Música

Stromae: «Un disco demasiado personal no me conmueve de verdad»

«Al principio todo es muy bonito y te da una energía increíble, pero la verdad es que no es todo oro lo que reluce. Como todo tiene su parte buena y mala. Sin embargo, ante todo, hay que mantener los pies en el suelo porque esta situación no tiene por qué perdurar siempre». Foto: Michael Ferire.

Stromae nos dejaba esta declaración en una entrevista promocional tras ‘Racine Carrée’ en 2015, con motivo de una actuación en el FIB que no se produjo por enfermedad. Poco podíamos vaticinar que su tercer álbum tardaría casi una década en llegarnos. O que el artista incluso anunciaría su retirada. El caso es ‘Multitude‘ es una realidad, es de hecho nuestro «Disco de la Semana», y es una gozada escuchar al artista hablar sobre el mismo, dejando una retahíla de titulares.

JENESAISPOP distribuye para España esta entrevista promocional del artista que, pese a la frialdad del formato, es interesante en la revelación de muchas curiosidades en torno a la grabación del álbum. Comenzando por que, pese a que este largo será recordado siempre por la promoción televisiva de ‘L’enfer’, un tema que habla sobre el suicidio, Stromae no lo considera un álbum personal. «Tengo problemas con ella, porque todavía no sé exactamente de qué va la canción. Quizá sobre nuestros demonios, nuestro lado oscuro, con el que tenemos que lidiar a veces, los momentos difíciles por los que pasamos, especialmente dentro de nuestras cabezas».

En 2015 Stromae nos decía que no veía que su música hablara de temas tan personales: «Bueno, sí, pero no tanto como desde fuera se puede llegar a pensar. Siempre intento ser lo más impersonal posible. Soy como una esponja que intenta absorber todo lo que ocurre a mi alrededor, aunque ya te digo que si hablara solamente de mis cosas resultaría mucho menos interesante para la gente». Y ahora en 2022 se mantiene en sus trece: al escribir letras con Orelsan, como ya había hecho en ‘Racine carrée’, Orelsan le dijo algo interesante, que estaba viendo en él «algo glorioso, algo combativo». Stromae explica ahora: «Me resultó interesante porque yo no me había dado cuenta. Pensé: «esto va de curarme, es una batalla contra la enfermedad, pero no quería que fuera demasiado personal. No estoy interesado en hacer un disco ultra-personal. Hay algo de mí en él, es inevitable, pero cuando escucho un disco que es demasiado personal, no me conmueve de verdad. Así que en cuanto a lo de curarme, pensé para mis adentros: «no estás solo en la lucha de una enfermedad». Y por eso pensé que el disco tenía sentido».

Por si alguien está pensando qué discos personales no le gustan al artista, desde luego no se refiere precisamente a Adele, porque Stromae es tan fan que llegó a pedirle que colaborara en el álbum. Al final, no hay ningún featuring: «Tenía que tener sentido. A veces, creo que sé dónde va un álbum y me aferro a ello. Quizá incorrectamente. Y los «featurings» que me ofrecían no eran realmente… no encajaban en la dirección artística del álbum, que era una mezcla de inspiraciones alrededor del mundo. Al final, los invitados no iban a encajar realmente. Además, el aspecto folclórico y tradicional tenía que estar presente en los featurings si es que tenía que haberlos. Sí mandé una petición, que no iba en la dirección correcta, así que fue totalmente estúpida, a Adele. Mostró algo de interés, pero no pasó. Y al final me di cuenta de que estaba totalmente fuera de la línea del disco. Soy tan fan, que podría haber encontrado una manera de que encajara. ¡Habría encontrado una manera!», bromea finalmente.

«Adele mostró algo de interés por salir en el disco, pero no pasó. Y al final me di cuenta de que estaba totalmente fuera de la línea del álbum»

En cuanto a lo de «glorioso» y «combativo» seguro que tiene que ver ese principio, con ‘Invaincu’ y el final con ‘Bonne Journée’. «Tiendo a grabar primero las pistas y luego las pongo en orden: «esto va aquí, esto va allá». Las ordeno solo cuando ya las tengo grabadas. Pero lo de abrir con ‘Invaincu’ era obvio. Tenía que abrir el disco, pero seguro. También abrirá los conciertos en directo. Es muy combativa, así que es genial como intro. Después intentamos alternar las canciones enérgicas y las más tranquilas, para terminar bien arriba. Seguro que hay muchos temas que no son exactamente alegres, pero me parecía importante terminar ‘Multitude’ arriba con ‘Bonne Journée’, para decir que hay días buenos y cosas positivas, también. La vida no siempre es complicada».

