Música

Mykki Blanco / Stay Close to Music

‘Mykki’, el debut largo de Mykki Blanco, fue uno de los discos más infravalorados de 2016, conteniendo canciones tan redondas (y tan duras) como ‘Loner’ o mi favorita, ‘Highschool Never Ends’. Desde entonces, la artista ha conseguido mantenerse en el candelero (con puntos álgidos como el imperdible vídeo de ‘Dark Ballet’ de Madonna o los shows de apertura para Björk y Kanye), pero es verdad que no ha vuelto a conseguir tantos aplausos de la crítica.

También es verdad que ‘Broken Hearts & Beauty Sleep’, su segunda incursión en el largo (un poco en la frontera entre el largo y el EP, realmente), tardó cinco años en lanzarse, y quizás es uno de los factores que provocó que apenas hiciera ruido, pese a tener colaboraciones de renombre como Blood Orange o Big Freedia. Pero, frente a esos 5 años de hiato, el tercer disco ha tardado solo un año, y casi que guiña el ojo con su título: ‘Stay Close to Music’.

“My career has never stalled, bitch, it’s only peakin’” canta en ‘Lucky’, uno de los temas de este trabajo por el que, casi como muestra de que “it’s only peakin’”, se pasea gente como Michael Stipe, ANOHNI, Diana Gordon, Kelsey Lu, MNEK, Devendra Banhart, jónsi de Sigur Rós, Ah Mer Ah Su o Saul Williams. Precisamente el tema con Kelsey Lu y ANOHNI, ‘French Lessons‘, es uno de los singles más claros del disco. Porque, aunque la gravedad de canciones como ‘Highschool Never Ends’ nos lleve a Mykki Blanco siempre fiel al dramatismo, la artista se ve muy suelta en una canción tan accesible y sexy como ésta, en la que a veces nos llega a recordar a Lou Reed (y parece mirarnos de reojo a quienes lo estamos pensando cuando, para colmo, se pone a tararear como en ‘Walk On The Wild Side’). Hay una “single version” también curiosa, aunque se echa de menos a ANOHNI.

“No me puedes etiquetar como una travesti rapera, yo no he hecho vogue en mi vida, mi ambiente es el del punk y el de las Riot Grrrl”, se quejaba hace tiempo Blanco sobre el empeño de calificarla como “rap queer” como algunos medios. ‘Stay Close to Music’ la aleja más aún de esa etiqueta, con temas más melódicos y a la vez más rarunos. ‘Family Ties’ es otro de los grandes ejemplos, y no solo porque siempre sea un placer escuchar la voz del cantante de R.E.M., sino por su capacidad para acercar al pop algo tan complicado como la relación de un hombre marica (el ex de Blanco) con su padre. Hay una intrincada combinación de belleza y tristeza también en ‘Your Love Was A Gift

‘, que la propia Blanco describe como “una de las canciones más bonitas que he escrito (…) un coming of age y a la vez una forma de entrar en la adultez aunque no te sientas querido, añores ser querido y añores ser comprendido”.

Pero, ojo, también hay espacio aquí para el humor. Blanco, que vuelve a contar con FaltyDL en la producción, suelta en ‘Lucky’ frases como “I Princess Peach his Nintendo / he eat my ass, he like lindo / he got a fat innuendo / I scream out loud, “Jesus Christo””. También es cierto que, aunque el disco tiene momentos estupendos, no llega a ser un disco estupendo (aunque no esté nada mal). Hay cortes que bajan bastante el pulso, como la bienintencionada pero simplona ‘Your Feminism is not My Feminism’ junto a Ah Mer Ah Su, la también basiquilla ‘Trust A Little Bit’, o ‘You Will Find It’. El experimento con Devendra Banhart también funciona a medias porque, quizás concentrada en meter gracietas y guarradas en algo aparentemente tan ajeno como es la meditación, se le olvida hacer algo no solo original (que lo es), sino también de buena calidad.

En ese sentido es bastante menos forzado, bastante más auténtico y, en definitiva, bastante mejor ‘Carry On‘, la colaboración con jónsi de Sigur Rós, otro de los grandes momentos del álbum, donde encaja a la perfección la mezcla de denuncias con ingenio (“seein them on CNN, they spoutin’ hate / this country blood was never really that fucking great”) con momentos que tocan la fibra (“for every little queer, every kid alone with fear / every kid that’s dressin’ up and dressin’ out, just bein’ them”) y el desnudo emocional con el que se abre la canción. “Will they wait ‘til I’m dead to give me credit?”, se pregunta Mykki en este tema. Esperemos que no: desde luego el nivel de invitados en este disco significa que muchos ven el talento que tiene. Quizás con más apoyo, puede llegarnos la obra maestra que, casi con toda seguridad, la artista es capaz de dar.

Mykki Blanco presenta este disco este sábado 19 de noviembre en Primavera Weekender a las 20.10 horas

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Publicado por
Pablo Tocino