Música

La Plazuela: «Sacamos dinero del sistema haciendo música contra el sistema»

El Indio (Manuel Hidalgo Sierra) y El Nitro (Luis Abril Martín) son La Plazuela, dos granadinos con 25 años recién cumplidos que se han propuesto colocar a su ciudad donde se merece mediante el flamenco, el funk y la música electrónica. Todo a la vez.

Desde que comenzaron a ganarse la vida con la música, a sus 17 o 18 años, haciendo versiones bajo el nombre de La Plazuela Techá, El Indio y El Nitro no han mirado hacia atrás. Siempre han tenido claro que la música era su futuro y lo han mantenido con una fe inquebrantable. Al preguntarles si han dudado alguna vez en el trayecto, El Indio no duda en responderme con un firme «No».

Su trabajo empezó a ser reconocido ampliamente con la viral ‘Tangos de Copera’, y, después de un año y medio trabajando en él, han conseguido lanzar su álbum debut, ‘RONEO FUNK CLUB’. El contenido del disco se explica por sí mismo. Ambos cantan, componen y producen las canciones, y ambos llevan su identidad granadina a la vista de todos, desde el nombre del grupo hasta en su propia piel. El Indio lleva tatuados los rostros de iconos de la fusión como son Enrique Morente y Ray Heredia, al igual que diferentes símbolos granadinos como las puertas de La Alhambra o una manzana con una tijera clavada, su tatuaje más reciente.

Según me explica El Indio, y teniendo en cuenta que a las manzanas también se les llama peros, este último es una manera de decir que «las cosas no hay que criticarlas, que están para disfrutarlas y que peros no hay ninguno». El 26 de abril el Teatro Eslava de Madrid estará libre de peros en el primer sold out de su ya iniciada gira. Hablamos con ellos sobre el éxito tardío de ‘Tangos de Copera’, el origen de su particular sonido y su misión como banda.

¿Cuándo firmasteis con Universal?¿Ese es vuestro primer contrato?
El Indio: Sí, firmamos en julio o agosto de 2021.

Y no habíais sacado ni siquiera ‘Tangos de Copera’, ¿no?
El Nitro: Justo fue el primer tema que sacamos con ellos.

¿Cómo vivisteis su boom viral?
I: Realmente lo hemos vivido hace poco, porque, cuando salió con Universal, se escuchó ese tema como se venían escuchando los anteriores. Se notaba que se estaba empezando a escuchar un poco más La Plazuela, pero tampoco fue un boom en el momento. Eso llegó un año después con la Boiler Room de Granada, que, como se grabó en directo, el vídeo en el que se nos veía cantándolo fue lo que se viralizó en redes, y entonces el tema ya pegó un subidón.

«El reto es intentar conseguir que el flamenco que nosotros mezclamos con el funky no suene al de Los Chichos»

Diría que es el tema que introdujo a más gente a La Plazuela.
I: Nosotros sabíamos que lo que habíamos hecho era una cosa muy nueva y que era un tema muy experimental porque hasta el momento no habíamos escuchado algo así que se pareciera. Ya había cosas en las que se habían mezclado los códigos del flamenco con la música electrónica, como Califato 3/4 con el breakbeat o cosas así, pero no cogiendo un palo del flamenco como son los tientos y los tangos y llevarlo a una canción que pueda ser de baile de club. Lo sabíamos desde que en 2018 con un loop station empezó la idea de ese tema, a base de loopear el riff de la guitarra y probar a meterle letras por tiento encima. Luego ya nos metimos a producirlo bien en 2020.
N: Con ‘Tangos de Copera’ es la primera vez que he sentido que es un tema que ya es de la gente. Porque ya ves ‘Tangos de Copera’ en reels de recetas. Ya no lo sientes tan tuyo y eso está chulo también.