Un tema ‘Bonne Journée’ que aparece justo después de ‘Mauvaise Journée’: «Así es la vida, yo no he inventado nada. Solo transcribo lo que he vivido y lo que todos vivimos. No hay subida sin caída, como digo en ‘Bonne Journée’. Básicamente si no tuviéramos altibajos, nos aburriríamos mucho. Es parte de la vida (…) Tenía la vieja creencia de que el dolor produce el mejor trabajo. Ahora sé que lo opuesto también puede ser verdad. Ahora trabajas y trabajas. Punto. No hay ningún secreto: tienes que trabajar». Además, trata de contrarrestar música alegre y letras tristes y viceversa: «Mi música es brillante de manera natural porque eso me gusta, y me gusta compensarlo, porque la música brillante con letras alegres resulta en un cliché. Intento hacer lo opuesto y hablar de cosas más profundas. Me gusta la paradoja entre esas dos cosas».

«Tenía la vieja creencia de que el dolor produce el mejor trabajo. Ahora sé que lo opuesto también puede ser verdad»

Pese a que la referida entrevista anterior ya manejaba canciones de un entonces hipotético tercer disco, realmente no fue hasta 2018 y 2019 que se puso con lo que ha resultado ‘Multitude’ y se dijo a sí mismo: «Vale, vas a hacer esto». Y además lo tuvo que hacer abandonando lo que denomina la «tendencia natural» de muchos artistas a trabajar de noche, cuando «nadie te molesta»: «Me obligué a mí mismo a empezar a trabajar de 9 a 17 todos los días. Tener un hijo me obligó a hacerlo porque tenía que dejarle en la guardería. Así que lo de trabajar hasta las 7 de la madrugada y luego dormir todo el día ya no era posible. Me dije: «esto es nuevo para mí, pero hagámoslo». Tuve que trabajar duro para no volver al mal hábito de no irme a la cama y hacer las cosas a las horas correctas. Hacer un trabajo serio con una rutina estricta, como la de muchos escritores cuando están haciendo sus libros. Que se levantan a las 6 de la mañana y empiezan a escribir».

La influencia de tener un hijo se nota en la de veces que aparece la palabra «caca» en el disco, y no solo en ‘C’est que du bonheur’, que habla sobre pañales: «Sí, un poco me ha influido ser padre. Ver cómo mi hijo reacciona a ciertas pistas. No me intimidaba escribir como padre. Hablo sobre cagar en el álbum. Y mi hijo tiene mucho que ver en esto. Literalmente he tenido caca en las manos y eso obviamente salió en las letras. Orelsan me dijo: «igual no deberías poner tanta caca en el álbum, pero yo respondí que no me importaba ni me molestaba. Se ha convertido en parte de mi vida, y eso es todo».

«Hablo sobre cagar en el álbum. Y mi hijo tiene mucho que ver en esto. Literalmente he tenido caca en las manos y eso obviamente salió en las letras»

Componer las letras es lo más difícil para Stromae. De hecho, por ello continúa cantando en francés, aun sabiendo que eso limitará su alcance: «Musicalmente es fácil viajar por todo el mundo. En cuanto a las letras, es más difícil. Estoy un poco encasillado porque hablo francés, y mi lengua materna es el francés. Y creo que, para ser lo más honesto posible, y expresarte lo mejor posible, se te da mejor en tu lengua materna. Ni mi español ni mi inglés son lo suficientemente buenos como para escribir en esos idiomas. Estoy encasillado. He intentado traducir mis letras a otros idiomas, pero no mucho. Me divierto mucho componiendo, pero escribir letras es más duro. Pero cuando al final las canto, estoy muy orgulloso de ellas y encuentro mucha satisfacción en ello».

Aunque no siempre sale bien, y hay una composición animalista que no ha pasado el corte: «Para una canción de este disco, intenté hacer lo que ya había hecho en ‘Humain á l’eau’ de ‘Racine carrée’, en la que me pongo en la piel de indios americanos que viven de manera mucho más tradicional que nosotros a día de hoy, y nos culpan de lo que le hemos hecho al planeta. Era como una canción ecologista. Y en este caso he intentado hacer lo mismo con animales que se enfadan con nosotros por comérnoslos, y así. La idea era genial, pero una vez que la escribí, quedaba muy mal. Empecé con la letra y traté todo tipo de instrumentos, pero no funcionó, así que la dejé. Hay cosas que quedan muy bien en el papel, pero luego puestas quedan como un sombrero viejo. Así que es mejor evitar temas que todo el mundo quiere que trates».

Tampoco es que se sienta muy cómodo como abanderado eterno de causas al haber tratado la androginia, el machismo o el racismo, ni quiere que le asocien a la canción con moralina: «Mi cuñada me lo dice a menudo, que mis canciones tienen moraleja al final. No me gusta mucho la cuestión moral. Si fuera creador de videojuegos, inventaría un juego completamente abierto a un montón de finales opcionales. Encuentro difícil concluir una canción diciendo esto o aquello. Todo lo que hago al final de ‘Bonne Journée’ es decir que el humor es un punto de vista y que no hay necesidad de que sea bueno o malo. Es mi conclusión y ni siquiera es real. Es solo un análisis químico de nuestras emociones. Es decir, que el buen humor es solo un punto de vista. Te sentirás bien sobre algo un día a causa de que estés de buen humor y mal porque estés de mal humor».

