Cine

‘La hija oscura’ es un imperfecto pero interesante debut de Maggie Gyllenhaal

Cada vez es más frecuente que los actores decidan probar su talento detrás de las cámaras. Maggie Gyllenhaal es el último gran ejemplo, presentando su opera prima ni más ni menos que en la sección oficial del Festival de Venecia, donde acabó llevándose el premio al mejor guion. También ha conseguido colarse en las nominaciones a los Oscar en esa categoría, en mejor actriz (Olivia Colman) y actriz secundaria (Jessie Buckley).

Basándose en una novela breve de la italiana Elena Ferrante, ‘La hija oscura’ indaga en los problemas de la maternidad desde la mente de Leda, una escritora que está de vacaciones en una isla en Grecia cuando comienza a obsesionarse con una joven madre que también está veraneando allí.

La directora emplea un estilo psicológico para acercarse a su protagonista y demuestra solvencia a la hora de capturar su psique. Se apoya enormemente en esa presencia arrolladora que siempre es Olivia Colman, quien transmite el sufrimiento y tormento de su personaje sin grandes aspavientos, haciendo que sea su mirada nerviosa el principal elemento para que el espectador entienda su agitado estado. Gyllenhaal acude de manera algo excesiva a los flashbacks, un recurso que no siempre termina de convencer. Por un lado, otorga más profundidad al personaje protagonista, conociendo más detalles de su pasado, pero por otro uno piensa que realmente tampoco hace falta entrar tanto en detalles y que a veces es mejor sugerir que mostrar.

Estos flashbacks, a menudo, hacen que la película se vuelva un tanto dispersa y la alargan innecesariamente hasta las dos horas. Pero sí hay algo excepcional en ellos: la presencia de Jessie Buckley, una de las mejores actrices en activo, cuya capacidad para abordar a la perfección cualquier tipo de papel es sencillamente magistral.

Ambas intérpretes son lo más destacado de ‘La hija oscura’ –donde también está estupenda en un papel más breve Dakota Johnson- junto con la audaz puesta en escena de Gyllenhaal, cuyas ideas en la dirección dejan ver un talento prometedor. Es significativo que sea el guion quien más alegrías le esté dando en la temporada de premios, pues se siente que podría haberse pulido más. Dos horas parecen demasiadas para una historia que claramente no pide tanto, especialmente con ese tono severo y dramático que la película escoge. Es interesante pensar cómo sería si la directora hubiese añadido cierto toque humorístico o de histeria, que en este caso, podría haber ayudado a aligerar la trama y seguramente no le hubiera sentado mal. Aunque es justo reconocer que Gyllenhaal siempre aporta una reflexión sugerente sobre lo que supone ser madre y el trauma que esto puede llegar a causar en una mujer a la que la sociedad nunca entiende y que la juzga por sus decisiones.

‘La hija oscura’ está lejos de ser una película perfecta pero no deja de ser un debut prometedor. Y ver a un reparto tan entregado formado por actrices de primera línea es siempre un placer. Hay curiosidad por ver cuál será el próximo proyecto de Maggie Gylenhaal, una directora que no habrá que perder de vista y que esperemos que haya llegado para quedarse.

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Publicado por
Fernando García