Tras el éxito de sus primeros Eps, Grace Shaw se fue de Australia a Los Ángeles dispuesta a comerse el mundo, y se comió una mierda. Al menos en ese momento. Porque la pandemia dio al traste con sus planes, y le hizo tener que volver a casa e ir retrasando un debut largo que ha acabado llegando en 2022, tres años después de su último EP.
En este tiempo, el único material propio que ha sacado ha sido la simpática ‘Rockstar’, incluida en este ‘Butterfly Blue’ sin desentonar demasiado. Porque el tema principal del disco, y la razón por la que ha elegido ese título que mezcla las mariposas en el estómago con la tristeza de rupturas o, más común en estas canciones, del amor no correspondido. No es tanto una mezcla de canciones tristes con canciones ñoñas, ni un repaso a una relación con sus altibajos, sino una colección de momentos en que el amado (y deseado, que también hay mucho deseo aquí) está, o bien lejos, o bien sencillamente fuera de tu alcance.
En ese sentido, el mejor ejemplo es ‘Arm’s Lenght’, que intenta describir esa tensión interna previa a un beso o a cualquier movimiento que explicite lo que ya está bastante implícito, o la contradicción de ‘Heart Guitar’: “I’ll leave him wanting more / ‘least that’s what I tell myself those nights that I’m ignored / cause when she’s there, it’s like I’m not / how can you give me butterflies then tie them up in knots?”.
Mallrat, cuyo nombre viene de una canción de The Orwells, ha querido rodearse en la producción de este álbum de nombres tan potentes y coherentes con el sonido del disco como Tommy English (conocido especialmente por su trabajo con BORNS), Tim Anderson (Billie Eilish, Halsey, BANKS), Styalz Fuego (Tinashe) o Jam City (Olivia Rodrigo, Troye Sivan) junto a otros más sorprendentes como SAKIMA, Konstantin Kersting (Tones and I) o Big Taste (Dua Lipa, Justin Bieber), y otros menos conocidos por el gran público pero muy importantes para ella como Alice Ivy o Japanese Wallpaper (que ha trabajado para su admiradísimo Allday). Nada mal para alguien que sacó su primer EP (‘Uninvited’) prácticamente autoproducido en el instituto.
Pero Shaw consigue unificar todo esto, tanto con una constante referencia entre canciones (ejemplo: las palabras “rockstar” y “butterfly”, además de ser el título de dos temas, aparecen en distintos versos de otras) como por la temática y un pegamento en el sonido, que, salvo excepciones como las pinceladas de psicodelia de ‘To You’ o las guitarras de ‘Teeth’ y ‘Rockstar’, apuesta por una mezcla entre las atmósferas de Mazzy Star o Imogen Heap (es fan declarada de ‘Hide and Seek’, que conoció por ‘O.C.’), los primeros Troye Sivan y Billie Eilish (la fantástica ‘Your Love’, que incluye sample de Gangsta Pat) y unas interpretaciones vocales que van de Lily Allen a SZA o, incluso, Lorde
.Sin duda la mayor excepción es la invitada de ‘Surprise Me’. No es de extrañar que haya tenido a bien titular así una canción en la que el featuring es nada más y nada menos que con Azealia Banks. Ciertamente es una sorpresa que en esta colaboración no haya habido pollos (de momento, que con Miss Camaraderie nunca se sabe), aunque la canción no es mucha “sorpresa” más allá de esta mezcla de estilos. La parte de Banks no decepciona, entre “mi coño está más apretado que la cara de Nicole Kidman” y menciones a hacerse una paja “como Louis C.K.”, pero la parte de Mallrat es de lo más flojito del álbum.
Un poco simple es también el estribillo de ‘Butterfly Blue’, aunque tiene sentido en su intento de hacer una nana que a la vez hable de desengaños amorosos (“I talk with the birds and they tell me the truth / they sing me to sleep, but I dream about you”). Pero son excepciones en un disco por lo general de un gran nivel desde que empieza con la magia de ‘Wish on an Eyelash’ – eso de ‘I think angels surround ya” es precioso; la versión-secuela que ha hecho con The Chainsmokers, no tanto.
‘Teeth’, cuyo riff recuerda a ‘Que me quedes tú’ de Shakira aunque suponemos que su influencia ha sido más Sky Ferreira, es otro de los grandes momentos de este ‘Butterfly Blue’, y es tremendamente eficaz a la hora de representar una pulsión que lucha por escaparse. Producción, letra y melodía se unen también en ‘Obsessed’, que puede mezclar simbolismos (“Am I the only one who’s seen the scars you try to keep / hidden in your clothes, I miss your face the most”) con algo tan directo como “I think I’ll be thinkin’ about you when I’m really old”. En definitiva, Mallrat entrega un disco debut más que notable, por el que merece la pena haber esperado, y para cuya continuación esperamos-no-tener-que-esperar tanto.