Su hermano Luc, que produce temas como ‘Mon Amour’ y ese ‘Bonne Journée’ (esta última con sample de Alfredo Coca), le ha ayudado a buscar los instrumentos adecuados por todo el mundo, barajando múltiples ideas, como el ehru (violín chino). «Hay un simulador de erhu en GarageBand que suena bastante bien, pero no es lo mismo que el erhu real. Guo Gan, el tipo que contactamos, se llama a sí mismo «El Maestro del Erhu», y tiene un don. Luego, el tipo que ha tocado en ‘Solassitude’, en 3 tomas, ya lo tenía. Había practicado, pero es que era muy bueno. Conocimos a Alfredo Coca, que toca el charango boliviano. Es arquitecto de profesión, pero toca el charango también. Y también es el Maestro del charango en Bolivia. Estaba en Bruselas por un festival de Bolivia, y mi madre, que está muy integrada con la comunidad boliviana de Bruselas, conoce a un montón de bolivianos. Así supimos que estaba allí y quedamos. Y también tuvimos a alguien tocando el ney, una especie de flauta turca. Un tipo llamado Selman que trabaja mucho con productores de trap y drill. Y trabajamos con Moon Willis, un compositor y productor británico que conocí a través de Julien Peretta en un momento en que estaba escribiendo para otra gente. Me dijo que Moon Willis me quería conocer y resultó ser un gran conocedor de la world music».

«Es ridículo lo egocéntricos que somos sobre la world music»

Y sí, enseguida matiza el concepto «world music» hablando de lo que representa la «mezcla» en su música. «Seas negro o blanco, la mezcla es parte de la raza humana. Me interesa la mezcla. Parece obvio. La mezcla es parte de nosotros, parte de mí. Es lo que intento mostrar con este disco. La parte más grande del trabajo no era apuntar a un país en particular y decir: «esto es reggaetón, esta es la pista de salsa, esta es la pista de hip hop. Quería que fuera como ‘Fils de joie’, en la que oyes un ritmo de baile funk con un cuarteto de cuerda, un clavecín y creo que es inesperado y un poco diferente. Es ridículo, como ya he dicho muchas veces, lo egocéntricos que somos sobre la world music. Quiero decir, que para un boliviano, la música francesa es world music. Y para nosotros, lo es la boliviana. Ahí es donde debería estar la diversión. Una pista que me lleve a Asia puede no ser asiática en absoluto. Es solo que sus melodías pentatónicas me llevan a Asia o a otros lugares como Etiopía o el Oeste de África. También se usan en América Latina. Las melodías pentatónicas se usan en Norteamérica. Creo que es divertido ver dónde todo se cruza».

«El de Billie Eilish, delante de un ordenador, es el mejor concierto que he visto en mucho tiempo. Hace años que no experimentaba un impacto tan grande»

Sobre sus inspiraciones esta vez, hay de todo, incluyendo a «la cantante americana Billie Eilish»: «Me ha inspirado DJ Alex, un DJ argentino, sobre todo en el «groove» de ‘Santé y ‘C’est que du bonheur’, es un groove ligeramente fuera de ritmo, como un reggaetón de 3 compases. Él inspiró eso. Hizo algo de cumbia y remixes de reggaetón o cumbia. Y muchos artistas de afropop, como Davido y Burna Boy. La artista americana Billie Eilish, a quien escuché un montón. Cuando vi su concierto, que duró una hora en streaming, pensé: «joder, hace años que no experimentaba algo así, un impacto sonoro y visual tan grande. Fue el mejor concierto que he visto en mucho tiempo. Sobre todo delante de un ordenador. Hacer un concierto en una sala es mucho más fácil. Pero en un ordenador, los espectadores pueden distraerse fácilmente. Pero no me moví en una hora. Era como un videoclip de una hora. Qué bien hecho».

Ahora el que nos aguarda es su directo, que en España podremos ver en Bilbao BBK Live, además de a The Killers, Pet Shop Boys, LCD Soundsystem, Moderat, J Balvin y Nathy Peluso. Pero de momento lo está preparando y no ha condicionado la elaboración del disco. Y eso que no hay featurings. «No pienso mucho en ello. Solo algunas cosas. ‘Bonne Journée’ por ejemplo o ‘Mauvaise Journée’, en la que sabía que tendría que cantar en un sofá, un sofá en el que pareciera completamente deprimido. Con mucho sufrimiento en el estribillo. Tengo flashes así, que se van situando cuando empiezo a construir el concierto. Que es lo que estamos haciendo ahora mismo».

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Publicado por
Sebas E. Alonso