La Vanguardia ha entrevistado a Woody Allen con motivo del lanzamiento de ‘Gravedad cero’, su nueva colección de relatos, y es en el periódico español donde Allen ha declarado que la película que se encuentra preparando probablemente será la última de su carrera.
«Mi próxima película será la número 50, creo que es un buen momento para detenerse», ha explicado Allen a La Vanguardia. «Mi idea, en principio, es no hacer más cine y centrarme en escribir, estos cuentos y, bueno, ahora estoy pensando más bien en una novela, que sería mi primera novela”.
Sin embargo, el portavoz de Woody Allen ha desmentido las declaraciones de Woody. Variety cita sus palabras: «Woody Allen en ningún momento ha dicho que vaya a retirarse, y tampoco que esté escribiendo otra novela. Ha dicho que está pensando en no hacer más películas porque no le emociona hacer películas que se estrenan rápido en las plataformas de streaming, ya que él es un gran amante de la experiencia de ir al cine. Actualmente, (Allen) no tiene intención de retirarse y está muy emocionado de estar rodando su nueva película, que será la número 50».
La próxima película de Allen recibe el título provisional de ‘Wasp 22’ y se empezará a rodar en un par de semanas, íntegramente en francés. En La Vanguardia, Allen ha dicho que se parecerá a ‘Match Point’ porque será “emocionante, dramática y también muy siniestra”. Su última película hasta la fecha, ‘Rifkin’s Festival‘, se estrenó en 2020.
Esta no es la primera vez que Allen alude al posible fin de su carrera. El pasado mes de junio, el director ya advirtió que ‘Wasp 22’ podría ser su último trabajo en este campo porque estrenar películas ya no le emociona tanto como antes, debido a que las películas ya no se estrenan solo en cines como años atrás, sino también en plataformas de streaming, lo que hace que duren menos en taquilla.
En los últimos tiempos, Allen ha publicado también sus memorias, ‘A propósito de nada’, cuya publicación se complicaba debido a las acusaciones por abusos sexuales que recibía el director en 2019, por parte de Mia Farrow y de su hija Dylan. Estas acusaciones han provocado que sus películas se estrenen en menos cines que antes.