Música

Machine Gun Kelly ha hecho uno de los peores discos de 2022

Cualquier persona atenta a lo que se cuece en el mundo del pop conoce el nombre de Machine Gun Kelly. En el mejor de los casos leer noticias sobre él ha dado risa o vergüenza ajena. En el peor ha provocado antipatía o incluso rechazo. Machine Gun Kelly y Megan Fox se beben la sangre del otro por amor. Machine Gun Kelly dice que le pone la hija adolescente de Eminem (o las chicas adolescentes en general). Machine Gun Kelly es un timo para la música rock. Para bien o para mal, Machine Gun Kelly forma parte de la cultura pop, y nos vamos a tener que ir acostumbrando.

Colson Baker publicó su primera mixtape en el año 2007. Su gran oportunidad llegó de la mano de Diddy, que está en todos los fregaos, cuando el rapero le fichó en su sello Bad Boy Records, convencido de que era una estrella a punto de explotar. Entonces, Machine Gun Kelly era otro rapero blanquito más, y con ‘bloom‘ incluso se pasó por España a tocar.

Machine Gun Kelly empezó a coquetear con el rock en ‘Hotel Diablo’, su cuarto álbum, publicado en 2019, y se sumergió de lleno en las aguas del pop-punk en el disco siguiente, ‘Tickets to My Downfall’. Las críticas fueron buenas y el disco le dio a Baker el primer número 1 en álbumes de su carrera en Estados Unidos. La historia se repetirá la semana que viene con ‘Mainstream Sellout‘, su nuevo álbum, que nos vuelve a traer otro título auto-consciente, igual que su portada a prueba de haters… más o menos. Porque para tomatazo, el que propina este disco.

‘Mainstream Sellout’ representa al personaje de Machine Gun Kelly que se ve en los medios: un niño grande adicto a los opiáceos, deprimido y carcomido por la ansiedad, mentalmente inestable según sus propias palabras y que pasea sus 31 años como si fueran 15. En las letras recuerda un casi intento de suicidio, glamuriza el consumo de drogas, desaconseja estudiar porque «la vida te pateará el culo igualmente», nos cuenta que se ha enamorado de una «chica emo» y expresa una clara atracción hacia los discursos conspiranoicos, cuando canta cosas como que «el gobierno nos está controlando» o que le ha «pinchado» el móvil.

Musicalmente, la escucha de ‘Mainstream Sellout’ no depara nada muchísimo mejor. El punk-rock de Machine Gun Kelly es genérico, tanto que el artista no consigue que el disco parezca otra cosa que un accesorio a su figura como celebridad, un mero trámite. Canciones como ‘Born with Horns’ o ‘Papercuts’ son eficaces y el disco coquetea con el trap (‘Ay!’) o el guitar-pop (‘Make Up Sex’) en los momentos adecuados, pero ni siquiera canciones dignas como ‘Emo Girl’ con WILLOW se salvan de ser clichés andantes, y las melodías de punk-pop 1.0 de Machine Gun Kelly no bastan para hacer un buen disco de 16 canciones. Ni siquiera Travis Barker, experto en la materia, consigue como productor dirigirlo hacia ningún lugar mínimamente novedoso en pleno 2022. Las canciones suenan sobadas ya de entrada.

Quizá era tarea difícil para Barker enfrentarse a este disco. Machine Gun Kelly aprueba como compositor a pesar de recurrir, a lo largo de 40 minutos de disco, a una montaña de clichés melódicos y líricos del tamaño del Everest, pero más allá de estos dos componentes, hay que decir una cosa: escuchar a Machine Gun Kelly cantar es duro. Muy duro. Sus berridos engolados dan ganas de coger un avión a Marte y no volver. Vale que esto es punk (aunque algunos disentirían) y que en el punk (casi) todo vale, pero cuando escuchas cantar a Machine Gun Kelly entiendes la portada del disco. Supongo que él es el primer enterado, pero eso no debería hacerle inmune a las críticas, sobre todo dado su éxito comercial.

Y no, ‘Mainstream Sellout’ no está siendo inmune a las críticas: con una media de 54 sobre 100 en el agregador de Metacritic, el nuevo álbum de Machine Gun Kelly va en camino de convertirse en uno de los discos peor valorados del año. Cabe preguntarse hasta qué punto el personaje mediático de Baker ha influido en la valoración del álbum. Seguro que mucho. Pero, al final, ese mismo personaje fascinante para unos, insoportable para otros, es el que queda plasmado en las 16 canciones de ‘Mainstream Sellout’.

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Publicado por
Jordi Bardají