Durante el último par de años, se ha emitido en RTVE un programa llamado ‘Los tesoros de la tele’. Con motivo del aniversario de la muerte de Raffaella Carrá, se han preparado una serie de especiales en televisión y radio públicas, que ha incluido la emisión de la película ‘Explota, explota’ o anoche la redifusión del resumen de ‘Hola, Raffaella’ realizado por dicho espacio en 2020.
En este episodio, ‘Los tesoros de la tele’ recopilaba algunos de los mejores momentos del histórico programa de la Carrá en nuestro país durante los años 90. Eso incluyó un popurrí que Raffaella introdujo de manera magistral: «Voy a cantar una FANTASÍA de 3 canciones». También a Loles León colándose en casa de Francisco Umbral, pidiéndole comida, dándole unas uvitas de su propia mano y finalmente quedándose en tetas en la ducha del escritor, mientras él se esforzaba mucho por mostrarse entre complacido y formal… y a ti se te colaba una mosca bien grande por la boca abierta.
Como en un sueño de escenario surrealista, el programa también nos mostró un juego de la silla interminable por un lado -si pensamos en lo que son hoy los ritmos televisivos- y ojalá eterno, por el otro. Raffaella y Loles junto a la mismísima Lola Flores muy poco antes de morir, Miguel Bosé, Los Morancos o Marianico El Corto peleaban lastimosamente por una silla, frente a una audiencia millonaria que en la era pre-internet al fin y al cabo tampoco parecía tener nada mejor que hacer.
Este estofado de personas se vio aderezado por fragmentos de otras entrevistas a Maradona, Mel Gibson, Jerry Lee Lewis… pero nada tan impactante como la entrevista de Raffaella Carrá a La Toya Jackson, en los tiempos en que Michael Jackson se enfrentaba a su primer juicio por abuso de menores. Quizá ayudada por que el español no era su lengua materna, es decir, quizá no era consciente del todo de la crudeza de sus preguntas; quizá porque estos eran otros tiempos televisivos políticamente incorrectos que hemos olvidado ya, la entrevista de la Carrá no pudo ser más incómoda. Era difícil sostenerle la mirada a la pantalla sin taparse la cabeza con una manta, aun corriendo el mes de julio.
La Toya Jackson, imponiéndose a los chistes de la época que sugerían que Michael y ella podían ser en verdad la misma persona, aparece en primer plano, con semblante serio, dispuesta a dar todo detalle sobre el hecho de que su hermano se encierre en una habitación con niños durante horas. No sabe lo que pasa allí dentro, indica; pero sí que los niños entran felices y salen no tanto. Habla de traumas futuros cuando esos niños tengan «45 años», denuncia que su hermano es la mayor estrella del mundo pero que necesita ayuda, habla de los abusos que ella misma ha sufrido por parte de su padre. «Mental, física y sexualmente», detalla refiriéndose a Joe Jackson. «¿Has dicho mental y físicamente?», pregunta Raffaella, que ejerce de traductora. «Y sexualmente», repite de nuevo La Toya.
En un giro inesperado de los acontecimientos, y mientras una serie de fans entre el público sostienen una pancarta que reza algo así como «Michael cura el mundo y La Toya lo arruina» en referencia a su hit ‘Heal the World’, Raffaella se envalentona y pregunta a La Toya si cree que está ayudando a su hermano con este testimonio. Es un momento ultra meta, pues Raffaella parece estar cuestionando el mismísimo valor de su entrevista. Su propio buen gusto. La Toya responde que por supuesto. Cuántas entrevistas musicales han carecido de esta cara tan dura, por ambas partes.
Antes de pasearse por el programa Mask Singer, tanto en su edición americana, como en la española, porque ella tampoco tenía nada mejor que hacer, y eso que ya sí que había internet; antes de la muerte de Michael Jackson, La Toya pudo reconciliarse con él. En 2005 le defendió de las acusaciones de abusos indicando que se malentendía a su hermano. «Le encantan los niños, a todos nos encantan los niños. Es muy difícil tener este amor por los niños, porque la gente lo malinterpreta», explicó entonces, en promoción de un EP llamado ‘Starting Over’ que en verdad tardaría hasta 6 años en salir. Janet Jackson solía decir que La Toya perdió todo contacto con la realidad a mediados de los años 90, debido a los abusos que sufrió por parte de su marido y mánager Jack Gordon, que estuvieron a punto de llevarla a la muerte.
Últimamente, hemos visto a La Toya en El Hormiguero promocionando el musical ‘The King of Pop’. Lo que se vio anoche en La 2 es solo una parte de la historia. Una que quizá debió llamarse no ‘Los tesoros de la tele’ sino ‘El pasado más absolutamente insólito de RTVE».