Música

Amaia, gran reclamo intergeneracional de Festival Brillante

Chapinería, el castizo pueblo situado en la sierra oeste de Madrid, cobró este sábado más vida que nunca al ser visitado por el diverso público de Festival Brillante en una segunda edición gratuita percibida con mayor asistencia que la primera. Niños, jóvenes, adultos y ancianos a partes iguales recorrieron las mágicas calles del pueblo descubriendo todo lo que el festival podía ofrecer, que no era poco.

La gran cantidad de gente se notó ya con el sold out de todas las lanzaderas del festival, tanto de ida como de vuelta. La forma alternativa de ir, además de en tu transporte particular, era en autobús de línea y las colas que se formaron en la estación de Príncipe Pío fueron exageradamente largas. Tanto, que se necesitaban varios buses para meter a tal cantidad de gente. Por suerte, se reforzó la línea de vuelta y hubo buses pasando a las tantas de la noche hasta que no quedó ningún asistente en el pueblo, cuando en principio el último autocar era a las 22.30.

Lo primero que recibía a los asistentes en su llegada a Chapinería era la música, que no paró de sonar en toda la jornada, y el variado ambiente sin complejos que la acompañaba. A las 2 de la tarde la gente ya estaba comiendo, cantando, bebiendo y bailando con el divertido pop de Ganges en el Escenario Plaza, el más cercano a la entrada. Mientras que el Escenario Palacio se encontraba en una ubicación apartada, el Jägermusic y el Vibra Mahou compartían recinto.

Sofia apareció sola en el Escenario Jägermusic con su mesa de mezclas, su vocoder y su synth-pop, despertando a los primeros bailarines de la tarde, a pesar del gran calor. Tarea que fue completada por el tecno de Lil Ella y DJ Juguete alrededor de las 15.30, justo cuando más rascaba el sol de Chapinería, aunque eso no importó mucho. A la hora de comer, había muchas opciones. Podías llevarte tu propio apaño de casa, reservar en uno de los numerosos bares y locales del pueblo o pedir algo en los stands gastronómicos del festival. Lo mismo ocurría con la bebida. Por esto mismo, cada persona o grupo podía planear su propia experiencia Brillante.

La tarde post comida, comenzada por Irenegarry en el escenario Vibra Mahou y krissia en el Jägermusic, fue conquistada por los jóvenes y los adultos. Esto solo se confirmó con la actuación de Viva Belgrado

, una de las más cañeras y más multitudinarias. Hasta el vocalista, Cándido Gálvez, pareció sorprendido por esto cuando exclamó: «Vaya, cuánta gente». El show de los cordobeses adelantó, en menor escala, la gran entrega y participación del público que veríamos en su máxima expresión durante el concierto de Amaia.
Sharon Lopez

Los Blenders trajeron su particular surf rock desde Ciudad de México y fueron una de las grandes sorpresas del día, pese a tener problemas con la conexión del bajo. ‘Amigos’, ‘Ponte Punk’ y ‘Surf de Amor’ fueron tres temas con los que nadie se pudo resistir a bailar. Entre que Amaia se demoró un poco en salir y que el sol estaba en sus últimos momentos, era un momento perfecto para disfrutar de las vistas del mirador, situado al lado del escenario Vibra Mahou.

Durante todo el día, familias, jóvenes y gente algo mayor se tomaron el Brillante a su manera y cada uno hizo su propio plan. Sin embargo, los planes de todos terminaban en el concierto de Amaia. La pamplonesa consiguió congregar a un heterogéneo y masivo público, con décadas de diferencia de edad, en el indiscutible mejor concierto de la jornada. Tras la espera no había tiempo que perder, así que nada más salir con su conocido y brillante outfit se sentó inmediatamente en el piano para presentar el concierto con ‘Bienvenidos Al Show’. Como anécdota, de las prisas que tuvo Amaia por sentarse a tocar, se olvidó de que estaba mascando un chicle. Al acabar la canción, contó que el chicle se le había caído mientras cantaba y que lo iba a recoger «para que nadie lo pisase».

El público quedó encandilado con su carisma, coreando su nombre entre tema y tema, y cantando todas y cada una de las letras a pleno pulmón. ‘Yo Invito’ y ‘Yamaguchi’ protagonizaron algunos de los momentos más preciosos de la noche. Especialmente, el momento en el que el público entonó como solista el estribillo de ‘Yo Invito’, a la vez que el Brillante se iluminaba con un mar de flashes.

Amaia regaló al público una doble dosis de ‘La Canción Que No Quiero Cantarte’. La primera fue intercalada con el ‘Ave María’ de Bisbal, aprovechando los mismos acordes. Durante esta parte del concierto, construida alrededor del piano, Amaia también cantó una emocionante versión de ‘Fiebre’, de Bad Gyal, la cual nombró como «una de las mejores canciones de amor». La segunda dosis de su colaboración con Aitana puso el broche de oro a un maravilloso concierto, después de que Amaia avisase de que iba a hacer dos canciones como bis. Incluso anunciando esto de antemano, el público igualmente entonó el canto de «otra, otra». Este bis estuvo formado por ‘El Encuentro’ y por la energética versión de estudio de la mencionada composición.

Esperemos que esta edición gratuita esté dando a conocer a más gente este particular festival Brillante, que además de música en directo es una experiencia, y que pueda consolidarse como se merece el próximo año. Naturalmente, no puedo hablar por todos los asistentes, pero estoy seguro de que nadie salió ayer decepcionado de Chapinería. De momento, el festival no ha terminado y hoy recibirá la visita de Nacho Vegas, Julieta Venegas, Samuraï, Shego e Israel Fernández, entre otros, para despedir la segunda edición. Con suerte, a esta le seguirán muchas más.

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Publicado por
Gabriel Cárcoba