Música

Wet Leg / Wet Leg

Wet Leg van a merendarse el número 1 de la semana en Reino Unido, han conquistado a la crítica a niveles inauditos (87/100 en Metacritic) y algo mejor: incluso aquellos medios que están desconfiando mínimamente de sus dotes (The Observer, Pitchfork) están escribiendo verdaderos tochazos para cuestionarlas. ¿Será necesario escribir cientos, miles de palabras sobre un álbum de 36 minutos que ellas mismas consideran sin pretensiones? ¿No supone en un enorme «ladran, luego cabalgamos»?

El dúo formado por Rhian Teasdle y Hester Chambers, como dice la historia, en esto para ahorrarse las entradas de los festivales que no podían costearse, lograba viralizar el año pasado ‘Chaise Longue‘. Una canción boba sobre un «chaise longue» con un gancho repetitivo y una referencia a ‘Mean Girls’, cuyo éxito ha sido sucedido por las también contagiosas ‘Wet Dream’, ‘Angelica’ o ‘Too Late Now’.

Muchas de estas composiciones resultan divertidísimas, y eso es lo más importante. Que son tan ideales para la pista de baile como lo fueron los éxitos de Yeah Yeah Yeahs, Franz Ferdinand o Chicks on Speed a principios de siglo. En todas ellas resuenan frases que van a hacer muy felices durante unos minutos a sus seguidores. «Ni siquiera sé lo que hago aquí, pensé que habría cerveza gratis» es el planteamiento de ‘Angelica’. «¿Qué te hace pensar que eres lo suficientemente bueno como para tocarte pensando en mí?», dice ‘Wet Dream’. «Cuando veo en qué te has convertido, siento pena por tu madre», se burla ‘UR MUM’. ‘Piece of Shit’ incluye la perla «consideraría follarte como despedida si te hubieras portado mejor conmigo», además de lo que parece una referencia a ‘You Oughta Know’ de Alanis Morissette («you think of me when you’re fucking her»).

Parece evidente que hay un mensaje contra la masculinidad y el amor tóxicos en estas composiciones. También contra el mansplaining en el vídeo de ‘UR MUM’, en el que vemos a un «loser» indicándole a Rhian que está más guapa sin pintar, e invitándola a un concierto de «su puto grupo». Asimismo encontramos un claro descontento generacional en unas canciones que hablan de falta de apetito y de insomnio, como ‘Being In Love’, que dice cosas como «intenté meditar pero solo me consigo medicar» o «dame otra bebida, no quiero tener que pensar».

El consumo de alcohol como forma de evasión es una constante en unas letras que también hablan de la desazón de acercarse a la treintena (‘I Don’t Wanna Go Out’) y de la bazofia que pueden ser las apps de ligue (‘Too Late Now’). Esta última, que cierra el álbum, es todo un himno de autoafirmación. «No necesito que ninguna app me diga que luzco como una mierda / si estoy gorda o delgada (…) Solo necesito un baño de espuma para ponerme a tono».

Porque Wet Leg parecen dejar un mensaje súper riot-grrrl tanto en la forma como en el fondo, es que desconcierta tanto que su discurso en las entrevistas sea tan inofensivo. Ellas no entienden ‘Wet Leg’ como un disco social o político aunque, como quien no quiere la cosa, aseguran que la única canción que no ha producido Dan Carey -¡aparte de ‘Chaise Longue!’- les parece la más atrevida del álbum. Ciertamente ‘Angelica’ logra ser la más aventurera en su producción esquizofrénica, y el álbum echa de menos un poco más de eso. Sobre todo cuando ‘I Don’t Wanna Go Out’, más David Bowie, y ‘Convincing’, escrita en solitario por Heather, suenan algo desubicadas.

Me gusta pensar que Wet Leg están siendo irónicas, burlándose de que no necesitan al superproductor de Franz Ferdinand y Fontaines DC, cuando dicen que ‘Angelica’ es su producción favorita, y de mí también cuando afirmo que ‘Wet Leg’ me parece un disco feminista. ¿No es obvio? Pero en caso contrario, los singles tienen la suficiente pegada como para resistir la posibilidad de que no vayan sobre nada en absoluto.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: wet leg