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‘Resident Evil: bienvenidos a Raccoon City’ no era mucho mejor que la serie

Un gag recurrente en la cinefilia es el parecido entre los nombres de Paul Thomas Anderson y Paul W.S. Anderson, dos directores que no pueden ser más distintos, y no pueden tener una relación más distinta con la crítica de cine, que ama al primero y desprecia al segundo. W.S. Anderson es responsable de la infravalorada ‘Horizonte Final’, pero también de ‘Mortal Kombat’, ‘Alien VS Predator’ y, cómo no, de gran parte de la saga ‘Resident Evil’, indisociable de Milla Jovovich, al menos hasta ahora… y, a juzgar por la recepción de ‘Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City’, puede seguir siendo así.

‘Resident Evil’ se estrenó en 2002 arrasando, e iniciando una saga que daría hasta cinco secuelas: ‘Apocalipsis’ (2004), ‘Extinción’ (20007), ‘Ultratumba’ (2010), ‘Venganza’ (2012) y ‘Capítulo Final’ (2016), amasando todas más de 1.000 millones de dólares de recaudación. Entre eso y que James Wan iba a estar detrás de las cámaras, las expectativas con este reboot eran enormes… pero empezaron a desinflarse cuando Wan salió del proyecto, y en su lugar llegó Johannes Roberts, conocido por ‘A 47 metros’.

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La simpática cinta de tiburones costó poco más de 5 millones y recaudó unos 60, dando lugar a una secuela… mientras que ‘Bienvenidos a Raccoon City’ costó 60 millones y ha recaudado 41. ¿Qué es lo que pasó aquí? ¿El público no tenía ganas de un reboot de ‘Resident Evil’? Puede ser. ¿La película no es muy buena? Puede ser… pero las pelis de Paul W. S. Anderson no eran precisamente ‘Vértigo’, y funcionaban como un tiro, aún teniendo a los fans del videojuego en contra por ignorar completamente el canon oficial.

Eso último es justo algo de lo que puede presumir este reboot: es una representación mucho más certera del videojuego de lo que lo fue la saga anterior. Ya no tenemos protagonista creada ad hoc (la Alice de Milla Jovovich), sino personajes clásicos de los videojuegos de Capcom como los hermanos Redfield, Jill Valentine, Leon S. Kennedy o Albert Wesker. Algunos de ellos ya salieron en las películas anteriores: Wentworth Miller y Ali Larter, estrellas de ‘Prison Break’ y ‘Destino Final’ respectivamente, fueron los Redfield, Sienna Guillory (‘Eragon’) fue Jill Valentine y Johann Urb (‘Arrow’) fue Leon S. Kennedy.

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Aquí tenemos a Kaya Scodelario, siempre en nuestros corazones -y en el de Yung Beef– gracias a su Effy Stonem de ‘Skins’, capitaneando como Claire Redfield, pero también conocerás a Tom Hopper por ‘The Umbrella Academy’, a Avan Jogia de la serie de culto ‘Now Apocalypse’ o a Neal McDonough (‘Mujeres Desesperadas’), que no ha hecho de bueno en su vida. Junto a ellos, Hannah John-Kamen (‘Juego de Tronos’) o Robbie Amell (‘The Tomorrow People’). Todos se juntan dando vida a personajes que pertenecen a distintas entregas de los videojuegos, aquí reunidos por el fanservice junto a numerosos huevos de pascua: la recreación de la Mansión, el piano o el cuadro de los luchadores, el accidente de helicóptero, el uso del camión cisterna, la moto de Claire… ¡hasta el “itchy tasty”!

Roberts adapta a la vez la historia de los dos primeros videojuegos, y ése es quizás uno de los problemas de una cinta que se nota dispersa y muy apresurada en su tramo final, además de fallida en su intención de “ponerse seria”, algo en lo que W.S. Anderson nunca estuvo interesado. Hay alguna secuencia de terror que funciona, como el encuentro a oscuras con los zombies de uno de los personajes, pero en general cuando ‘Welcome to Raccoon City’ destaca es cuando se toma menos en serio, con grandes momentos como la llegada del camión a ritmo de ‘Crush’ de Jennifer Page (un acierto el uso de ésta o de 4 Non Blondes para su ambientación noventera). Por lo demás, y aunque Roberts cite a John Carpenter como su principal influencia para esta película, la cinta no deja de sentirse como una cinemática de videojuego alargada que quiere ser dos películas a la vez. Quizás, como sugiere Padraig Cotter en ScreenRant, hubiese sido buena idea tratarlas por separado.

Un gag recurrente en la cinefilia es el parecido entre los nombres de Paul Thomas Anderson y Paul W.S. Anderson, dos directores que no pueden ser más distintos, y no pueden tener una relación más distinta con la crítica de cine, que ama al...'Resident Evil: bienvenidos a Raccoon City' no era mucho mejor que la serie