Tamino, el cantante egipcio-belga que nos conquistara hace unas temporadas con su canción ‘Habibi’ y con su disco ‘Amir’, vuelve. De momento, el artista presenta un nuevo single llamado ‘The First Disciple’ que llega junto a su videoclip.
En el estilo de Tamino, ‘The First Disciple’ aúna melodías propias de la balada pop clásica con una instrumentación inspirada en el folclore árabe. De hecho, el laúd árabe parece gozar tanto protagonismo en la canción que aparece en la misma portada del single, junto al propio Tamino de bebé.
‘The First Disciple’ desarrolla su magia a lo largo de seis minutos. Es una canción sombría y misteriosa que, entre guitarras acústicas, pianos y el aparente sonido del laúd, poco a poco va buscando un crescendo que se materializa con la entrada de unas percusiones.
La fama llegó a Tamino casi de sorpresa. Sin darse cuenta, contaba a Lana Del Rey
entre sus seguidores. Y ‘The First Disciple’ habla sobre la fama. En ella, el artista parece dirigirse a sí mismo para preguntarse si no ha buscado la fama para «reemplazar», con el amor que le otorga el público, un sentimiento de vergüenza que le atormenta.En la letra, que parece una carta que Tamino se escribe a sí mismo, desde la perspectiva de una conciencia omnipresente, el artista habla de poemas que «ya no sirven» y apela a una caída a los infiernos. Finalmente, reflexiona: «me temo que ni la mayor de las famas / te limpiará jamás de la vergüenza / de no saber amar a tu único amigo / quien te amará hasta el fin de los tiempos».