Hablabais de experimentar, y yo, mientras estaba escuchando el disco, sentía que estaba escuchando algo fresco de verdad, pero, sobre todo, algo impredecible. Nunca sabía por dónde iba a salir una canción, como en ‘Mira La Niña’. ¿De dónde viene vuestro gusto por fusionar el flamenco con todos estos estilos?
I: Al final nosotros somos de donde somos y el flamenco está ahí. El flamenco tiene todos los códigos de Andalucía. La manera de cantar, el tipo de expresión de las letras y todo, es la música de nuestro contexto. Ese deje del flamenco siempre está ahí, aunque nosotros no nos consideremos artistas flamencos. A partir de ahí, somos personas inquietas, que nos gusta escuchar música, y, al final, todo lo que te gusta, de manera inconsciente, te lo acabas llevando a tu terreno.
N: Yo creo que también hay mucha gente que fusiona pero que no escucha a su generación. Nosotros muchos años hemos escuchado a gente que ha fusionado flamenco, como Pata Negra, Manzanita… Pero ese es el flamenco fusión de una época. Nosotros hemos entendido muy bien cuál es la fusión de nuestra época. No nos hemos cerrado a los sonidos de ahora. Nunca hemos sido de: “Hostia, reggaetón, vaya mierda”. Eso nos ha permitido conectar con nuestra generación.

¿Qué música habéis estado escuchando durante el proceso del disco?
I: Nos hemos metido mucho en la movida del nu-funk, y creo que también ha sido un gran reto a nivel de sonido, porque realmente el flamenco con el funky ya se ha hecho también. Las Grecas, Los Chichos… Pero es el funky de aquella época y ese no suena igual que el nu-funk de ahora. No es lo mismo escuchar a James Brown, que escuchar el último disco de Daft Punk o el último de Chaka Khan, o Silk Sonic, Tuxedo, Parcels… Esas son las referencias que hemos tenido últimamente. Yo, de hecho, sigo investigando porque quiero seguir afinando en encontrar ese sonido que suene a funk moderno. Ese es el reto, intentar conseguir que el flamenco que nosotros mezclamos con el funky no suene al de Los Chichos.

¿Que no suene como las cintas de gasolinera no?
N: A mí me gustaría hacer un día un disco de música de gasolinera. Yo soy fan.

Habéis hablado de que siempre sabíais que esto de la música acabaría funcionando. ¿No ha habido veces en las que vuestra fe haya flojeado?


N: Yo nunca me he planteado otra cosa. He empezado a dudar más de la música ahora, que está yendo bien, porque ahora es cuando hay algo que perder. Pero antes, eres un chaval, te mola la música y dices: “Pues me voy a dedicar a esto”. Nunca hemos llegado a un punto de elegir entra la música u otra cosa.
I: También hemos tenido la suerte de que con 17 o 18 años ya empezamos a vivir de la música. No hemos tenido esa situación, que sí hemos visto en amigos nuestros que también hacen música, en la que ya van camino de los 30, ven que no han conseguido todavía nada y dicen: «Pues a lo mejor me tengo que plantear que por aquí no puedo tirar».

«Si solo hay espacio pa las bandas emergentes en el concurso de grupos de Planta Baja, los que estamos en otra movida no tenemos espacio»

En ‘El Lao De La Pena‘ decís que las modas de Madrid a Granada no llegan, pero ahora es como que vosotros sois la moda de Granada que ha llegado a Madrid. ¿Es necesario mudarse a Madrid para triunfar?
N: No es necesario mudarse a Madrid para triunfar, pero nosotros por ejemplo nos vamos a mudar a Madrid (risas). Me hace mucha gracia haber escrito esa letra y venirme a vivir a Madrid. Es un poco como sacar dinero del sistema haciendo música contra el sistema. Vamos a venirnos aquí porque está aquí todo, y ya me da coraje. Llevamos unos meses que tenemos que venirnos a Madrid cada semana. También, el nivel musical que hay aquí nos va a permitir trabajar y aprender mucho, pero mi idea no es quedarme a vivir aquí para nada.

