitas que quiero, que huelen a nuevo aunque sean viejas, como tu sofá y tu manta, porque huele a casa y huele a tu vida. Y en ‘Del Invierno’ lo que quiero decir es eso: mira, todo lo que querías tener en tu vida no lo tienes. Ahora me oigo decirlo y pienso “qué dramas” (ríe) La toxicidad que hay en ambas canciones no es la toxicidad de esa relación, que fue todo lo contrario, sino la mía: cuando se estropeaba yo no me sorprendía porque ya imaginaba que iba a pasar, porque siempre estropeaba todo lo bueno que tenía. Como la mancha cuando hablábamos de Brenda Chenowith. La relación conmigo misma es la relación más tóxica que he tenido nunca.

¿Hay relación entre ‘Del Invierno’ y la mención al verano y a agosto en ‘El Deshielo’ en ‘Santa’? Bueno, y no sé también si con ‘El Frío’…
Sí, sí, claro. En ‘Del Invierno’ asumo que nadie me va a querer, que esta es la vida que me toca y que me la merezco, y me voy a esa oscuridad, y estoy ahí cuando aparece una persona que es la que provoca ‘El Deshielo’. Es un amor de verano no porque sea corto, sino porque es el calor que me ha faltado todo ese tiempo, todo ese tiempo que he estado congelada… la cosa es que esa persona acaba congelándose luego, por eso en ‘El Frío’ digo “no me esperaba que quien provocó todos los incendios sería también el que los apagó”. ‘Del Invierno’ y ‘El Frío’ hablan de relaciones distintas, pero tienen en común esa sensación cuando dejas una relación o cuando, como es este caso, te dejan. Y te dejan dentro de la propia relación, que era lo que yo sentía cuando compuse ‘El Frío’, que la otra persona se había quedado congelada y era incapaz de moverse, y al final acaba nevando dentro de tu propia habitación. Son metáforas en las que hasta el que no es poeta ha pensado alguna vez. A mí me gusta muchísimo conectar canciones, nunca las concibo como hechos aislados, porque son sobre mí. Y también me gustan en otros artistas cuando escucho esos huevos de pascua que te hacen sentir inteligente (ríe)

«‘Del Invierno’ es de las mejores canciones que he compuesto, se me sigue poniendo un nudo en la garganta cuando la canto»

Hay muchos cambios en este rework del disco. ‘La Mujer Mayúscula y El Mar’, por ejemplo, tiene un rollo muy The War On Drugs…
Como para no tenerlo, ¡no paro de escucharlos! (ríe) De hecho yo quería acabar en fade out, que es algo como muy de The War On Drugs, pero como ya habíamos dado la chapa en el medio, decidimos ahorrarle a la gente un final instrumental larguísimo. La música que escuchas, aunque intentes no tener algo en mente, acaba influenciándote a la hora de componer muchísimo.

El orden también se ha alterado. Y además vi que, aunque esta vez ‘Pregúntale al polvo’ está incluida, ‘Adiós’ ha desaparecido.
Tiene un porqué. Quizás no muy romántico, pero yo te lo explico. Una vez decidimos que íbamos a hacer algo con este disco por su aniversario, hicimos una escucha, y ahí vi que había canciones tan preciosas… no las recordaba así. Pero cuando llegué a ‘Adiós’, sentí que se me quedaba descolgada. No creo que sea una mala canción, pero es que no sabía cómo volver ahora a ese tema, es que no la sentía. En un gesto de honestidad, no la he incluido, pero sí la estoy cantando en los conciertos, porque a la gente le gusta mucho. Recuerdo que vi comentarios sobre el concierto tipo “buah, me voy a morir cuando escuche ‘Adiós’”, y dije: bueno, pues la voy a tener que tocar, no puedo hacerle eso (ríe) Y en cuanto al orden, al ver cómo habían cambiado las canciones, pensé que el orden debía cambiar; ‘Camino’ y ‘General Sherman…’ tenían ahora una unión que antes no, ‘Mariposas’ ya no es la canción que anima el disco, etc. Era un disco completamente nuevo, y como tal tenía que respetar su propio orden. Y metí ‘Pregúntale al polvo’ porque realmente la compuse en ese momento, no sé si te he contado lo de John Fante y ‘Camino a L.A.’…

Sí, sí, en una entrevista pre-‘PUTA’ para JENESAISPOP me comentaste la conexión que tenían, y que iba sobre problemas que tenías por entonces con “unas personas”. Off the record me comentaste que ‘Camino a L.A.’ era sobre Universal, pero claro, a estas alturas…
(ríe) A estas alturas da igual.

