Tove Lo publica hoy ‘Dirt Femme‘, su primer disco como artista independiente, y en total el quinto de su carrera. El álbum incluye el épico primer single ‘No One Dies from Love’, ese ‘2 Die 4’ que samplea ‘Palomitas de maíz’ y que ha sido número 1 en el top 40 de JENESAISPOP, el ambiental ‘True Romance’, y también el enésimo single ‘Grapefruit’. Cierra el elepé ‘How Long’, su aportación a la banda sonora de la segunda temporada de ‘Euphoria‘.
‘Grapefruit’, la Canción Del Día de hoy, es uno de los singles más claros del disco, gracias a su beat uptempo de synth-pop, sus arpeggios tan Robyn (todo el tema captura la energía de ‘Dancing on My Own’, clásico hit del pop que Tove acaba de versionar), y su excelente estribillo, probablemente uno de los mejores que ha escrito. Y ya es decir.
También es ‘Grapefruit’ un tema importante en la carrera de Tove Lo, pues versa sobre el desorden alimenticio que sufrió en la adolescencia, en concreto bulimia, durante cinco años. Cuenta Ebba que lleva 10 años intentando escribir ‘Grapefruit’ pero que nunca ha encontrado el momento ni las palabras adecuadas para hacerlo, y que el parón de la pandemia le permitió reflexionar, revivir viejos recuerdos y, finalmente, escribir la canción que hoy nos ocupa.
Explica la artista: «Sé que no he hablado mucho sobre este tema en las entrevistas, ni en mi música, que es el lugar donde soy más honesta. Hace tiempo que ya no convivo con un desorden alimenticio pero durante muchos años mi adolescencia estuvo marcada por ella. Puede que dos años de parón trajeran viejos recuerdos, y que necesitara todo este tiempo libre para mirar al pasado sin sentir dolor. Uno de los sentimientos que recuerdo es la necesidad de salir de mi propia piel, porque me sentía atrapada en un cuerpo que odiaba».
En ‘Grapefruit’, Tove recuerda la época en que buscaba obsesivamente perder peso contando calorías y comiendo pomelo, se miraba al espejo y no se gustaba, y comparaba su cuerpo con el de las bailarinas de ballet. Hay una referencia más o menos explícita a su bulimia cuando canta sobre «dejar abierto el grifo», y también al movimiento «body positive», al que pide ayuda. Finalmente, Tove aprende que, en este mundo, es a sí misma a quien más necesita cuidar porque «eres todo lo que tengo». Acorde al mensaje de ‘Grapefruit’, la canción suena especialmente triunfal.