¿Y llevar la industria a Granada?
N: Yo creo que a los dos nos gustaría invertir mucho en nuestra ciudad. Aun estando en Madrid, me gustaría seguir manteniendo las fiestas que hacemos en Granada de Roneo Funk Club, estar un poco implicado, que creo que es lo que nos toca a nosotros como artistas.
I: Para eso lo que hace falta también es que las instituciones pongan un poco de su parte, porque Granada debe ser de las ciudades que mas músicos tiene por densidad de población… Y sin embargo ha habido artistazos súper grandes de allí a los que no se les ha visto hacer cosas por Granada. Eso pasa porque los circuitos de la música que se hacen desde las instituciones son los mismos de siempre. Lo indie: 091, Los Planetas, Niños Mutantes y su puta madre. Si no se abren, pasa lo que pasa, que luego ves a DELLAFUENTE o Maka, que parece que ni son de Granada, y están llenando todas las plazas de toros de España y haciéndote tres fechas seguidas en el Palacio de Deportes de Granada, aunque nunca se les ha visto por allí. Si solo hay espacio pa las bandas emergentes en el concurso de grupos de Planta Baja, donde el criterio es tristemente bandas de indie, pues los que estamos en otra movida no tenemos espacio.
N: Nuestra misión es que no haga falta que los chavales que estén haciendo música en Granada tengan que pertenecer a una movida concreta, que se pueden crear otras.

El otro día hizo nublado y, cuando me puse a escuchar el disco, mientras sonaba el primer tema (‘La Ida’) de repente salió el sol, a la vez que se puso a llover. Fue un momento muy de sueño. ¿La situación os parece apropiada para ‘Roneo Funk Club’? ¿Con qué asociáis vosotros el disco?
I: Yo creo que el disco es nocturno que te cagas.
N: Yo lo veo como un camino, pa mí el funky es tardeo. Tarde guay, solecito, baile, buen rollo… Yo creo que va aumentando hacia un lado más nocturno, hasta que acaba en la noche más oscura y luego te vas de after.
I: Es un disco pa bailar a tope, pero a nivel lírico creo que han salido muchos demonios de dentro y que hay una parte también muy oscura. El tema de la intro de los que más, entonces lo de sol y lluvia lo define bien también. Hablo mucho de mi yo de niño, que de ahí es donde tenía mucha mierda que sacar para fuera, y lo relaciono todo con el contexto, que es mi barrio, que era el Albayzín en su momento. De hecho, precisamente en ‘La Ida’ está la frase que resume todo el disco, la de “Yo ya no soy yo, ni mi calle ya es mi calle, porque los tiempos le cambian hasta a las personas reales”.

Os asisten Juanito Makandé y Bronquio en la producción, ¿no?
N: Sí, en el disco hemos trabajado los cuatro y ha sido muy chulo porque creo que nosotros dos somos como el intermedio entre ellos. Juanito a lo mejor no tiene tanto esa vista más electrónica y Bronquio no tiene tanto esa vista de banda. Entonces, como estuvimos pensando en algún productor para el disco y vimos que no existía, pues decidimos tener dos.

‘Tu Palabra’ me ha parecido la canción más loca de todo el disco. No para de cambiar, a veces es funk, de repente es hip hop, de repente es otra cosa… ¿Cómo fue el proceso de construirla?
I: En el disco hay muchas referencias, pero hay dos canciones que sí están muy inspiradas en temas concretos de otros artistas. Para ‘Péiname Juana’, el disco de ‘Hello Happiness‘ de Chaka Khan me pareció súper inspirador, es como un funk súper moderno, además ella siendo de las antiguas. En 2019 sacó el disco este que es nu-funk puro y duro con un groovazo de bajo que te cagas, pero automatizando muchos reverbs, delays, sampleando percusión… Y con ‘Tu Palabra’ hubo mucha inspiración de ‘Random Access Memories‘, en concreto el tema de ‘Giorgio by Moroder’, por eso empieza con un talk box. Los teclados son muy parecidos a los de este tema. Cuando lo escuchamos por primera vez nos voló la cabeza, porque es de los discos de nu-funk que mejor sonido tienen.

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Publicado por
Gabriel Cárcoba
Tags: la plazuela