Música

U2 / Songs of Surrender

Ya no es que U2 no hagan discos tan buenos como antes: es que no hacen discos en absoluto. En la década pasado solo sacaron 2 álbumes de estudio y en esta de momento no llevamos ninguno. Su número de oyentes en Spotify es tan deprimente para lo grandes que han sido que somos muchos los que anhelamos algún tipo de reconexión o relanzamiento con ellos, como el que han experimentado Elton John o Queen.

El grupo continúa con su serie “Songs Of” como si alguien recordarara las canciones de “Innocence” (2014) y las de “Experience” (2017), añadiendo confusión al asunto, pues el nuevo ‘Songs of Surrender’ no es un disco de estudio como aquellos, sino una regrabación de temas viejos. De manera abrumadora, se compone de 40 canciones, 10 escogidas por cada miembro del grupo.

El primer disco es el correspondiente a The Edge, el 2º a Larry, el 3º a Adam, y el último a Bono. Lo cual sería una idea romántica, bonita y apetecible si la banda se hubiera implicado más en su grabación, pero en su mayoría ha correspondido a The Edge. Bono sí se ha implicado grabando obviamente nuevas tomas vocales y nuevas letras -como ‘Walk On’, dedicada a Zelenski-, hasta el punto de que este disco se considera un acompañamiento a su autobiografía ’40 Canciones, una historia’. Con matices, pues no todas las canciones coinciden con el libro (por algo hay un CD por componente de U2).

En este tipo de lanzamientos suele hablarse mucho de lo demostrada que queda la calidad de una canción en su versión acústica, a guitarra o a piano. Sin embargo, las composiciones de U2 son tan icónicas y están tan asumidas en nuestra memoria que no necesitaban someterse a ninguna prueba a estas alturas, pues además por el camino tenían todas las de perder. ‘The Fly’ se ha desprendido de toda su sensación de peligro y ahora parece una prueba de sonido, ‘Beautiful Day’ de su potencial para salvarnos el «día» pese al nuevo coro, ‘Where the Streets Have No Name’ se pasa de minimalista, ‘Desire’ se ha convertido en un esperpento de falsetes. ‘Vertigo’ cambia el «1, 2, 3, 14» por un aburrido arreglo de cuerdas.

Solo ‘I Will Follow’ mantiene el brío. Las canciones que mejor resisten la embestida de esta pésima idea son las que ya eran acústicas o casi. Y no hace falta irse a ‘One’ o ‘With or Without You’. Ni U2 lograrán destruir la impotencia disfrazada de esperanza contenida en ‘I Still Haven’t Found What I’m Looking For’. ‘Stuck in a Moment You Can’t Get Out Of’ continúa siendo un escalofriante tema de autoayuda. Ahí es donde ves qué jodidamente buenos podían ser U2 con poquito.

También encontramos cosas rescatables entre aquellas que desconocíamos o habíamos olvidado: no entiendo por qué no escucho todos los días ‘Who’s Gonna Ride Your Wild Horses’ Nadie entiende por qué no aparecen hits como ‘Angel of Harlem’ o aquella cara B que luego convirtieron en hit llamada ‘Sweetest Thing’. Pero a cambio nos encontramos o reencontramos con ‘Stories for Boys’ (1980) a través de una bonita línea de piano, lo mismo que la de ‘Invisible’ (2014). La relativamente reciente ‘Cedarwood Road’ era una composición muy digna. ¡Resulta que ‘Ordinary Love’ de la banda sonora de ‘Mandela’ (2013) tampoco estaba tan mal!

Puede que en otro formato el álbum hubiera funcionado. No en este de 2 horas y 45 minutos, donde hay que excavar demasiado tiempo para dar con algo que no sea tedio puro. ‘Songs of Surrender’ suena más como un triste disco que olvidaste escuchar la pasada Navidad, que como algo que te insufle vida esta primavera-verano.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: u2