Música

Pixies / Doggerel

Lejos quedan los días en que Pixies se convirtieron en uno de los mayores grupos de culto en el underground. Sucedió a finales de los 80 y principios de los 90, y aunque Pitchfork ahora reniegue de todo aquello, solo hace falta echar un ojo a los streamings de ‘Where Is My Mind?’ o ‘Here Comes Your Man’ para poner en evidencia hasta qué punto álbumes como ‘Surfer Rosa’ o ‘Doolittle’ forman parte de la imaginería popular. No solo de la alternativa.

Pero es que también están empezando a quedar lejos los días en que el comeback de los Pixies fue el hazmerreír oficial de la escena, con aquella cosa que tuvieron a bien llamar ‘Indie Cindy’. La nueva formación de la banda se ha asentado y si su álbum de 2019, ‘Beneath the Eyrie‘, fue el de la recuperación de la dignidad, ‘Doggerel’ es el de la consolidación de esa línea. El single ‘There’s a Moon On’ es todo un tiro de canción. Black Francis ha recuperado el brío. Parece que los Pixies están aquí para quedarse para siempre.

A estas alturas hemos comprendido y aceptado que el líder de la banda no es un talento con la inquietud lírica y musical de Nick Cave o PJ Harvey. No hay en ‘Doggerel’ coartada conceptual o una gran nueva inspiración que nutra el discurso de los Pixies, una banda sobre cuyas letras en otros tiempos se han escrito libros, por la gran cantidad de imágenes desconcertantes que incluían entre vísceras, animales y demonios interiores.

Ya no pueden asustarnos tanto los espíritus de ‘Haunted House’ porque los conocemos demasiado bien. La buena noticia es que Black Francis está dispuesto a asumir con sentido del humor sus limitaciones, y ahí está su imagen entrando en un 7-Eleven en la polvorienta ‘Vault of Heaven’: «I went to 7-Eleven / To try and get me straight / I ended up there in outer space».

Es más, “Doggerel” no significa otra cosa que “mala poesía” y aquí es una referencia a George Hanger, un soldado y barón británico del siglo XVIII. Y también está el modo en que comienza ‘Dregs of the Wine’, con una referencia a una discusión con su ex mujer, sobre qué versión de ‘You Really Got Me’ prefería cada cual, si la de The Kinks o la de Van Halen. Un tema en el que recuerda cuando se bebieron toda Las Vegas tanto él como su ex pareja, Joey Santiago y también la ex de este.

En 2022, no vamos a asombrarnos de que una canción de Pixies se anime a cambiar de ritmo. Ni por otro lado tampoco de la aproximación funk del tema titular y final, más cerca de un Tom Waits o incluso de un Leonard Cohen. A los Pixies se les da mejor hacer de sí mismos y, si en algún momento de los últimos años has prestado atención al revival 90’s de ciertos artistas como Waxahatchee, hay que atender a los padres de todo aquello, pues rugen más que ciertos artistas actuales por ejemplo en ‘nomatterday’. DON’T – WASTE – YOUR – TIME – ON – ME!

La tradición americana sigue sirviendo de inspiración melódica para los Pixies del siglo XXI y en las melodías sesenteras de cosas como ‘Haunted House’, la urgencia total de la indie pop ‘Pagan Man’ -con silbidito y todo, y co-autoría por primera vez de Joey Santiago- o las intenciones pop de la repetitiva ‘Who’s More Sorry Now’ es donde encontramos aún cierta virtud.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: pixies