¿Cómo es posible que en la red haya más críticas de discos de Hans Laguna que de Julio Iglesias? No me lo pregunto yo, sin ninguna necesidad de hacer un feo al autor de ‘Manual de fotografía‘ sino que se lo pregunta el mismo artista en el tochazo que acaba de publicar sobre Julio a través de la editorial Contra.
‘Hey!’ no es una biografía de Julio Iglesias sino algo mucho mejor: un libro que puede interesarte aunque no hayas seguido mucho al cantante de ‘Soy un truhán, soy un señor’, dado el análisis de su figura que se realiza desde diferentes puntos de vista. Hans Laguna se ha aproximado a la voz del artista para preguntarse qué tiene de peculiar, como músico analiza también qué tienen de diferentes su modulación, fraseos o giros melódicos, y también ahonda particularmente en el significado de su personaje. Más allá del mito del latin lover, se detiene a lo largo de más de 400 páginas en sus campañas de márketing a principios de los 80 y en su posicionamiento en el mercado en relación a factores sociológicos, mercantiles y hasta filosóficos. Si te interesan tanto la música como la industria musical, este libro es una chuchería que consumir en 2 días.
El mayor inconveniente del libro es que no se llama ‘Hey!’ como parece en un primer momento, sino ‘Hey! Julio Iglesias y la conquista de América’. Hans Laguna se ha obcecado en analizar el modo en que se introdujo a Julio Iglesias en el mercado estadounidense y a ello dedica una parte del libro algo exagerada. Eso implica que tras unos primeros capítulos completamente apasionantes y bastante divertidos (¡esas explicaciones de las fotos incluidas al final!), la mayor parte de estas páginas se dedica al lanzamiento del álbum ‘1100 Bel Air Place’. A través de la programación de giras interminables, invitaciones a actuar en late-night shows, colaboraciones con Willie Nelson y Diana Ross, y rodeándole de las mujeres más influyentes de la época, se logró que Julio Iglesias fuera cuádruple disco de platino en Estados Unidos.
Algo inalcanzable para Rosalía y C. Tangana -que no para el portorriqueño Bad Bunny-, figuras recurrentes en este libro, pues es habitual que Hans Laguna compare las campañas de márketing y posicionamiento de ‘El mal querer‘, ‘El madrileño‘ o ‘La noche de anoche‘ con lo que en su momento se hizo sobre Julio Iglesias.
Es interesante comprobar que las cosas no han cambiado tanto. Lo que se echa de menos es una mayor dedicación a mejores álbumes del artista, como ‘Un hombre solo’. No es, por razones evidentes, ‘1100 Bel Air Place’ el disco más recordado de Julio en España, y es un verdadero drama que se pase muy por encima del trabajo de Manuel Alejandro para Iglesias. Literalmente se dedica una frase al gran compositor.
En todo lo demás, «Hey!» es un absoluto triunfo y una sorpresa. Sin rehuir de su fama de mujeriego e incluso dedicando un episodio-interludio a los famosos memes de Julio, el libro de Hans Laguna presenta un exhaustivo y ultra documentado análisis sobre la figura de Iglesias basado en decenas de textos y ensayos realizados sobre música pop, especialmente cautivador cuando se detiene en las diferencias entre persona y personaje, si es que tal cosa existe. ¿Ha sido Julio Iglesias un verdadero fucker y un triunfador con todas las de la ley… o por el contrario una persona completamente acomplejada, solitaria hasta lo deprimente y triste en tanto que devorada por su imagen pública?