Cine

‘Modelo 77’: Alberto Rodríguez vuelve y se asegura taquillazo con Miguel Herrán y Javier Gutiérrez

Se estaba haciendo de rogar Alberto Rodríguez. El director de ‘La isla mínima’ o ‘Grupo 7’ no estrenaba película desde 2016, cuando contó los entresijos de Paesa/Roldán en ‘El hombre de las mil caras’, basada en el libro de Manuel Cerdán. Las dos temporadas de ‘La Peste’ (2018-2019) supusieron un proceso tan agotador para él que prefirió alejarse un tiempo y buscar una historia que le motivase a volver por todo lo alto. Y parece que la ha encontrado, a tenor de lo visto estos días en el Festival de San Sebastián en ‘Modelo 77’, encarnada de inaugurar la 70ª edición del Zinemaldia.

‘Modelo 77’ usa las desventuras de su protagonista para narrar la historia de la Copel (Cooperativa de Presos en Lucha), asociación de presos que en 1977 se organizaron con el objetivo de conseguir desde condiciones mínimamente dignas hasta la amnistía general. Pero, aunque los presos políticos salieron -dentro de lo que cabe- mejor parados, para los comunes no fue así, ni para los condenados por motivos de orientación sexual o identidad de género (uno de los grandes fallos de la película es lo ausente que está esto, y, cuando aparece, cómo se trata). Rodríguez intenta hacer además un paralelismo entre la cárcel y el exterior en cuanto al régimen político, y cómo la democracia se supone que empieza a estar presente dentro y fuera, pero it was a perfect illusion.

Miguel Herrán es el encargado de dar vida al protagonista y símbolo de la historia, un chico honrado al que cargan un delito que no ha cometido, y que en la cárcel sobrevive como puede a los abusos de los guardias mientras hace migas con los personajes de Javier Gutiérrez, Jesús Carroza, Xavi Sáez y -a medias- Fernando Tejero. Si bien le queda mucho que mejorar como actor, Herrán demuestra tener la solvencia necesaria para capitanear la cinta, mientras en el reparto destacan especialmente Gutiérrez y Tejero en dos personajes con mucho riesgo de caer en la parodia, Xavi Sáez aunque el film no le deje brillar del todo y, ojo con la sorpresa, el debutante Polo Camino. Seguramente le veremos en muchos sitios a partir de ahora, porque se come la cámara en los minutos contados en los que sale, defendiendo con maestría el arco de su personaje, aportándole dignidad y aprovechando cada segundo de los que tiene.

Alberto Rodríguez, a quien también hemos visto en el Festival de San Sebastián con el capítulo que ha dirigido para ‘Apagón’, sabe moverse con soltura en el thriller aderezado con drama, como ya nos ha demostrado en numerosas ocasiones. ‘Modelo 77’ no es una excepción y, aunque algo de tijera no le vendría mal, sus dos horas de duración se pasan volando gracias a un ritmo de montaje que nos va llevando a lo largo de la historia para meternos en el cuerpo la esperanza-y-desesperación que sus personajes sienten a medida que pasa el tiempo. A veces lo consigue y a veces no tanto, cayendo más en cierta frialdad común en esta clase de propuestas. En cualquier caso, aunque esté lejos de ser la mejor muestra de cine español que se ha podido ver en San Sebastián este año, la presencia de Herrán y Gutiérrez, el tipo de cinta y el buen hacer de Rodríguez seguramente haga de ‘Modelo 77’ un taquillazo de los que a nuestra maltrecha industria le vienen tan bien.

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Publicado por
Pablo Tocino