Música

Destroyer / Trouble in Dreams

Descubrí a Destroyer con el rutilante ‘Kaputt’: básicamente, uno de mis discos favoritos de los últimos veinte años. Hasta entonces, Dan Bejar simplemente era uno de los New Pornographers, que también sacaba discos bajo un nombre de banda metalera, lo que podía inducir a confusión…

Pero Dan Bejar, protagonista de nuestro disco de la semana, tiene una carrera amplísima más allá del supergrupo canadiense y de su superdisco de 2011. La suya es una discografía extensa -que arrancó en el lejano 1996 con ‘We’ll Build Them a Golden Bridge’ -, difícil de abarcar en unas líneas. Así que pondremos la mira en el disco previo-a-que-Destroyer-lo-petara: ‘Trouble in Dreams’.

El anterior ‘Destroyer’s Rubies’ (2006) fue un buen disco, especialmente ‘European Oil’, quizás la canción-señera de la etapa pre-Kaputt. Pero la tendencia a la dispersión de Bejar pesa demasiado en el global del álbum. ‘Trouble in Dreams’ es mucho más equilibrado. Es una obra apasionada, muestra canciones complejas pero pegadizas, concretas y redondas, donde aparte de las claras hechuras a lo The New Pornographers, se muestra más cerca del pop orquestal y de los Beatles que de lo “indie”.

Son los aires a los Beatles, pero en versión acústica, son los que abren en ‘Blue Flower/Blue Flame’. Hay características de Bejar que siempre han estado ahí y que siguen aquí, como su tendencia a la verborrea cantada, puntuada esta vez por un elegante piano; un piano que convierte a ‘Dark Leaves Form a Thread’ en una fiesta eufórica pero melancólica, repleta de exuberantes subidones.

Las sempiternas ganas de Bejar de huir en cada canción hacia diferentes direcciones se muestra en todo su esplendor en ‘The State’, donde habita la locura pop británica repleta de Music-Hall de los sesenta. Y también hay esos la la-la-la-la tan suyos en ‘My Favourite Year’, pieza mayor, que reúne el discurso lírico un embrollado de Bejar con una producción muy a la Arcade Fire: guitarras, tambores y esa épica tan… canadiense.

‘Shooting Rockets (From the Desk of Night’s Ape)’ es un baladón que explota al máximo su pasión por enrollarse sobre la melodía y donde su forma de cantar es la más próxima a ‘Kaputt’. De hecho, el tema es una relectura mejorada de una canción que había sacado dos años antes con otro de sus proyectos, la banda Swan Lake. Son casi ocho minutos que tiene bastante de sinfónico: una de esas piezas largas que tanto le gustan a Bejar, repleta de adustez… que compensa con el despiporre expansivo y alegre, lejos de la contención, de ‘Rivers’ o el amor por Bowie en el delirio pianístico de ‘Plaza Trinidad’.

Pero es en el cierre de ‘Trouble in Dreams’ donde encontramos las dos las canciones que dan pistas sobre el siguiente paso de Bejar. El pop sofisticado, el blue-eyed soul, el amor por Prefab Sprout… ya enseñan la patita en ‘Leopard of Honor’, donde la deriva Beatles y el delirio a lo The New Pornographers son eclipsados por un órgano tipo Hammond y, sobre todo, la aparición de la línea melódica de ‘Bay of Pigs’. La final ‘Libby’s First Sunrise’ también marca la dirección hacia ‘Kaputt’: la melodía, los arreglos, las guitarras, las palmas, la calma y la furia con la que canta Dan… Bejar tenía la banda y el instinto. Todavía faltaban el saxo y las voces femeninas. Pero el gran salto de Destroyer ya estaba en camino.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Mireia Pería
Tags: destroyer