Música

Shania Twain / Queen of Me

Hace tiempo que Shania Twain se ganó el derecho a no publicar un solo disco más en toda su vida después de los millones y millones que despachaba, sobre todo, de ‘Come On Over‘, el disco más vendido de la historia por una artista femenina. Pero que en 20 años solo haya sacado dos trabajos no responde a una necesidad de parar (que también): Shania afrontaba una enfermedad en sus cuerdas vocales que casi le costaba la voz (en 2003 contrajo la enfermedad de Lyme). Después, en su vida personal, sin quererlo ni beberlo, se metía en unos líos conyugales que ni ‘Mujeres desesperadas’. En otras palabras, que ‘Queen of Me’ exista es un regalo.

Es relevante, ante la escucha de ‘Queen of Me’, hablar de la voz de Shania, deteriorada por la enfermedad, pero aún capaz de sostener sus nuevas canciones. Su registro rasposo, endurecido, incluso beneficia composiciones como ‘Pretty Liar’, de sonido inspirado en el rock de los 70. Vocalmente no está en la mejor forma, pero se nota que ha trabajado para dar lo mejor de sí.

Pasado el trago de asimilar la «nueva» voz de Shania (tampoco es que Bob Dylan cante mucho mejor), los buenos momentos de ‘Queen of Me’ van revelándose. El single ‘Giddy Up!’ es el más divertido de todos y, probablemente, es el mejor «giddy up» desde que Kacey Musgraves espetó aquel «arre, arre» al bobo de su ex. Por su parte, ‘Waking Up Dreaming’ es una correcta incursión en el pop-rock cubierto de purpurina de los 80, y ‘Last Day of Summer’ es el ‘Forever and for Always’ del disco. Salvando las distancias, una canción bonita, en su estilo atmosférico.

Shania plantea ‘Queen of Me’ como un disco de madurez, en el que muestra que vuelve a ser capaz de quererse a sí misma y divertirse. Pero, más allá de que haya decidido dejar una palabrota en la letra de una canción por primera vez (‘Pretty Liar’), el disco pisa sobre seguro, sin divertir demasiado. ‘Best Friend’ no pasa de ser una colección de clichés sobre la amistad, sin que la composición acompañe; la vibra disco de ‘Got it Good’ tampoco nos vende una letra que cae en la autoayuda, y no suenan a nuestro tiempo frases como «no necesito un rey, así que guárdate el anillo», de ‘Queen of Me’, en la que Shania nos recuerda que no necesita que un hombre le pague la vida. ¿Por qué ola de feminismo íbamos?

Son varios los momentos de la era de ‘Queen of Me’ que nos recuerdan de dónde viene Shania: los disfraces del vídeo de ‘Waking Up Dreaming’, o ese curioso atuendo que ha llevado la canadiense en la alfombra roja de los Grammy, remiten a la época en que veíamos el vídeo de ‘That Don’t Impress Me Much’ y Shania parecía la mujer más «cool» sobre la faz. En ‘Queen of Me’, esa faceta queda relegada a la promoción, mientras la electrónica ‘Brand New’ (que pide un dueto con Taylor Swift) o la espiritual ‘Inhale/Exhale AIR’ dignifican el disco desde la serenidad. El nuevo material de Shania, por tanto, no sale exactamente fortalecido de sus experiencias… aunque solo podamos recibirlo con gratitud.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: shania twain