Supongo que decir “vuelvo cada tarde al suicidio universal” en ‘Pregúntale al polvo’ no era tampoco una casualidad.
No, claro, se refiere a Universal, no fui muy sutil ahí. ‘Pregúntale al polvo’ fue realmente la primera canción que yo compuse sobre ellos, y lo hago realmente como una relación tóxica, la relación que yo tenía con mi sello. Pero encubriéndolo todo en una relación romántica, claro. En ‘Camino a L.A.’ no hago mención a Los Angeles, ni a ningún sitio, pero el tercer libro de Fante, que continúa la narrativa de ‘Pregúntale al polvo’, se llamaba ‘Camino de Los Angeles’. Lo vi un guiño guay para que, si alguna vez pasaba esto… (ríe) y alguien entendía la conexión, poder explicarla.

“Con ‘Camino a L.A.’ necesitaba romper con esa imagen de la chica dulce que se tiraba un pedo y salían Lacasitos”

En tu podcast sobre ‘PUTA’, creo que además fue en la entrega en la que aparecía el director del site Sebas Alonso, comentabas que no estabas nada conforme con la producción del primer disco. ¿Te planteas hacer un “Zahara’s Version” de ‘La Fabulosa Historia’?
(ríe) Es que el motivo por el que hice de nuevo ‘Con las ganas’ fue un poco eso. Cuando Taylor Swift ha salido explicando por qué está haciendo estas versiones, me sentí muy identificada, porque el motivo por el que hice ‘Con las ganas 2019’ fue para que sonase como yo quería, sí, pero también para recuperar parte de mis derechos. La canción que da dinero de ese disco, hablando claro, es ‘Con las ganas’, y yo por esa canción recibo un porcentaje ridículo. Cada vez que lo recibo, y luego hago el cálculo de lo que a día de hoy siguen ganando ellos con mi canción, me pongo negra. Quise intentar recuperar lo que pudiese de esa canción, y con un vídeo precioso, y que todo lo que monetizase eso fuese para mí. ¿Hacerlo con todo el disco? Tengo el problema de que no me pasa como con ‘La Pareja Tóxica’: hay canciones que se me quedan muy desconectadas. No entro a valorar su calidad, pero es que no puedo cantar canciones que no sienta. Sí me veo cantando ‘Photofinish’, ‘Olor a mandarinas’, etc, pero no me veo abordando ‘La mujer más fea del mundo’ ahora mismo, aunque sea una canción majísima. Ahora la cosa está así, aunque no descarto en el futuro grabar de nuevo las que me gustan. Ahora sé que soy mi sello y que tengo la libertad de hacerlo.

Al lado de ‘PUTA’, ‘Camino a L.A.’ se queda en ‘Peppa Pig’, pero en su momento era lo más bestia de toda tu discografía. A la hora de revisitarla, te quería preguntar dos cosas: ¿fue más fácil al ser un estilo más cercano al que tienes ahora, o más difícil por ello? Y, ¿por qué no termina de romper?
Después de esa conversación con el sello en la que -de forma muy despreciativa y paternalista- me dijeron que todos los planes en los que yo había decidido no iban a ocurrir, escribí un mail larguísimo en el que me quejaba de todo… pero no se lo envié. Y empecé a escribir la canción, y del vómito de 9 minutos seleccioné lo que más me gustaba. Ya en ‘La Pareja Tóxica’ tenía claro que la canción tenía que ser un puñetazo, súper oscura, agresiva, con reminiscencias metaleras, etc, y en directo la he cantado con esa intención. Pero no tengo ahora el rencor hacia Universal que tenía cuando la compuse, ahora me gusta cantarla porque la encuentro sexy, porque me gusta ese punto medio hablado que hice cuando no sabía que eso de “spoken word” existía y que, como dices, conecta con ‘PUTA’, etc, pero ya no siento esa rabia.

“La nueva ‘Camino a L.A.’ no rompe porque no quería que rompiera, porque ya no está rota. Porque yo ya no estoy ahí”

Observando ahora el disco, me pasó como con ‘Mariposas’: en su día incluí ‘Mariposas’ para remontar, pero como ahora no necesitaba remontar nada porque el disco lo hacía para mí, la quise hacer ultra bajo. Y con ‘Camino a L.A.’ fue algo así: cuando la hice, la dejé así de salvaje porque necesitaba reivindicar el rock que tenía dentro, necesitaba romper con esa imagen de la chica dulce que se tiraba un pedo y salían Lacasitos. Pero ahora no lo necesitaba, entonces pensé: ¿qué quiero ahora? ¿Quién soy, qué quiero mostrar de mí ahora? Para mí era importante por eso que tuviese un final concreto y sosegado, casi en ambient, que no se fuera de madre, que estuviera más atado, y que la electrónica mandara. Me recuerdo gritándole a Martí: “¡le falta techno a esta canción!” (ríe). Y, efectivamente, la canción no rompe. No quería que rompiera, porque ya no está rota. Porque yo ya no estoy ahí.

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Publicado por
Pablo Tocino
Tags: zahara